¿Qué hacía Darth Vader en la Estrella de la Muerte durante los eventos de Star Wars IV: A New Hope, si en algún momento de esa historia el villano decía que “la habilidad de destruir un planeta es insignificante, a lado del poder de La Fuerza“?
Años después de la película original de 1977, se reveló en Darth Vader Annual #2 –previo a lo que queda patente en la película Rogue One: A Star Wars Story (2016)– que el otrora Anakin Skywalker siempre estuvo celoso de la construcción de la Death Star como recurso crucial para mantener sometidos a los planetas bajo el régimen de El Imperio.
La historia habla de un sabotaje contra la construcción de la Estrella de la Muerte y el eventual conflicto entre Vader y Grand Moff Tarkin, el cual estriba en que Vader no quería que Palpatine tuviera “otro recurso” de sometimiento, además de él mismo.
Pues bien, este nuevo canon evoluciona en las recientes novelas de Timothy Zahn, Star Wars: Alliances y Star Wars: Treason, donde resulta que la raza Grysk de la Región desconocida quiere infiltrarse a El Imperio. Estos seres son capaces de someter el deseo de otras razas, convirtiéndolos en sus esclavos, por lo que obtener el poder de la Death Star habría sido catastrófico para El Imperio. Así el general Thrawn asigna a Tarkin y a Vader a la Estrella de la Muerte a fin de proteger la enorme arma de la influencia de los Grysk, considerando que Vader no sería vulnerado por esta capacidad, gracias a su lazo con La Fuerza.
Así que, 42 años después, por fin sabemos por qué estaba Darth Vader en un lugar y circunstancias que odiaba. ¡Vaya!