Final Space, la serie creada por Olan Rogers, emitida originalmente por la cadena TBS pero que, por suerte, todos podemos disfrutar actualmente en Netflix, es uno de los grandes hallazgos en animación de este año.
La serie sigue los pasos de Gary Goodspeed, un astronauta casual, su amigo alienígena (también casual) Mooncake y su lucha contra el terrible Lord Commander para salvar al universo. ¿Todavía no te decides a verla? No te preocupes, aquí te damos siete razones para que lo hagas.
Salida de los más clásico de la ciencia ficción, Final Space tranquilamente podría ser un episodio de series clásicas como Star Trek: una nave con un héroe impensado es la clave para salvar al universo de un final atroz en manos de un villano muy villano. Así y todo, logra tocarnos en las fibras más íntimas y conmovernos.
Final Space es increíblemente bella visualmente. El espacio nunca se ha visto mejor. Los colores, las peleas, los detalles, todo está excelentemente logrado.
Cada uno de los personajes de Final Space es entrañable. Desde el ridículo Gary, pasando por el adorable Mooncake (¿quién no quiere un Mooncake en casa?), hasta el terrible Lord Commander y el insoportable KVN.
Sin duda, esos personajes no serían ni la mitad de entrañables que son sin los expertos que ponen las voces. Desde clásicos como Tom Kenny hasta algunos más innovadores como Steve Yeun y David Tennant, nos sorprenden a todos. Si quieres saber más de ellos, no te pierdas esta nota.
Durante todos sus episodios, Final Space juega con un recurso muy interesante: la anticipación. Al principio de cada capítulo nos encontramos con Gary, flotando a la deriva, perdiendo oxígeno minuto tras minuto. Final Space nos dice desde el episodio uno que el éxito no va a ser posible y, sin embargo, devoramos capítulo tras capítulo intentando encontrar la salvación para nuestros personajes.
A pesar de ser también muy conmovedora (prepárense para derramar algunas lágrimas), la clave de Final Space es su humor. Esta serie animada explota todos los clichés de la ciencia ficción y de la animación, burlándose de los géneros y regalándonos momentos delirantes.
Otro punto fuerte de Final Space es la utilización de la música dentro de la historia misma, logrando crear unos climas espectaculares. HUE, play the good stuff.
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