Back to Black es más que un emotivo viaje por la vida de Amy Winehouse
Back to Black es un emotivo viaje por la vida de Amy Winehouse con una narrativa única para una biopic musical.
Hace unos 15 o 20 años, el terreno de las biopics parecía un terreno fértil en la que la creatividad guionística hollywoodense podía sentarse un rato para retratar rostros y vidas que no solo macaran una época, sino que también hayan sido interesantes y dolorosas.
El 23 de julio del 2011 se halló el cuerpo sin vida de la cantante y compositora británica Amy Winehouse en su casa en Londres. En 2015, Asif Kapadia, director de documentales sobre personalidades importantes como Ayrton Senna (Senna, 2010), nos regaló uno de los mejores documentales biográficos sobre una personalidad: Amy Winehouse. El documental ya nos dijo y mostró a casi todo sin edulcorantes. Ahora, con Back to Black, el director Sam Taylor Johnson da un homenaje a la vida y música de la popular cantante.
Una joven con una voz e imagen peculiar. Cantando en pubs y bares comienza a hacerse de fama y reconocimiento meramente local, teniendo la oportunidad de grabar su primer disco. La única condición que pone para comenzar a grabar es que no la manipulen como a una Spice Girl.
Matt Greenhalgh, el guionista de Control (2007), película sobre la vida del vocalista de Joy Division, es el encargado de esta historia, la cual funciona bastante bien en su estructura narrativa ya que no se recarga demasiado en el melodrama ni tampoco abusa de la narrativa musical de las canciones de Winehouse. Back to Black tiene el balance perfecto entre el proceso creativo y la vida personal, ambos elementos cercanamente relacionados en palabras del personaje de Amy dentro de la historia. Greenhalgh logra una escritura fiel al personaje de carne y hueso al mismo tiempo que la estrella con 5 Grammys.
La dirección Sam Taylor Johnson funciona muy bien con Matt ya que antes habían colaborado en Nowhere Boy (2009). Y destaco esto porque es el tono no morboso sino más íntimo y orgánico lo que hace que la película brille. Se visitan anécdotas que salieron de los encabezados de periódicos pero no las explota con hambre de satisfacer la curiosidad, sino solo para repasar el hecho histórico íntimo que sí sucedió.
En principio, Back to Black no me convencía porque pensé que la actuación de Marisa Abela, en la parte de su acento, era exagerada y exacerbada. Sin embargo, me di cuenta en realidad que estaba realizando un trabajo minucioso de micro expresiones y tonalidades vocales excepcionales sin caer en la caricatura de la cantante. Abela como Amy es de no creerse y terminas creyendo cada nota y grito arriba y abajo del escenario. ¡Es fabulosa!
Algo que se debe dejar muy claro es que la estructura de Back to Black no es como Rocketman (2019) de Dexter Fletcher donde las canciones marcan el ritmo de la historia ni tampoco es como Bohemian Rhapsody (2018) de Bryan Singer donde el melodrama determina el tinte de la cinta: como lo comenté párrafos arriba, Sam Taylor Johnson logra simbióticamente amalgamar ambas narrativas siguiendo íntimamente al personaje. Ese es su logro.
Back to Black es un emotivo viaje por la vida de Amy Winehouse con una narrativa única para una biopic musical.Back to Black es poderosa, melancólica y, sobre todo, muy entretenida.
