¿De dónde surgió la película Sin Glasear? El guionista Spike Feresten nos explica al detalle
«Era un remate en búsqueda de una película», así describe el inicio para la creación de Unfrosted.
¿Alguna vez hubiesen imaginado una película sobre la historia de cómo se crearon las famosas Pop-Tarts? Podría asegurar que nadie imaginó algo así, solo a una cabeza como la Jerry Seinfeld podría habérsele ocurrido y es así como empezó la historia detrás de Sin Glasear, la nueva película de Netflix.
Pero para desarrollar el guion, Seinfeld convocó a Andy Robin, Barry Marder y Spike Feresten, con quienes ya había colaborado en la serie Seinfeld y en la película Bee Movie: La historia de una abeja. Con este último, con Feresten, tuvimos la oportunidad de hablar sobre su trabajo, el cual nos cuenta cómo empezó todo.
“Jerry y yo hemos sido amigos en la comedia, pero también amigos en el mundo del automóvil. Siempre que está en la ciudad, vamos en coche a Malibú y pasamos el rato en el Malibu Country Mart“, dice Feresten. “Desde 2013, cuando empezamos a discutir la idea de esta película. Cuando llegamos a Malibú, solemos sentarnos, tomar un café, y charlar sobre lo que pasa en el mundo de la comedia o en nuestras vidas.”
“Recuerdo que hubo una pequeña pausa en la conversación por aquel entonces y le dije: ‘Si pudieras construir una máquina del tiempo, ¿a dónde irías?’ Y Jerry dijo: ‘1963, Battle Creek, Michigan‘. Y yo dije, ‘¿Perdón?’ Él dijo, ‘El centro del mundo de los cereales para el desayuno. Es una ciudad empresarial a principios de los 60 donde inventaron la Pop-Tart. Me gustaría ver el lugar donde inventaron los cereales favoritos de mi infancia y los premios. Es lo que hacía la vida divertida’. Y eso me entretuvo mucho”, agrega. Una vez que la pandemia llegó, de repente tenían un montón de tiempo libre para perseguir lo que parecía una idea descabellada.
“Sólo bromeamos entre nosotros y nos hacíamos reír. Fue un sketch continuo entre nosotros hasta el 2020, cuando ninguno de nosotros trabajaba”, explica Feresten. “Jerry no estaba haciendo stand-up y le dije: ‘Sólo para divertirnos, ¿por qué no nos reunimos esta semana? Dame dos horas y traeré a los chicos, Andy y Barry, que co-escribieron Bee Movie: La historia de una abeja con nosotros, y nos subimos a un Zoom. No tenemos nada mejor que hacer. Vamos a ver si podemos conseguir algo por escrito que suene divertido’”. Y fue así como Sin glasear salió de la tostadora.
“Durante dos o tres meses, esta pequeña reunión de dos horas se convirtió en un punto realmente brillante en una época muy oscura para todos”, continúa el guionista, cuya larga historia con Seinfeld se remonta a 1995, cuando empezó a escribir para la querida comedia del comediante. “El guión empezó a escribirse solo. Nos reíamos, y al final sólo teníamos la intención a medias de venderlo. Sólo pensábamos que sería un ejercicio para hacernos felices, vernos y tener algún tipo de vida social.”
Desde el principio, sabían que no estaban excavando en la historia real de cómo se creó la Pop-Tart. “Queríamos una historia sencilla en la que pudiéramos basar una comedia, y Jerry no estaba realmente interesado en contar la verdadera historia de un producto. Ninguno de nosotros lo estaba”, comenta Feresten.
“Pensamos: tomemos el núcleo básico de la historia. A nadie le va a importar que lo cambiemos, y utilicemos lo que nos hace reír como pauta para lo que entra en la historia, personajes y demás. Si podemos aportar al guión algún grado de veracidad fáctica que a la vez sea divertido, sin duda lo haremos. La pauta que Jerry estableció era similar a la de un episodio de Seinfeld, que es la comedia antes que todo”.
Incluso con un reparto de primera y tantas capas irreverentes acumuladas, Sin glasear es sin duda un postre que sólo Jerry Seinfeld podría preparar. “Cuando la gente me pregunta de qué va la película, les digo: ‘Imagínense un episodio de Seinfeld de las temporadas ocho o nueve, pero con un presupuesto mucho mayor”, concluye Feresten. “Esa es nuestra película”.
