Flavio Medina habla de Pacto de Sangre, la telenovela que domina ViX

Los amigos son la familia que uno escoge. La gente firma, figuradamente, un pacto de lealtad para estar siempre presentes, tanto en los buenos como en los malos momentos. Hay quienes juran que pondrían las manos en el fuego por sus mejores amigos, pero ¿hasta dónde se quemarían? Las situaciones límite son siempre un buen barómetro. Sobre esto versa Pacto de sangre, adaptación de una telenovela chilena, que aterriza en ViX para recordar que: lo único cierto es que todo es incierto.

“Es una historia muy potente e interesante. El ritmo te va cambiando la jugada todo el tiempo y eso hace que la trama te atrape. Tengo la suerte de tener amigos de muchos años y seguimos con una amistad sólida. Por lo que encontrar ese valor en el guion me pareció interesante, a la hora de aceptar el proyecto”, cuenta a Spoiler Time Flavio Medina (Isla Brava, Las niñas bien), quien interpreta a Rubén.

La producción, bajo el sello de Ricardo Coeto y Francisco Cordero, narra la historia de Rubén (Medina), Benjamín (Alejandro Nones, ¿Quién mató a Sara?), Marco (Luis Ernesto Franco, Madre de alquiler) y Gabriel (Marco de la O, El Chapo). Estos son un grupo de amigos inseparables que van a Valle de Bravo para celebrar, por todo lo alto, la despedida de soltero de Rubén, un hombre divorciado con una hija adolescente, quien conoce a una chica más joven que él y decide dar una bocanada de aire fresco a su vida.

“Mi personaje está en la crisis de los 40 y tantos. Cree que tiene un segundo aire porque está enamorado nuevamente. Se lleva muy bien con su hija y tiene una relación tóxica con su ex pareja Miranda (Erika de la Rosa, Bajo el mismo cielo), en donde los dos están intentando romper patrones de conducta”, detalla. “Me retrato un poco como chavorruco”, bromea.

En definitiva, lo que parecía ser una fiesta de desenfreno para ahogar las penas, brindar por las buenas nuevas y disfrutar como si no hubiera un mañana, se convierte en un callejón sin salida cuando aparece el cuerpo de una bailarina a la que Marco había contratado. Recurren a lo que para ellos es la solución más fácil: ocultar lo sucedido y sellar un pacto de sangre. Así inicia un rompecabezas de secretos, mentiras y traiciones, en donde todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

“Como actor, aunque no estés de acuerdo con tu personaje, al interpretarlo tienes que encontrar la justificación para darle vida. Si esto me hubiera sucedido en la vida real, quizá hubiera puesto la mano en el fuego por mis amigos, pero, sin duda, mi reacción hubiese sido distinta a la de los protagonistas. No obstante, en estas tragedias surge el animal más primitivo que tenemos dentro y nunca sabemos cómo reaccionaremos”, destaca.

En este sentido, Pacto de sangre, de diez capítulos, además de ahondar en temas como la amistad y la lealtad, es una producción que explora las repercusiones de las decisiones impulsivas y, por otro lado, pone sobre la mesa aspectos como la violencia de género y el machismo arraigado en la genética de muchos hombres. “Es un análisis muy interesante porque te hace reflexionar sobre todas esas acciones machistas (normalizadas) y, a su vez, sobre esta evolución a mejor de la masculinidad que estamos viviendo, lo que me parece una maravilla”, remarca Medina.

Para el multifacético actor, “Pacto de sangre nos deja la lección de que no tenemos la existencia comprada. La vida puede cambiar en cuestión de segundos”. Y sí, el presente es lo único seguro que tenemos. Por mientras, uno de los villanos favoritos de México –Premio TVyNovelas por su papel en Yo no creo en los hombres (2015)– sigue sumando éxitos en su carrera cinematográfica y, aunque ha explorado, prácticamente, todos los géneros, su favorito sigue siendo el ¡malo malísimo!

“Los personajes de villano siempre son deliciosos porque dialogas y haces cosas que en la vida real nunca te atreverías. Son terapéuticos. A mí me ayudan a sacar esta parte que, por naturaleza, tenemos oscura. Esas emociones y sentimientos que puedan habitar en nosotros y queremos sacarlos. Son personajes donde tienes que encontrarles el punto débil, pues por algo actúan así”, concluye el actor, quien hubiera soñado interpretar al Guasón de Joaquín Phoenix.