Durante muchísimos años las categorías relacionadas a las series dramáticas han sido de las más emocionantes en las entregas de premios. Quizá porque equivocadamente se le ha quitado valor a las comedias y la ciencia ficción todavía sigue siendo apartada. Ni hablar de una serie como American Horror Story, por citar un ejemplo, que no compite como serie de terror. Pero bueno, esa es otra discusión.
En esta oportunidad trataré de fundamentar por qué cada uno de los actores merece el premio y quién, según el criterio de su servidor, reúne las condiciones para llevarse el premio como mejor actor dramático.
1 Bob Odenkirk (Better Call Saul)
Dentro de las categorías siempre hay actores con más chances que otros de llevarse el premio, y en esta edición hay un caso específico: Bob Odenkirk. Claramente es uno de los nominados que merece llevarse el premio a casa y que no pudo hacerlo el año pasado. ¿Por qué? El 2015 fue el final de Mad Men luego de 7 años como una de las series más importantes de la última década y Jon Ham merecía cerrar de gran manera el ciclo.
Más allá de los nombres que lo acompañan en la lista, Odenkirk no la tiene nada fácil, pero en la segunda temporada exhibió un nivel sobresaliente. La serie que a priori se pensaba como una gran comedia, resultó tener el intenso dramatismo de un producto de Vince Gilligan. Y claro, Bob Odenkirk reafirmó el gran presente que está viviendo en el papel de James McGuill/Saul Goodman. Pocos como él sostienen escenas tan dramáticas y patéticas sin errar el rumbo del tono. Sin embargo, Odenkirk dejó en claro que cuando finalice la serie (ojalá sea dentro de muchos años) tiene un gran futuro en TV como en el cine.
2 Kyle Chandler (Bloodline)
Aunque la primera temporada no fue de lo mejor que hizo Netflix, la segunda de Bloodline tuvo altísimos niveles de dramatismo gracias a este señor y la participación de Ben Mendelsohn. El famoso lado oscuro en el cuál se sumergió el personaje de Kyle Chandler es digno de estar en esta categoría. Lástima con quiénes comparte nominación…
3 Kevin Spacey (House of Cards)
Luego de una tercera temporada floja, en la cuarta de House Of Cards, el protagonista, Kevin Spacey perdió terreno y minutos en manos de su esposa en la ficción, Robin Wright. Pero más allá de los minutos perdidos, las escenas de Spacey fueron para encuadrar sobre todo con la inclusión de Joel Kinnaman como el Gobernador Will Conway. Un rival de ese estilo, despertó en Frank Underwood una astucia que tenía dormida. Además, el personaje principal enfrenta situaciones que no se esperaba con su mujer como máxima rival.
4 Rami Malek (Mr. Robot)
Aquí está otro de los serios candidatos a llevarse el premio. Su performance como el misántropo y obsesivo Elliot, con trastorno de personalidad múltiple, llevaron a Mr. Robot a convertirse en la serie de 2015 y a Remi a esta nominación. La construcción de su personaje es bellísima. Apoyado por la dirección, la puesta de cámara, la narrativa y todos los elementos que construyen la historia, su personaje fue de lo mejor del año pasado. Ojalá que gane algo porque el año que viene lo veo muy difícil.
5 Liev Schreiber (Ray Donovan)
El actor que no fue nominado para los premios Oscar por su participación en Spotlight (2015) sí fue nominado por su papel en Ray Donovan para los Globo de Oro y una vez más para los Emmy. Sin embargo, el excelente nivel exhibido en la serie de Showtime parece insuficiente para alzarse con la estatuilla. ¿Será este el año?
Más allá de que su papel merezca una premiación semejante, como pasa en la mayoría de los premios, no todos pueden ganar. En este caso, las chances para él, pese al personaje construido de gran manera como lo es Ray Donovan, no creo que le sean suficientes.
6 Matthew Rhys (The Americans)
El actor galés merece el premio por una sola escena de esta cuarta temporada. Para quienes sigan la serie, saben cuál es la escena a la que hago referencia, para los que no, acá va la explicación. La situación de Philip Jennings con Martha Hanson (Alison Wright) no daba para más y este tuvo que despedirla en una de las escenas más conmovedoras de la serie. Con tan pocos gestos, la despedida estuvo cargada de melancolía y una tristeza infinita que sólo canalizaron mediante un beso, un abrazo y una mirada tan… ¿cómo decirlo? Frío y vacío. Desgarrador.
Sin dudas es mi gran candidato y debería ser, de una vez por todas, reconocido por la Academia. Matthew Rhys es la elegancia, la sutileza y el ejemplo de cómo un actor puede convertirse en un sinnúmero de personajes con tan sólo quererlo.
