Hace pocos días Un gallo para esculapio se alzó con el máximo galardón de la televisión argentina: el Martin Fierro de Oro a la producción del año. Movida por una gran calidad que va desde sus interpretaciones hasta la dirección, la serie se inserta en el bajo mundo del Oeste del Gran Buenos Aires, Argentina, y desde allí nos cuenta una historia mínima que con el correr de los capítulos se torna grandilocuente, oscura y sobre todo, precisa.
A continuación te ofrecemos algunas de las razones por las cuales esta serie vale la pena y más si todavía no la viste.
1 Historia
La historia nos presenta a Nelson, un muchacho oriundo de Misiones que viaja desde esa provincia a Buenos Aires para llevarle a su hermano un gallo de riña. Al no encontrarlo, el protagonista poco a poco se irá insertando en mundo hostil, peligroso, regido por una batalla de piratas del asfalto. Existe una sospecha: nace una búsqueda que es la de saber qué paso con su hermano. Es así como Nelson conoce a Chelo el jefe de una de las bandas más peligrosas del Conurbano Bonaerese. La vida de Nelson, a partir de aquí, cambiará para siempre.
A lo largo de sus 9 episodios la serie se muestra realista, logrando matizar una ciudad caótica con lo mejor del western. Sin dudas la fotografía y el montaje en este caso hacen mucho para que el show se instale como algo de calidad.
2 Elenco
El elenco está encabezado por Peter Lanzani (El Clan) que en el último tiempo ha dado muestras de un gran crecimiento actoral e interpretativo. La serie también cuenta con el siempre brillante e interminable Luis Brandoni (El hombre de tu vida) encarnando a Chelo Esculapio, logrando un personaje cruel, austero y de doble moral, capaz de destruirlo todo en beneficio propio. Completan el reparto Luis Luque, Eleonora Wexler, Ariel Staltari.
3 Escenarios y realidad social
Como se ha mencionado con anterioridad, la serie muestra una gran calidad fotográfica y de montaje, pero esto no se completaría sin la presencia de buenos escenarios. Tomando como marco el Conurbano Bonaerense, un sitio plagado de recovecos y lugares que van desde lo lúgubre hasta lo espacioso, la serie logra que los personajes se muevan con incertidumbre, inseguros del próximo paso. Como diría la gran banda Divididos “en el Oeste está el agite”, y aquí claramente lo podemos notar.
Impecable selección de escenarios.
4 La realidad social como argumento
Si bien Un gallo para esculapio toma como base argumentativa la realidad social de Argentina– esto lo evidenciamos con la llegada de Nelson a Buenos Aires, por ejemplo-: la misma no se muestra explícitamente, sino que con pequeños planos / secuencias somos testigos de ella. Eso es un gran logro, ya que desde este punto solo nos preocupamos, como espectadores, en entender lo que sucede con los personajes sin necesidad de entender de conflictos políticos internos. La historia es mínima y a la vez, con el correr de los capítulos, se torna universal.
5 ¿Por qué, entonces, hay que ver 'Un gallo para esculapio'?
Porque promete altas dosis de acción y momentos de enorme dramatismo; porque refleja, sin abusar, la realidad social que atraviesa Argentina, mérito enorme de sus guionistas Bruno Stagnaro y Ariel Staltari; porque va de menor a mayor, jugando con el suspenso hasta el último minuto de cada capítulo…
Una buena historia, un western sudamericano en el que TNT puso los ojos y no se equivocó.
Un gallo para esculapio se ha convertido en una de las producciones más originales de Argentina de los últimos tiempos. Así que prepárense algo rico para comer en un maratón, porque les garantizo que esta serie los va a mantener atrapados hasta el final.