En este nuevo episodio de Walker tenemos un poco más de acción policial. Cordell junto a Micki están detrás Sharon Terreto, una traficante de armas. El problema es que descubrirán que Hoyt Rawlins, quien es amigo de toda la vida de Walker, está en medio.
Así que mientras que Micky considera que Walker tiene un punto ciego, Cordell demuestra que no es así. También tendremos flashback de hace 17 años atrás cuando Emily con su Mustang estaba enseñándole a manejar a Walker, como también cuando le anunció que estaba embarazada y que entregaría justamente su auto para poder obtener dinero.
Mientras tanto Walker como Micki van detrás de esta traficante de armas, las cosas en la casa de Cordell se encuentran bien. Stella debe enfrentarse a los cargos por posesión de marihuana y cuenta con el apoyo de su padre.
Por otra parte Stella y August asisten a la Hoguera, una celebración que realizan los adolescente que la hija mayor de Walker descubre que su madre es una de las que la creó. Lo divertido de esto es ver cómo August termina ebrio convirtiéndose en la broma de toda la familia.
La llegada de Hoyt no solo alerta a Walker, sino que además nos deja en claro que las cosas entre Abeline y Bonham no están del todo bien.
Con respecto al caso policial, Micky y Walker logran realizar una redada logran capturar a Hoyt, ya que justamente Cordell sabía cómo su amigo iba a actuar. Lo bueno, es que antes le devolvió el Mustang de Emily que era él quien lo había ganado en la apuesta.
Por último, Cordell acompaña a su hija a la corte para que obtenga su sentencia de 100 horas de servicio comunitario además de perder su licencia. Pero así como hace 17 años Emily le enseñaba a manejar, Walker lleva a su hija a conducir el Mustang de su madre.