Hace un par de días finalizó la cuarta y última temporada de Doom Patrol, y tengo el corazón destrozado. Voy a extrañar muchísimo a Jane, Cliff, Rita, Víctor, Larry y Laura. Porque como Doom Patrol no había otra. Era una serie alocada y divertida con un equipo de superhéroes muy improbable. Que lejos de salvar el día, lo echaban a perder. Claro, nunca a propósito. Y hablaba de la pérdida, del trauma, del autodesprecio, del sentido de la vida, de la homofobia, del amor y la familia. Y por eso tengo sentimientos encontrados. Por un lado, amo la serie y el episodio final me pareció un buen cierre. Pero por el otro, siento que esta temporada en su totalidad me quedó a deber.
Doom Patrol se despide con una temporada agridulce
Creo que la primera parte fue muy buena, honestamente. Realmente sentí a Immortus como una amenaza. No solo una amenaza, sino la GRAN amenaza. Y amé cómo cada cosa que hacían los Doom Patrol los acercaba más a ese futuro que querían cambiar.
Lo malo llegó en la segunda parte. Immortus no dio el ancho. Fue definitivamente la peor villana de la serie. Sentí que no tenía una motivación clara y que los guionistas no sabían qué hacer con ella. Su desenlace además fue apresurado y conveniente. Simplemente me aburría y desesperaba cada que aparecía en pantalla. Creo que por eso no me gustó el episodio musical. Immortus era simplemente una Regina George combinada con una Sharpay Evans. Pero sin el carisma de ambas. Además, la trama de los traseros estuvo demás.
Pero sé que no todo fue malo. El personaje que más me sorprendió esta temporada fue Laura. Creo que su arco es el más crudo y desgarrador de la serie. Era una villana y parece que estaba condenada a serlo siempre. Por eso me gustó mucho su dinámica y relación con Rita y cómo encontró una familia con la Doom Patrol. Gracias a ellos, Rita encontró un propósito. Y aprendió que no todo era o blanco o negro, sino que había una escala de grises.
También me gustó que Jane sanara y por fin pudiera unir todas sus identidades. Creo que la escena que comparte con Niles en el pasado es una de las más fuertes y emotivas de la serie. El que Jane pudiera decir en voz alta que no solo Kay fue abusada por su padre, sino también todas las demás, fue muy poderoso. Y amé su relación con Casey, aunque me hubiera gustado que se desarrollara más porque realmente se complementaban.
Lo que sí extrañe un poco esta temporada fue la relación de amistad entre Rita y Larry. Como que en esta temporada se la pasaron peleando todo el tiempo y solo hasta el final se arreglaron. El dúo que más destacó y que para mí fue un punto clave de la serie desde su comienzo fue el de Jane y Cliff. De verdad, juntos son increíbles. Sus discusiones absurdas y llenas de palabrotas siempre me matan de risa. Y esta entrega no fue la excepción.
Asimismo, quiero destacar que la inclusión LGBT+ en Doom Patrol siempre estuvo en su punto. Me encantó volver a visitar a Danny the Street y que se le diera a Larry un interés romántico que sí podía estar junto a él gracias a sus habilidades.
Por último, el final fue perfecto para cada uno. Agridulce, eso sí. Rita y Larry se quedaron con las personas que amaban, Jane logró integrarse, Cliff pasó los últimos momentos de su vida junto a su familia (y vio a Rory crecer, aunque no estuvo presente) y Laura se vengó de la Granja de Hormigas.
En resumen, creo que la última temporada de Doom Patrol tuvo una pésima villana, pero su final hizo justicia a los personajes. Después de tanto sufrimiento, obtuvieron lo que querían. Y realmente voy a extrañar a esta familia de superhéroes disfuncional.
