El 21 de diciembre llegó, por fin, la segunda temporada de Marvel’s Runaways a la plataforma de Hulu. Luego de una primera parte que había sorprendido por su calidad visual, sus personajes, tanto jóvenes como adultos, tan bien desarrollados e interpretados y por las posibilidades de seguir ampliando el universo de Marvel en la pantalla chica, esta segunda entrega cae como un aire fresco para los fanáticos de los cómics que venían bastante golpeados luego de las cancelaciones de casi todos los Defenders en la plataforma de Netflix.
Hulu salió al rescate de los fans de Marvel con la segunda temporada
Al finalizar la primera temporada, los jóvenes protagonistas de esta serie se habían convertido finalmente en Runaways, es decir, habían escapado de sus casas, de sus padres y del villano Jonah, luego de un enfrentamiento bastante memorable a orillas de la excavación misteriosa que llevaba adelante la organización macabra PRIDE. Allí, los chicos demostraron sus fuerzas y sentaron las bases para lo que fue esta segunda parte llena de acción, rebeliones y superpoderes.
Lo más interesante de la segunda temporada de Runaways es que, a pesar de ser más extensa que la primera, no da descanso. En pocos episodios nos vamos a ver hundidos en una trama tan compleja y, a la vez, veremos tantas cosas, que sentiremos que no hay cómo seguir. Y sin embargo, Runaways sigue destapando misterios y haciendo crecer su universo.
Casi sobre el comienzo, los chicos descubrirán su mítica guarida: The Hostel, una mansión subterránea a la que llegarán casi por casualidad mientras persiguen a un joven de la calle que les ha robado los Fistigons de Chase. Gracias a esto, el grupo liderado por Nico (y a veces Alex), tendrá su base de operaciones, oculta del resto del mundo.
Rápidamente, también, seguiremos dándonos cuenta de lo perversos que pueden llegar a ser sus padres. Los adultos de Runaways no son ajenos para nada al asesinato, lo demostraron cada vez que sacrificaron un adolescente para alargarle la vida a Jonah, pero en esta segunda temporada irán por más: cada cabo suelto, se solucionará con una muerte.
Así, el odio de los chicos por sus padres seguirá creciendo, deseando cada día más hacer justicia. Sin embargo, también comenzarán a verse las diferentes personalidades de cada uno. Mientras Alex está obsesionado con hacer pagar a sus padres, Karolina sentirá una dualidad debido a su curiosidad acerca de sus orígenes. Y esa curiosidad sólo puede saciarla Jonah, el peor de todos.
Mientras tanto, Molly jugará un poco a convertirse en vigilante, mientras Nico termina de despedirse de su familia para siempre con tal de hacerse con el báculo y Gert y Chase intentan descifrar qué es lo que sucede entre ellos.
Por supuesto, también los veremos avanzar en cuanto al control de sus poderes. Nico, especialmente, se convertirá en la más fuerte del equipo, aunque su crecimiento mágico tendrá consecuencias. El espectador entrenado descubrirá que, a medida que Nico se vuelve más poderosa con el báculo, pierde control sobre sí misma y aparecerá, alrededor de sus ojos, un extraño efecto que nos recordará a Kaecilius en Doctor Strange. ¿Dormammu eres tú?
Karolina también aprenderá mucho sobre sus orígenes alienígenas, e incluso llegará a sentir pena por los suyos cuando descubra que están atrapados en el fondo de la excavación. Sobre el final de la temporada, además, ocupará el lugar que deja vacante Jonah entre los Gibborim, que la adorarán como a un mesías.
Es muy interesante también lo rápido que se deshacen de Jonah en esta segunda temporada. Cuando uno cree que es el gran villano, el padre de Karolina es derrotado en un esfuerzo comunitario entre padres e hijos, junto a todos los suyos. Sin embargo, este es solo el comienzo de una nueva etapa, donde tendremos que adivinar en quién podemos confiar, ya que muchos personajes se verán afectados por nuevos espíritus espaciales que poseerán sus cuerpos.
Además, la segunda temporada de Runaways nos trae nuevos personajes. El primero en aparecer es Topher, un joven relacionado a la muerte de los padres de Molly, que, de algún modo, se asemeja a ella en cuanto a sus poderes. La historia es trágica por demás, pero nada nos asegura que no volveremos a verlo.
Además, esta nueva entrega nos presenta a un personaje importantísimo en los cómics: Xavin. Esta alienígena, que llegó junto a Jonah a la Tierra pero que se encontraba atrapada en el fondo de la excavación, es la prometida de Karolina de acuerdo a las profecías del más allá. A Karolina le costará asimilarlo, sobre todo por su vínculo con Nico, pero eventualmente Xavin demostrará que es capaz de cualquier cosa para protegerla y, seguramente, tendremos mucho más de ella si se confirma una nueva temporada.
Por último, como decíamos en un comienzo, los fanáticos de Marvel venían golpeados luego de una serie de cancelaciones que llevaron a la casi destrucción del universo que se había creado en Netflix. Sin embargo, gracias a Runaways, podemos soñar con algo nuevo. Además de las semejanzas entre Kaecilius y Nico, que nos permiten pensar en lazos con el MCU, en varios episodios de esta segunda temporada podemos ver carteles de Roxxon. Roxxon es la empresa responsable de todos los desastres en Cloak & Dagger, así que damos por sabido que Runaways, Tandy y Tyrone existen en un mismo universo.
Si queremos ir más lejos, gracias a la detective Brigid O’Reilly que venía de Harlem, sabemos que Cloak & Dagger existía en el mismo universo que The Defenders. ¿Todavía hay esperanzas para los cancelados de Netflix? ¿Será de la mano de Hulu o de la mano de Freeform? ¿O tendremos que darnos por vencidos los que todavía no superamos la pérdida del diablo de Hell’s Kitchen y los suyos?
El final de la segunda temporada de Runaways nos deja un poco desolados: el grupo se ha dividido. Todo comienza con la partida de Chase, pero termina desembocando en un quiebre que no solo afectará a los jóvenes, sino también a los adultos. Nuevos villanos terminan de revelarse, desencadenando un sálvese quien pueda. Necesitamos una tercera temporada para poder ver a nuestro querido grupo de jóvenes talentos unidos para vencer el mal.
