Sean Bean y las muertes más icónicas que ha tenido en pantalla

Un 17 de abril de 1959 en la ciudad inglesa Sheffield del condado de Yorkshire del Sur, Inglaterra, Reino Unido nació Shaun Mark Bean, conocido como Sean Bean, quien comenzó su carrera actoral a mediados de los 80 y el cual es popularmente conocido por sus personajes en El Señor de los Anillos y en Juego de Tronos.

Pero también es altamente recordado por muchos porque gran parte de su carrera actoral está llena de personajes que mueren previo al final de la historia, lo que lo ha llevado a ser un actor icónico, ya que su aparición en cualquier producción es casi un sinónimo de que lo veremos morir.

Celebrando su vida, irónicamente hacemos un repaso por algunas de sus icónicas muertes en pantalla que enlisto a continuación:

En esta película que nos ubica en la Europa medieval donde la plaga ha azotado a esta zona, da vida a Ulric, un caballero que es enviado por la Iglesia para investigar rumores sobre un pueblo oculto en un pantano, supuestamente inmune a la plaga. Al final, Ulric es capturado por los aldeanos y desmembrado por caballos mientras revela que él está infectado por la peste y que la ha llevado a la aldea.

En esta película futurista de 2002 comparte crédito en pantalla con Christian Bale, en donde interpreta al clérigo Errol Partridge dentro de un mundo distópico donde las emociones están prohibidas. Partridge es ejecutado a sangre fría por John Preston (Bale) después de ser descubierto leyendo poesía, un acto prohibido porque en esa sociedad esa actividad deriva el sentir emociones.

El director Jim Sheridan (Hermanos) nos presentó la historia de los McCabe, padre e hijo que intentan hacerse de un terreno de siembra que han trabajado por años y que ahora la propietaria piensa venderlo. Tadgh McCabe (Bean) es un hombre que ha vivido a la sombra de su padre y debe ayudarlo para conseguir su objetivo, pero al enamorarse de una mujer irlandesa se da cuenta de lo que él quiere. Su padre, al verse traicionado, se vuelve loco y Tadgh al intentar detenerlo muere al despeñarse un acantilado.

No hay duda que es la muerte más icónica de su carrera actoral y que cambió la forma de ver una serie de televisión, porque hasta antes de lo sucedido, no muchos hubiésemos imaginado que Ned Stark, el que era el protagonistas de la primera temporada de Juego de Tronos, pudiese perder la cabeza. La supuesta traición al rey de Westeros enfurecieron al joven rey Joffrey, quien pidió la cabeza de quien fuese la mano del rey de su padre.

Durante su carrera también fue uno de los villanos de James Bond, en la era de Pierce Brosnan. Bean se metió en el papel de Alec Trevelyan, un exagente del MI6 convertido en villano que busca hacerse con el GoldenEye, un arma espacial ultrasecreta que emite pulsos nucleares que inutilizan cualquier equipo electrónico. En su lucha contra Bond, este es arrojado a una plataforma donde se ubica una antena, la cual explota y lo termina por matar.

Otra muerte en una historia con tintes medievales en donde interpretó a Boromir, el capitán de la Torre Blanca, que juró lealtad a la comunidad del anillo, pero que se vio sucumbido ante el poder del anillo único tratando de persuadir a Frodo. Su actitud lo avergonzó y para redimir sus actos defendió hasta su muerte a Merry y a Pippin, quienes fueron asaltados por los uruk-hai.

Jack Ryan, el personaje clásico de las novelas de Tom Clancy, ha sido llevado a la pantalla en múltiples ocasiones, en 1992 con Harrison Ford en este papel, donde Bean dio vida a Sean Miller, un terrorista irlandés, que busca venganza por la muerte de su hermano Paddy. En su intento por cumplir su objetivo, casi lograr acabar con Ryan, quien termina matándolo al arrojarlo al mar desde un bote inflable.