En la lista de las series que más se centran en las drogas y las adicciones, Breaking Bad y The Wire se destacan por sobre todas. Más allá de que son distintas, este temas las une y aquí analizaremos cuál de las dos desarrolla mejor el inconveniente que provocan las adicciones.
The Wire y Breaking Bad no son las únicas dos grandes series que incorporan el narcotráfico, las adicciones y la fabricación de drogas dentro de su trama, podemos nombrar a Los Soprano, Succession, Euphoria, Peaky Blinders y Dopesick entre otros, pero estos dos programas en particular hacen que absolutamente todos sus personajes estén relacionados a las drogas de alguna u otra manera.
Ambos shows tratan el tema desde dos enfoques diferentes: en Breaking Bad, la fabricación de drogas por parte de Walt es, en principio, una solución para pagar su tratamiento contra el cáncer. Al no contar con salud pública en Estados Unidos, costear las sesiones de quimioterapia tiene un valor desmedido y la venta de metanfetamina es el único camino que encuentra para hacer mucho dinero rápido.
En The Wire, las drogas son el negocio principal del que viven decenas de familias en Baltimore. La fabricación, el precio, la calidad y la venta de los estupefacientes en las esquinas de la ciudad es una marca de cuál es la pandilla que está al mando. Quien tiene la droga, tiene el poder.
En los dos programas, todos tocan las drogas: en The Wire, existen quienes las venden, quienes las consumen y quienes tratan de encarcelar a los vendedores. La droga está en el medio de todo. No hay un solo personaje que no se haya visto beneficiado o perjudicado por los estupefacientes. Son la moneda de cambio de la ciudad.
Por el lado de Breaking Bad, el foco está puesto principalmente en quienes la fabrican, aunque también tenemos a las fuerzas de seguridad y a los consumidores. Sin embargo, aquí eligen contar la historia desde el lado de quienes crean la droga: Tuco, Walt, Gus, Jesse e incluso algunos cocineros más.
En ambos casos, las drogas terminan destrozando la vida de los personajes principales. En Breaking Bad a Jesse le quita su futuro, a Gus, Mike, Walt, Jane, Tuco y unos cuantos más les cuesta la vida. El negocio de la venta de metanfetamina se lleva la mayor parte de las víctimas, pero otras también mueren por ser adictos.
Algo similar pasa en The Wire, aunque aquí no solo es el negocio de las drogas el responsable de decenas de muertos, sino que las víctimas también caen por la corrupción del sistema. En la serie vemos cómo cada parte del capitalismo, la educación, la seguridad y demás instituciones contribuyen a que en Baltimore los estupefacientes sean la única salida de la pobreza.
The Wire se destaca por su narrativa lineal, con una descripción honesta y precisa de la pobreza, la política y la policía de Baltimore (aunque también aplica a cualquier otra ciudad). Esto fue el resultado de las experiencias de su creador David Simon (un exreportero de policía del Baltimore Sun) y el escritor Ed Burns (un exdetective de homicidios del Baltimore Departamento de Policía).
El realismo de Breaking Bad es más estilizado, incorporando paisajes cinematográficos, lapsos de tiempo, flashbacks y tomas basadas en el estado emocional y psicológico de sus personajes. Vince Gilligan, aprendió su oficio bajo la tutoría creativa del creador de The X-Files, quien era un narrador muy visual.
Los dos programas logran crear un apasionante e inigualable retrato de la vida con una crítica social aguda y una precisión impresionante. A pesar de sus diferencias, nos dejan una sensación amarga, pero en el buen sentido. Es decir, ambas son “demasiado reales” (si es que ese término existe) respecto a cómo tratan el tema de las drogas.
