Seguramente alguna vez viste alguno de los films de la serie que conocemos como The Grudge. Ya sea su versión original japonesa o la norteamericana, es una serie de películas muy difundida que cuenta la historia de una mujer, asesinada junto a su hijo, por su marido. El crimen violento da lugar a una maldición que, el pasado 3 de Julio, desembarcó en Netflix con una serie de escasos seis episodios llamada Ju-On: Origins.
Ju-On: Origins está pensada como una suerte de precuela de las historias que vimos en los films conocidos como The Grudge. En esta nueva entrega de la saga se muestra la que parece ser la primera víctima que desata esta maldición: una mujer secuestrada, abusada y asesinada dentro de una casa. Su captor, además, le arrebata a su hijo, producto de este abuso, que nunca vuelve a aparecer. Como en las películas, esta muerte producida en un contexto de tanta ira y perversión, da lugar a una maldición que se propagará a lo largo de los años y de diversos personajes, centrando su terrible historia alrededor de esta casa donde ocurrió este primer acto macabro.
El protagonista de esta historia es el investigador de lo paranormal Odajima, quien junta historias terroríficas con la excusa de escribir un libro. Así, entra en contacto con Haruko Honjo, una estrella de televisión que dice haber escuchado pasos como de niño pequeño en su departamento mientras dormía, que, obviamente, provenían de algo del más allá. Haruko y esas pequeñas pisadas serán nuestra puerta de entrada a esta maldición.
Como las películas, Ju-On: Origins nos llevará por distintas líneas temporales, con distintos casos de personas afectadas por la maldición tras haber entrado en contacto con la casa o, también, con alguien que haya estado en contacto con la casa.
Debo advertirles: no hay muchas series parecidas a Ju-On: Origins. La nueva producción de Netflix es perturbadora al extremo, con momentos de muchísima violencia en pantalla y otros de un terror psicológico que sacudirá hasta al más valiente. Su forma de asustarnos no será tanto a través de los clásicos scare jumps, sino a través de la construcción de una trama tensa y perversa que nos mantendrá con piel de gallina todo el rato.
Debo destacar, además, que lo que hace todavía más perturbadora a esta serie es que dice estar inspirada en hechos reales. Y lo está: el aumento de la violencia de género en su país fue lo que le dio la idea a Takashi Shimizu, el creador original de toda esta saga, para dar a luz Ju-On. A través del terror paranormal, Shimizu pone sobre la mesa una situación alarmante.
Si hay algo para criticarle a Ju-On: Origins es su brevedad. Los seis episodios de menos de treinta minutos cada uno se desvanecen en nuestras manos justo cuando empezamos a entender un poco más de esta maldición terrible.
Sin duda, Ju-On: Origins es una gran apuesta de Netflix a un tipo de terror no tradicional y merece ser celebrada. Eso sí, no podemos prometerte que a la noche no sientas unas misteriosas pisadas…
