Desde el comienzo de la serie, la religión fue algo muy importante. La primera pregunta era si las desapariciones tenían que ver con el rapto, luego pasamos por la vida después de la muerte para terminar preguntándonos si Kevin era la nueva versión de Jesús. En el capítulo de esta semana los tuvimos a los que serían los apóstoles de él en su última cena debatiendo sobre quién es quién en esta nueva versión y yo estaba esperando que Michael diga “yo soy Judas, los traicione”.
Gracias al montaje espectacular de este capítulo, tuvimos un momento en el que vimos como Michael llamaba a escondidas a Laurie y la pregunta es “¿por qué lo hizo?”. Siempre lo vimos muy seguro de su causa y aunque se lo notaba un poquito deprimido, uno podría sospechar que estar en las puertas del fin del mundo podría generar algo así, pero él llamó a la nueva esposa de su padre. No sé si le pareció mucho lo que iban a hacer, o si llegó a su límite, pero él la llamó ¿para? no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que Judas es Laurie.
Ella no hizo nada muy grave, sólo lo sentó un segundo al padre de su hija para preguntarle si estaba seguro de lo que iba a hacer y él se lo confirmó. Pero después de eso se despidió y ahora ella aprovechó para hacer lo que Judas hizo y se suicidó. Todavía existe la posibilidad de que ella salga viva de ahí, pero si algo nos enseñó la serie es que les gusta generar momentos locos y si lo que quieren hacer con Kevin funciona, cuando él llegue al hotel se encuentra con ella y eso sería bastante loco.