El Complejo de Ícaro y cómo Sonido de Libertad interpela la ambición paternal - Spoiler Time

El Complejo de Ícaro y cómo Sonido de Libertad interpela la ambición paternal

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Lo que muchos críticos nunca te dijeron.

Ícaro fue hijo de Dédalo, tal vez el arquitecto más importante de la mitología griega. Este hábil artesano fue famoso por haber construido el Laberinto de Creta, recinto en el que el rey Minos encerró al Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Al ayudar a Teseo, rey de Atenas, a escapar de dicho laberinto, el rey Minos encerró a Dédalo junto a su hijo Ícaro en la construcción mencionada.

Pasado un tiempo, y dado que por tierra era imposible, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para que él y su hijo escapasen del laberinto por los cielos. Fue así que enlazó las plumas centrales con hilo y con cera las laterales. Antes de comenzar su travesía, Dédalo le avisó a Ícaro que no volara demasiado alto porque el calor del sol podría deshacer la cera y así perdería sus alas. Bajo un halo de impulsividad juvenil, ambición y soberbia, el joven no hizo caso a las advertencias de su padre. Y sucedió lo anticipado: Ícaro voló muy alto, la cera se derritió y cayó al mar, perdiendo su vida.

Remarco para este artículo la palabra ambición.

En la década de 1960, el psicólogo Henry A. Murray catalogó como Complejo de Ícaro a aquella patología que describe un tipo particular de carácter ambicioso, hecho que lleva a las personas que lo padecen a la absoluta autodestrucción. Si bien esa ambición está más relacionada a rasgos narcisistas o a sujetos impulsivos con tendencia a las relaciones interpersonales de manera superficial, podemos ver cierto paralelismo del Complejo de Ícaro en el rol de Roberto, el padre de los niños secuestrados y abusados que nos muestra el filme Sound of Freedom (Sonido de Libertad).

El personaje interpretado por el hondureño José Zúñiga se demuestra como una víctima más de lo sucedido: con muy buena fe, confía en que Giselle (Yessica Borroto) solamente realizará un casting con sus hijos Miguel y Rocío ya que les ve futuro en el mundo de la moda y/o espectáculo; luego, la familia podrá seguir con su vida. Por supuesto, eso no es lo que acontece, y luego vemos la desesperación de ese padre ante la desaparición de los pequeños.

La gran mayoría (por no decir todos) de los críticos hicieron eco de la trata de menores en Sound of Freedom (Sonido de Libertad), de cómo las mentes pueden llegar más oscuras que la noche, tan repulsiva que hasta el mismo Diablo se asustaría. Pero, ¿cómo se originó el pesar de esta familia? La respuesta puede verse en datos, los mismos que a muchos los asustan pero que nunca suelen fallar.

A través de informes de la ONU, en América Latina la pobreza es un problema constante. Los países más afectados por ella suelen ser Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Bolivia. Casualmente, las primeras escenas de Sound of Freedom (Sonido de Libertad) se desarrollan en Honduras. Según datos del Banco Mundial, para 2019 aproximadamente el 47% de la población hondureña vivía por debajo del umbral de la pobreza. O sea, con dificultades para acceder a necesidades básicas como alimentos, vivienda y servicios de salud. A su vez, en el mismo estudio del Banco Mundial, se hace foco en que el 25% de la población vivía en condiciones de pobreza extrema.

A su vez, la misma entidad que acabo de mencionar el ha estado involucrada en proyectos y programas destinados a mejorar las condiciones de vida de los niños y abordar la explotación infantil en Honduras, práctica a la que muchos padres recurren para salir de su estado económico paupérrimo.

A lo que voy con esta miscelánea, y haciendo una lectura rápida de la trama, el personaje de Roberto es la representación de la irresponsabilidad total, y por qué no, de la ambición. Apenas vi los primeros minutos de la cinta lo primero que me pregunté fue ¿cómo es posible que un padre deje en manos de una desconocida a sus dos hijos? Muchas veces la explotación infantil en los países latinoamericanos se ve reflejada en cómo los padres alientan de manera desmesurada (aquí la ambición de Roberto) a que sus hijos triunfen en los círculos relacionados al deporte y/o al espectáculo, transmitiendo presiones innecesarias, generando frustraciones adelantadas y, como en el caso de Sound of Freedom (Sonido de Libertad), perdiendo el control y responsabilidad sobre sus retoños.

No hace falta dar ejemplos. Los mismos son demasiado conocidos entre nosotros.

Tal vez mi lectura de los primeros minutos y la trama toda de Sound of Freedom (Sonido de Libertad) es muy rebuscada, pero el tema de la explotación infantil es un tópico que en los últimos años es moneda corriente. Es bastante larga la lista de profesionales de la salud mental que se interiorizan en el asunto y que ven que los progenitores tienen muchísima implicancia en cómo los niños son arrastrados hacia una vida adulta sin ni siquiera quererlo. 

Debajo dejo una interesante entrevista a una psicóloga especialista como lo es la Licenciada Patricia Ramírez. El foco lo hace en el deporte, pero es aplicable al mundo del espectáculo, sin dudas.

Video
https://www.youtube.com/watch?v=r4pZ28Zlsi4

En Sound of Freedom (Sonido de Libertad), Roberto le sirvió al lobo su cena, con moño y todo. Se puede pensar que fue por falta de educación o tal vez por simple confianza, pero el hecho que haya sido por una oportunidad en el mundo del espectáculo deja muy blanda la postura de su buen juicio. No es que el personaje de Giselle prometió becas de estudios para los pequeños…

A veces vemos lo que nos dicen y no lo que deberíamos ver.

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