Ahora es tiempo de conocer la historia de Aladdin y Jasmine los cuales si están apegados a la animación. aunque creo que les falto algo de punch, bien por el nuevo Jaffar
La semana pasada nos presentaron a Jasmine, adelantándonos que este episodio se centraría en ella y su búsqueda de Aladdin. No entendíamos qué papel podrían tener estos dos en las tramas que hemos visto hasta ahora, pero al final ha resultado más relevante de lo que habríamos podido imaginar, muy seguramente en la segunda parte de la temporada nos iremos a los arenosos desiertos eternos. (No de Dune, aunque estaría…)
Aquí descubrimos que Aladdin no tuvo los fierros para ser un salvador y mejor se echó para atrás en la tarea, con todo y esas mágicas tijeras doradas que le dio el mamador de Jaffar.
Ahí un poco de taché para Hook quien por chacal y en nombre claro, del amor verdadero, decide esconder las tijeras del destino, uno nunca sabe cuándo las puede necesitar, esto como siempre nos va llevar a la inevitable situación de famoso: Te lo dije…
Si tenemos que hablar del momentazo del capítulo todos estaremos de acuerdo: Zelena (Rebecca Mader) y Evil Queen en el Spa del pueblo hablando de sus intentos de conquista con Gold (Robert Carlyle) ha sido oro puro. No nos importaría ver más escenas como estas.
Desde que la Reina Malvada ha asomado su malicia por Storybrooke, Zelena ha ganado puntos, tener una hermana que fomentase su lado ‘wicked’ era lo que su personaje necesitaba para que volviese a parecernos interesante.
Regina no va a ser feliz con este cambio, pero ese es el mejor de sus problemas, sobre todo ahora que su otra mitad conoce las visiones de Emma y lo que esa información conlleva.
Este, junto con el capítulo en el que nos contaron la historia de Cenicienta, ha sido sin tener demasiadas dudas, uno de los más entretenidos de una temporada que sí, solo lleva 5 episodios, pero después de ver cien veces lo mismo, es de agradecer que ‘Once Upon a Time’ vuelva a los inicios de sus brillantes primeras temporadas: contándonos historias reinventadas sobre lo que ya conocíamos, devolvernos a la infancia, pero desde una perspectiva más “madura”.
La línea de Aladdino sigue siendo interesante, pero al final una parte de mí en secreto amaría que por ahí saliera la reina de corazones de la fallida Once Upon a Time in Wonderland
La película lo tiene todo: el carisma de Gosling, la presencia de Blunt y los chistes simplones en yuxtaposición de la complejidad coreográfica con peleas que incluyen un ingenioso manejo de cámaras.
