¿Qué fue la revolución naranja? Netflix te lo explica

A principios de los ’80, un pequeño pueblo del Estado de Oregón habitado por ancianos se ve invadido de un día para el otro por una misteriosa muchedumbre vestida de naranja que llega desde los sitios más recónditos del globo. Las máquinas constructoras se encienden y el desértico paisaje montañoso ahora comienza a llenarse de hogares, granjas y diversos centros recreativos. Rituales estremecedores, sexo al aire libre y devoción por un líder hipnótico que algunos reconocen como el nuevo Buda. No quedaban dudas: la revolución naranja había llegado a América para quedarse.

Aunque hoy en día pueda sonar un poco surrealista, lo cierto es que esta aventura ocurrió de verdad y significó todo un acontecimiento histórico para los lugareños y la prensa norteamericana que miraban extrañados como una secta originaria de la India comenzaba a expandirse por su territorio. Dirigido por los hermanos Maclain y Chapman Way, este documental cuenta a través de interesantes entrevistas y registros fílmicos de la época, las peripecias en el traslado a Estados Unidos de la comuna liderada por el maestro Bhagwan Shree Rajneesh (luego conocido como Osho) que casi desata una guerra civil.

La tensión entre el partido de Indira Gandhi, la Primera Ministra india de aquel entonces, y el movimiento que impulsaba Osho, fue decisivo para que éste tomara la determinación de mudar su comuna a otro Estado. En ese momento, los seguidores del gurú, bautizados como sannyasins, habían aumentado precipitadamente y era menester conseguir un sitio despoblado y de grandes hectáreas para desarrollar su Ashram o asentamiento religioso. Así fue como en 1981 y luego de una larga búsqueda, su vocera y mano derecha Ma Anand Sheela trasladó al gurú y a su grupo al norte de Oregón, en Wasco.

Las cosas se empezaron a complicar desde un principio, cuando los vaqueros del pueblo de Antelope, la mayor parte de ellos jubilados conservadores que se habían establecido en aquel lugar en busca de tranquilidad, vieron que su ciudad estaba siendo “tomada” por un grupo de fundamentalistas que se parecían bastante a los hippies de aquellos años. De ahí en más, todo se torna en una guerra imparable que consigue llegar hasta los altos mandos del poder político y la prensa internacional.

Ma Anand Sheela es, sin duda, la figura central dentro de este documental. Quizás hasta más importante que el propio maestro espiritual. En aquella época, Osho había decidido retraerse y guardar silencio, casi no se mostraba en público y solo mantenía conversaciones con su vocera. Con una personalidad provocadora y tenaz, Sheela se paseaba por los programas de televisión manteniendo belicosos debates e incitaba a los sannyasins a pelear hasta las últimas consecuencias con tal de evitar la expulsión de la comunidad. El testimonio que la líder condenada a 20 años de prisión en 1985 brinda desde su actual residencia en Suiza resultan imprescindibles para comprender cómo de a poco logró hacerse con el control de una comunidad integrada por miles de fieles.

La serie documental que requirió un trabajo de cuatro años por parte de los hermanos Way, se destaca también por su fotografía y una espectacular banda sonora compuesta por canciones de música folk y rock indie alternativo, que incluye cantautores como Marlon Williams, Damien Jurado y Bill Callahan. Cabe resaltar además la excelente tarea de montaje, con testimonios de los pueblerinos, ex miembros de la comuna, políticos y abogados combinado con material de archivo de rituales, conferencias y algunas animaciones sobre los sucesos narrados en primera persona.

Wild Wild Country es una serie tan adictiva como controvertida que revela las dos caras de una historia increíblemente real. Una oportunidad de conocer un poco más el trasfondo político y económico alrededor de la religión y el resultado del choque de culturas entre Oriente y Occidente.