Hope se mete rápidamente en problemas para tratar de llamar la atención de su padre y los problemas ya empiezan a aparece en New Orleans.
Volvió The Originals y aparentemente los dramas de los Mikaelson siguen aunque nos separen 7 años desde la última vez que los vimos. Luego del final de The Vampire Diaries, The CW, también decidió junto a Julia que este será la última temporada de los primero vampiros que existieron. En este inicio nos pusieron al día con todo lo que anduvo pasando en la vida de los protagonistas pero debemos empezar hablando de nuestra querida Hope que ya es una adolescente rebelde que quiere ver a papá y haría lo imposible para llamar su atención aunque eso ponga en peligro la paz que tanto costó conseguir en New Orleans.
Hope hace casi cinco años que dice no hablar con su padre y está juntando dinero para escaparse a Francia así puede ir a verlo. El tema es que para conseguir lo que necesita, entre otras cosas, le dio su sangre a un lobo y este se suicidó para transformarse en híbrido. Entonces, nos recordaron de qué sirve la sangre de ella y que con él, sólo suman cuatro híbridos, ellas dos, Nick y este muchachito que está causando problemas. Además de matar a una persona, mató a la dueña del bar al que todos van, así que ahora los vampiros del barrio quieren que ese niño muera. Por suerte, Hayley pudo hacerlos entrar en razón, pero al final del episodio parece que alguien le declaró la guerra a la familia.
Lo poco que pudimos ver de Hope me gustó mucho, tuvo muchos comentarios feministas, se nota que es bastante badass y con la familia que tiene era lo mínimo que me esperaba de ella. El momento en el que sonó el teléfono y vio que era su padre, me pareció hermoso porque toda esa valentía que tenía quedó anulada e igual que Klaus, los dos quedaron paralizados ante la voz de la otra persona. Él venía de tener una buena regañada por parte de Caroline por cómo estaba tratando a su hija y ahora, a pesar de tener que permanecer lejos por el bien de todos, cuando se enteró que mamá lo necesitaba, salió corriendo para New Orleans.
Klaus ama a su hija más que a nada en el mundo y se alejó porque sabe que si tuviesen una relación, sería imposible para él no verla. Por eso, decidió escaparse y evitar cualquier tipo de contacto. Mientras tanto encontró un hobby y está matando a cualquier persona que podría ser un enemigo de la familia porque Elijah no tiene recuerdos y eso lo hace vulnerable a cualquiera que lo reconozca. Obviamente, sigue siendo uno de los vampiros más poderosos del planeta, pero cualquiera que se le acerque es un desconocido y eso es un problema. Igual, a los hermanitos les sirve para poder acercarse a él y poder tener algunas conversaciones con este gran hombre, pero en algún momento tendrán que hacerlo volver a New Orleans, porque está comenzando el caos.
El resto de los hermanos está con los mismo problemas de siempre. Rebekah, a pesar de haber vivido mucho con Marcel le dijo otra vez que no al casamiento por los problemas con sus hermanos. Medio que ya me aburrió el un poquito el ida y vuelta entre ellos, pero esto sirvió para que Rebekah vaya a Klaus y para que Marcellus vuelva a New Orleans para volver a tomar control de los vampiros de la zona. El que parece que está bastante bien es Kol que está con Davina en un lugar muy tranquilo, los dos viviendo felices y con una muy buena relación con su sobrina, así que no estará muy contento cuando le toque regresar, pero aunque Elijah no lo recuerde, el “siempre y para siempre” es una promesa que les pesará cuando llegue el momento de proteger a su familia.
La que me da un poco de pena es Freya que siempre tiene que estar corriendo atrás de la familia y aunque trate, no le sale evitar poner a su familia por delante de sus problemas. En este episodio hasta armó las maletas para ir a visitar a su novia que está fuera del país, pero bueno, seguramente tendrá que posponer todo porque su cuñada ha sido secuestrada, su hermano mayor está volviendo a la ciudad muy enojado, está lloviendo sangre y esto me parece que es lo suficientemente grande para hacer que se quede en casa a ayudar. Entonces, se nos vienen algunos reencuentros la semana que viene y no veo la hora de ver el abrazo entre Klaus y Hope.
