Lo mejor y lo peor de la temporada 6 de Peaky Blinders

Peaky Blinders entregó una temporada final muy intensa, como todos esperábamos, pero hubo algunos aspectos que no salieron tan bien. Aquí analizo las razones y las consecuencias de cada aspecto importante.

Peaky Blinders comienza atando los cabos sueltos que quedaron del final de la temporada 5, y luego avanza rápidamente en el tiempo cuatro años. Aparte de la muerte de Polly y sus repercusiones emocionales, enfatizando el cansancio de Tommy y su insatisfacción cada vez más profunda.

El crecimiento de Shelby Company, y la influencia de Tommy, han aumentado de manera constante. Además, el salto temporal sitúa la serie en 1933, acercando Peaky Blinders a los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y examinando cómo las semillas del fascismo pudieron crecer y prosperar en Europa.

Ruby muere trágicamente en la temporada 6 y es una de esas muertes que nunca puedes imaginarte. Es decir, hasta el último momento estás pensando “seguro se va a salvar, no van a matar a una niña”, pero cuando sucede, el evento nos cae como una bolsa de ladrillos en la cabeza.

Junto a la historia de Ruby tenemos también una gran actuación de Lizzie, uno de los personajes más importantes de la serie, lo cual es una agradable sorpresa después de que las temporadas ediciones la mantuvieran en un segundo plano. Ella hace un trabajo fenomenal, muy emocionante en cada una de las escenas y funciona como la co-estrella perfecta de Murphy.

Cillian Murphy ofrece otra actuación fenomenal. Si hay algo que se ha mantenido constante a lo largo de la serie, es la calidad de la actuación, sin la cual el programa no podría haber sobrevivido. La forma profundamente convincente en que interpreta a Tommy Shelby hace que sea imposible criticarlo, a pesar de todas las cosas terribles que ha hecho el personaje.

Un aspecto muy interesante que se agrega al personaje de Murphy es su interacción con los principales villanos de la temporada y cómo relacionarse con gente tan repulsiva le devora la salud.

Michael es una gran decepción esta temporada. Pasa la mayor parte del tiempo atrapado en la cárcel, a pesar de haber sido presentado como la mayor amenaza de Tommy en la temporada anterior. Además, Tom lo derrota a Michael con facilidad y su muerte se siente innecesaria.

Por otra parte, si bien inicialmente fue muy emocionante ver a Esme, su reaparición finalmente fue bastante extraña, y si bien sus palabras terminaron impactando la vida de Tommy, se sintió como un esfuerzo demasiado complejo de atar los cabos sueltos de temporadas anteriores.

Puede ser que el giro del final allane el camino para la próxima película de Peaky Blinders que servirá como la verdadera conclusión de la serie, pero ¿era realmente necesario? ¿Si el show terminaba con el suicidio de Tommy, hubiese sido malo?

Peaky Blinders se acercará mucho a la Segunda Guerra Mundial en la pantalla grande, pero es difícil imaginar un mejor final para Tommy luego de todo lo que logró en la temporada 6. Parecía que no le quedaba nada más que hacer.