Hay un cine que es de extremos, de lados opuestos. Hay un cine que no puede permanecer en un punto neutro y aún así dejarte en el vilo de la duda aunque los hechos sean irrefutables. 50 Cent en una de sus canciones dijo “I Don’t know what you heard about me”, en español “no sé qué es lo que has escuchado acerca de mí”. El fragmento de la canción escrita por él mismo habla sobre la ambigüedad del testimonio de una sola de las partes en un conflicto. Una versión instrumental de este tema es la causante de la sospecha de asesinato en un matrimonio dentro de lo que parece un posible suicidio en un matrimonio conflicto con tanto en contra como a favor, porque así son los matrimonios y en general, las relaciones humanas. Por eso Anatomy of a Fall (Anatomía de una caída) de Justine Triet.
¿De qué trata? Una mujer es sospechosa del asesinato de su marido, y el hijo ciego de ambos se enfrenta a un dilema moral como único testigo.
En 1954, Alfred Hitchcock dirigió Dial M for Murder donde Tony Wendice planea el meticuloso asesinato de su esposa por una supuesta infidelidad. El marido elabora un coartada tan eficiente como macabra para convencer a un jurado que verá a un sospechoso queriendo salirse con la suya… y también con muchos millones de dólares. Una obra magistral del suspenso y también de las razones para matar a un cónyuge.
Justine Triet dirige y escribe el otro lado de los hechos: realiza una disección de los conflictos, de la culpa y de la consumación de los prejuicios que se generan alrededor de un conflicto donde, siempre habrá dos partes y solo ellos sabrán la verdad. Las grandes cualidades de Anatomy of a Fall (Anatomía de una caída) radican, indudablemente, en un guion que peca de inteligente y obliga a su espectador a ir más allá de las suposiciones, de los juicios y de lo evidentemente culpable para navegar en la ambigüedad de la supuesta inocencia que un presunto culpable pueda alegar.
La directora arma todo un caso; un motivo y un hecho ineludible con una protagonista de la cual sabemos poco porque Triet no nos da ningún antecedente; lo único que se logra desarrollar sobre este matrimonio se va descubriendo con grabaciones, testimonios y flashbacks. Sandra, con una Sandra Hüller que está de no creerse, es una escritora de suspenso que tiene todo en su contra con un personaje que en algún punto, por la forma en que está delineado, ocasiona antipatía con el espectador.
Casos como este existen como los colores. Uno de los más sonados es O.J. Simpson, donde todo apuntaba hacia lo evidente: la violencia de un hombre gigante y la infidelidad de una esposa. Estos casos siempre llevan un hecho y un móvil para hacerlo y Justine en Anatomy of a Fall (Anatomía de una caída) toca uno de los temas que más nos gusta en el occidente y puedo pensar que en todo el mundo: el género del true crime. Por este lado, la cinta es un hit instantáneo al contener los ingredientes bien aplicados para ser un drama de suspenso efectivo y adictivo que deja al espectador en un estado de euforia y reflexión como muy pocas películas logran
Anatomy of a Fall (Anatomía de una caída) de Justine Triet es la disección del suspenso en una efectiva mezcla de drama y meta ficción literaria que de manera contundente llevan al espectador a ni siquiera parpadear y sólo bajar ese nudo en la garganta con un poco de refresco.
¡Alfred Hitchcock estaría muy orgulloso de Triet!
Ya en cines.
