Lamentis

El tercer episodio comienza con un encuentro entre la supuesta Lady Loki y C-20 en un restaurante mientras toman margaritas. La variante intenta engañarla haciéndole creer que es su mejor amiga para que le diga cuántas personas protegen a los Guardianes del Tiempo, pero no lo logra. La única información importante que le saca es que debe ir donde están los ascensores dorados.

Luego descubrimos que la variante, tras escapar de Mobius, va a la TVA y comienza a matar a los minuteros demostrando sus habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo. No obstante, antes de que se arrime a los ascensores, Loki aparece para detenerla y pocos segundos más tarde llega Renslayer.

Como a la jueza no le importa que el Dios de las Travesuras sea asesinado, él roba el TemPad de Lady Loki y lo usa para que ambos escapen a través de un portal, el cual los lleva a Lamentis 1 en 2077, una luna a punto de ser destruida por un planeta. 

En la discusión entre ambos descubrimos que a ella le molesta que la llamen Loki y también que en Lamentis tiene lugar el peor apocalipsis de todos, ya que nadie nunca sobrevive. Su única escapatoria es encontrar una fuente de energía lo suficientemente poderosa para cargar el TemPad y poder viajar a través del tiempo.

La variante trata de hechizar al príncipe de Asgard para que le devuelva el TemPad, pero su mente es muy fuerte y no puede hacerlo. Ella le cuenta que él le arruinó un plan de años y que su nombre real es Sylvie. Loki le dice que ella solo quería derribar la TVA, crear el máximo vacío de poder e irse, él nunca hubiese hecho eso. A lo que la variante le responde: “No soy tú”. 

Cuando llegan a una casa del pueblo, Sylvie trata de entrar a la fuerza, pero la dueña del hogar le dispara y la aleja. Loki intenta lo mismo transformándose en un hombre que se encuentra en una foto, pero ella lo descubre y también lo ataca. Sin embargo, después les cuenta que todos se dirigen a la nave de evacuación, pero para llegar allí deben tomar un exclusivo tren.

El dúo logra engañar a los guardias del tren y pasan desapercibidos. Ya dentro del lugar, Loki le cuenta que su madre le enseñó a hacer magia, pero Sylvie no recuerda a la suya y le revela que aprendió sola sus habilidades. Otra diferencia entre ambos es que a ella si le dijeron que era adoptada.

Cuando hablan sobre sus relaciones románticas, Sylvie confiesa que tiene una relación con un cartero que solo le sirve para aguantar. Mientras que Loki reconoce que tuvo relaciones con aspirantes a princesas y príncipes, pero nunca nada real y se pone triste cuando tiene que hablar sobre el amor.

Sylvie le recomienda que deben descansar, pero mientras ella dormía Loki se emborrachó y comenzó a cantar con el resto de los pasajeros. Cuando despierta, ella descubre que un par de personas lo miraban raro y le dice a su compañero que su paranoia proviene del hecho de que la TVA siempre la está buscando, describiéndolos como “fascistas y omniscientes”.

Los guardias del tren los descubren y comienzan a pelear, hasta que Loki es lanzado por una ventana y Sylvie debe arrojarse del vehículo para poder salvar su preciado TemPad. No obstante, luego de la caída, descubren que el artefacto se rompió por completo y ahora su nuevo plan es secuestrar la nave de evacuación y asegurarse de que parta de la luna antes de que sea destruida.

Camino a la nave, Sylvie revela cómo funciona su magia: debe hacer contacto físico con la otra persona para apoderarse de su mente. Las débiles son fáciles, pero con las más fuertes es complicado y debe crear una fantasía usando sus memorias. Eso mismo fue lo que pasó con C-20, utilizando un recuerdo de antes de que se una la TVA, cuando era una persona normal de la Tierra. Loki se sorprende por esta información, ya que pensaba que los minuteros eran todas creaciones de los Guardianes del Tiempo, pero en realidad son todas variantes como ellos.

Sylvie y Loki intentan llegar a la nave de evacuación peleando con varios guardias mientras los meteoritos destruyen la ciudad, pero antes de que puedan acercarse es completamente destrozada, dejando al dúo sin ninguna escapatoria.