Supernatural, la serie por excelencia de las resurrecciones

Si viste Supernatural de principio a fin, no podrás negar que la resurrección fue uno de sus recursos más gastados. Y es que Sam y Dean Winchester nunca morían definitivamente… bueno, hasta que lo hicieron en la quinceava y última temporada. Pero acá hablaremos de cómo las resurrecciones en Supernatural fueron un elemento clave de esta historia que podríamos describir como un fanfic de la biblia.

En la serie, había diferentes maneras de resucitar y ser resucitado. Por ejemplo, seres como Dios, los ángeles, los arcángeles, serafines, la Oscuridad, la Sombra, la Muerte, parcas, demonios (a través de tratos) y brujas (con hechizos) tenían la capacidad de traer personas de la muerte. Pero había reglas y limitantes. En algunos casos, como el de los ángeles, se necesitaba de todos los átomos del individuo para hacerlo. Mientras que en el caso de Dios y la Oscuridad podían resucitar a alguien desde cero, es decir, volver a crear el cuerpo.

Sabemos que Dios resucitó tres veces a Castiel para que ayudara a los Winchester a detener el apocalipsis. Que Dean hizo un trato con un demonio para traer de vuelta a su hermano a cambio de su propia vida. Que la marca de Caín trajo a Dean de vuelta luego de que Metatron lo apuñalara, solo que volvió como un demonio. Y que la Oscuridad resucitó a Mary Winchester después de haber estado 33 años muerta como agradecimiento a Dean.

Todas estas resurrecciones hicieron avanzar la trama así como madurar a los personajes, aunque también eran una excusa para seguir con más temporadas. Y es que al principio, que Sam o Dean murieran, era un golpe muy emocional para los fans, pero con el tiempo, nos acostumbramos a que fueran, en cierta medida, inmortales.

Sin embargo, si lo pensamos, el que Dean y Sam resucitaran una y otra vez y no pudieran obtener descanso, era trágico. No era una bendición. Principalmente porque eran títeres en una guerra del cielo contra el infierno. Ellos no podían decidir cuándo descansar. No tenían libre albedrio. Además de que los hermanos tenían una relación tóxica y codependiente. No podían vivir el uno sin el otro y esto los llevaba siempre a sacrificarse para resucitar al otro.

Conforme avanzaron las temporadas, Dean y Sam pudieron librarse de Dios y su juego y también aprendieron a respetar las decisiones del otro, ya que al final vimos que Dean le pidió a Sam que no lo reviviera, y así lo hizo. Dean fue al cielo y Sam vivió una vida larga y plena en la Tierra hasta que le llegó la hora de reunirse con su hermano.

Como vemos, Supernatural llevó al extremo las resurrecciones, tanto que es difícil llevar la cuenta. Sin embargo, fue un elemento que sirvió para hablar del libre albedrío, del autoritarismo, de la autonomía, de la libertad, del destino, del sacrificio y de la dependencia.