Estas son las leyendas que dieron origen a esta saga

Ju-On: Origins llegó a Netflix y nos trae lo que sería la precuela de la historia en la saga de películas The Grudge. Somos testigos de cómo fue el inicio de esta maldición. Todo comenzó con una mujer que fue secuestrada, abusada y asesinada dentro de una casa. Lo tremendo de la historia continua ya que su captor no solo la sometía a abusos, sino que producto de eso nació un niño que le fue arrebatado, y a raíz de su muerte la maldición nació.

La maldición de la casa se propaga por la energía que se generó a raíz de esa trágica muerte a lo largo de los años y de los personajes que vamos conociendo. Pero así como la serie comienza basada en hechos verídicos y toma varios crímenes reales, vamos a ahondar en las leyendas urbanas que fueron parte de la historia.

La primera dice que la casa original presentada en las primeras películas de la saga está inspirada en una casa real. Llamada la Casa Amarilla, estaba ubicada en Nagoya, y se decía que estaba tan maldecida que cualquiera que entrara allí se volvería loco e incluso moriría. Desde ese momento la casa fue derrumbada para terminar siendo un estacionamiento, aunque por supuesto la leyenda sobre el lugar siguen existiendo.

Otra maldición es la de Kayako, una que forma parte de la cultura japonesa. Según cuenta la historia, todo comenzó con Kayako, una joven solitaria que habría sido abandonada por sus padres cuando era niña, y nunca llegó a hacer muchos amigos. Todo cambió cuando conoció a un hombre Takeo Saeki y se convirtió en la única persona que le importaba. Ellos se enamoraron, se casaron y tuvieron un hijo, Toshio. Los problemas llegaron cuando Taeko halló un diario íntimo de Kayako cuando era adolescente donde hablaba de los hombres que le gustaban con sus fantasías de enamorarse; el masculino creyó que su esposa lo engañaba en vez de averiguar de cuándo eran esas escrituras. En su ataque de celos, Taeko asesinó a Kayako con un cuchillo de cocina cortando su garganta; ella cayó al suelo y el único sonido que pudo hacer es el que suena en todas las películas Ju On. Luego Taeko, escondió el cuerpo de su mujer en el ático y ahogó al niño en el baño. La leyenda concluye con Kayako regresando como fantasma y estrangulando a su esposo hasta la muerte utilizando su cabello. La policía catalogó el hecho como suicidio. El espíritu de la mujer está anclado en la casa y acosando a todo aquel que atreva a entrar al lugar.

Por último, la historia de Kayako (al igual que la de la saga) toma también parte del mito de Onryo, uno japonés del Siglo VII que se podría traducir como espíritu negativo: aquellos que regresan al mundo de los vivos para obtener venganza por las malas experiencias que pasaron antes de morir.

Muchos son los Onryo que dicen que existen pero la historia más célebre, y muy similar a la de Kayako, es la de Oiwa, una mujer muy enamorada de su esposo llamado Tamiya Lemon que la deja embarazada. El mito dice que Tamiya no era un buen hombre, y no solo le era infiel sino que además asesinó al padre de su esposa antes de quedar expuesto por sus amoríos.

Lemon asesina a Oiwa, a su hija por nacer y a uno de los sirvientes para así poder casarse con una mujer hija de un hombre con mucho dinero. La maldición llega cuando, al momento de la boda, Lemon levanta el velo de su nueva esposa y ve el rostro podrido y desfigurado de Oiwa; envuelto en pánico la ataca para luego descubrir que era su esposa real. La vida de este hombre siguió bajo el tormento de Oiwa que lo fue engañando para que asesinara más personas.

Dicen que distintas personas de los equipos de la producción que cuentan esta historia previamente visitan la tumba de la mujer en Tokio para rezar y obtener su bendición.