Luego que su estreno en cines quedara trunco debido a la pandemia que azota el mundo, Ofrenda a la tormenta, la tercera parte de la Trilogía del Baztán, llegó a Netflix. Este último capítulo también se basa en la novela de Dolores Redondo, dirigida nuevamente por Fernando González Molina y que trae otra vez a Amaia Salazar (Marta Etura) para terminar de investigar estos crímenes que tan ligados están a su pasado.
Esto es TODO lo que dejó el final de la Trilogía del Baztán
Esta tercera entrega comienza nuevamente con el asesinato de una beba y un padre intentando robar su cuerpo. Los investigadores encabezados por Amaia comienzan a atar cabos para descubrir que están adorando a Inguma. En la mitología del País Vasco se afirma que hay que ofrendarle específicamente niñas sin bautizar, primero porque los niños antes de los 2 años perciben cosas que los adultos no y ademas porque tienen que ser como ella, de su mismo sexo y edad, augurándole así mucha prosperidad a las personas que creen ella. La investigación sigue enfocada en la partera Fina Hidalgo (Ana Wagener), quien en la película pasada confesó colaborar en la muerte de cuna de las bebas, incluso la de la hermana gemela de Salazar. A todo esto, se pondrá de manifiesto que alguien está filtrando información sobre el caso…
Por otra parte, y no es un dato menor a comentar aquí, la protagonista debe, nuevamente, enfrentar a su familia ya que sus hermanas quieren enterrar a su madre pero ella está convencida que no ha fallecido y que todo es una trampa.
Sin abandonar la investigación, el equipo terminará en Francia y notarán que en el pueblo son muchas las muertes de cuna que han pasado. Al mismo tiempo, Salazar tiene problemas con su esposo y se acerca de a poco al Juez Markina (Leonardo Sbaraglia) en lo que parece una incontenible atracción.
Son muchos los golpes que recibirá la inspectora, sin dudas. Uno que la afecta es que su tía Engrasi (Itziar Aizpuru) le alerta que en una tirada de cartas pudo ver que un amigo suyo estaba en peligro. Primero piensa en Aloisius Dupree, su compañero del FBI, para descubrir que está desaparecido; todo está vinculado a la investigación que estaba realizando sobre sectas. Lo que no imaginó Amaia es que el peligro estaba más cerca y será Jonan Etxaide (Nene) el asesinado, cosa que dejará muchas pistas para la inspectora.
La clave en este caso será la ayuda del Padre Sarasola (Imanol Arias) quien explica la importancia que tuvo la brujería en la zona y comenta sobre un hombre que denunció sacrificios y se encuentra bajo la proyección del Opus Dei y la iglesia. Aquí aparece el nombre de Tabese, quien fuese el líder de esta secta satánica con mucha creencia en las brujerías. El hombre le cuenta todo y deja algo en claro: Inguma vuelve por las ofrendas que le deben. Salazar, envuelta por completo en el caso, que además tantas implicancias personales tiene, descubre que tiene razón: su madre está viva y se suicida delante de ella. Pero sabe que esto no es algo que Rosario (Susi Sánchez) quisiera hacer…
A raíz de esto tendrá una charla clave con Flora (Elvira Mínguez): Anne Arbizu era su hija, su madre quería convencerla de entregarla pero ella se fue a Pamplona y la dio en adopción. Volvió al valle cuando descubrió que había sido adoptada por los Arbizu y dos años antes de su asesinato había recuperado el vínculo hasta que Víctor la mato. Aquí tenemos la unión de todos los casos que hemos visto en la película, ya que los asesinatos del Basajaun se perpetuaban para obtener aquellas ofrendas que no fueron entregadas.
Pero no será solo eso: cuando parte del equipo consigue al fin la orden para investigar la denominada Casa Negra, Salazar se aleja de su grupo ya que Yolanda (Marta Larralde), esa madre desesperada que fue enviada a ella por el Juez Markina, encontró ese santuario con todos los cuerpos de bebés que fueron asesinados. Y aquí es donde se resuelve el caso: era de suponer que el Juez Markina era uno de los miembros; Tabese era Xavier Markina, su padre, el líder de la secta, y él continuó su trabajo. El Juez intenta acabar con Amaia, pero no lo logra.
Amaia logra saber qué es lo que sucede con los bebés, metiéndose no solo en un caso político atrapante sino también en toda una mitología interesantísima de la zona donde todo transcurre.
Un buen final para esta saga que realmente nos ha atrapado.
