Se estrenó a nivel global en Apple Tv+ la película Finch, una de ciencia ficción estelarizada por Tom Hanks y dirigida por Miguel Sapochnik, director de origen argentino conocido por ganar el Emmy por la dirección de varios capítulos de Game of Thrones y que ahora nos presenta su segundo largometraje.
Finch es una historia de ciencia ficción post-apocalíptica que sorprende por su ternura, pero…
En un mundo postapocalítico en el que el cielo ha quedado como queso gruyere a causa de la destrucción de la capa de ozono a causa del hombre, la radiación del sol provoca quemaduras letales además de que ha alterado el clima al grado que ha terminado con casi todos los habitantes de la tierra. De entre las ruinas de lo que queda de la civilización se levanta el último sobreviviente, Finch (Tom Hanks), quien ha logrado sobrevivir gracias ya que es un científico experto en robótica. Refugiado dentro de una de las pocas turbinas eólicas que aún quedan en pie, recorre lo que queda de la civilización en busca de comida.
Pero su mayor apuro no es encontrar su propio alimento: Finch voltea lo que queda de las tiendas y las casas en búsqueda de comida para su mejor amigo y fiel compañero, su perro.
La preocupación de Finch va más allá, sabiendo de antemano que le quedan pocos días de vida por una enfermedad que lo aqueja. El científico decide crear un robot y entrenarlo para que se haga cargo de su perro cuando él fallezca. Así, dota de inteligencia artificial a este androide que se hace llamar Jeff.
Sin embargo, una tormenta monumental se acerca, lo que obliga a Finch, Jeff y el perro a huir hacia San Francisco con la esperanza de encontrar un mejor el clima y puedan sobrevivir: se embarcan en un roadtrip en el que Jeff deberá aprender a imitar a Finch y a cuidar del can.
La inteligencia superior de Jeff sorprende a Finch y pronto el robot no solo aprenderá cuestiones básicas de supervivencia sino que también agendará cosas más trascendentales, mismas que le servirán a Finch para reflexionar ante su próxima e inminente partida.
La historia de Finch concebida por el debutante Craig Luck y el productor convertido en escritor Ivor Powell nos presenta, de inicio, un escenario digno de las películas de Mad Max, o de las aventuras de Wall-E. Gracias a los escenarios en CGI, la fotografía de Jo Willems y la excelente música de Gustavo Santaolalla presentan un escenario que no se aprovecha de su espectacularidad para contar la historia.
El centro de la historia es Jeff, el robot, un personaje animado por computadora que captura el lenguaje corporal de Caleb Landry Jones, que se lleva la película. Es una mezcla entre el robot de Real Steel, Wall-e y el robot de Short-Circuit.
A través de su inteligencia artificial, Jeff conquista con su sentido común, su sentido del deber y sobre todo por su curiosidad para cuestionar todo lo que Finch hace. Estos cuestionamientos permiten ir conociendo la intimidad del único protagonista humano y poco a poco podemos entender sus motivaciones mientras se acerca a su inevitable final.
La cinta logra convertirse en un drama dentro de un ambiente hostil que recuerda a The Martian, sin monstruos o zombies a quien vencer. El propio espacio, y en este caso, el tiempo, se convierten en los enemigos más fuertes a los que se enfrentarán los protagonistas.
Pero…
A pesar de ser una historia simple pero muy emotiva y en momentos muy estilizada, la productora no confió en que tuviera buena recepción comercial por eso decidió reservarla para el mercado del streaming, cediendo los derechos a la productora de la manzana. Esta falta de confianza seguramente opacará la recepción del film y es una lástima ya que es una de las cintas más originales en la ciencia ficción que hemos visto en años.
En resumen
Finch de Miguel Sapochnik es una excelente historia de ciencia ficción post apocalíptica que sorprende por ser, a la vez, una historia humilde, tierna y humana.
La efectiva actuación de Tom Hanks, el sorprendente diseño del robot Jeff, más la ternura de Seamus el perro, un can que fue rescatado de las calles, se combinan de tal manera que entregan una película perfecta para todos los amantes de los animales con un mensaje de esperanza y compañerismo. Hanks demuestra una vez más por que es uno de los actores más importantes hoy en día; solo alguien como él podría levantar una película donde es el único personaje humano.
Finch los sorprenderá por la sencillez de su historia y lo espectacular de su presentación, pero lo hará aún más por las lecciones de vida que puede lograr cuando un hombre, un robot y un perro se cuestionan la razón de la existencia mientras escuchan American Pie.
