Star Wars sigue siendo la franquicia más importante de todos los tiempos

Son pocas las películas que han impactado en la historia del cine cómo Star Wars. Primero como título individual, después como franquicia. La galaxia lejana marcó un antes y un después para el entretenimiento, que puede apreciarse en la forma de hacer y comercializar películas, de expandir historias, potenciar los efectos visuales y sacar el máximo provecho del merchandising.

Pero los tiempos han cambiado y en una industria sobresaturada de franquicias virtualmente infinitas y altamente populares es justo preguntarse si Star Wars sigue siendo la más importante. La respuesta es un rotundo sí.

Por longevidad. Con 45 años de existencia, Star Wars es por mucho la franquicia cinematográfica más añeja de todos los tiempos. Un logro que no debe ser tomado a la ligera ya que le ha permitido impactar de lleno en varias generaciones. Es pronto para decir si otros proyectos más recientes cómo el Marvel Cinematic Universe o el Wizarding World serán capaces de emular la hazaña. Tendremos que esperar algunas décadas más para descubrirlo.

Esta misma naturaleza, plasmada en las bases de su narrativa –“hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana” – le ha valido un carácter atemporal que permite fusionar lo novedoso con lo clásico. En su trama con héroes caballerescos que son trasladados al espacio. También en su innovación técnica. Marionetas, stop motion, animatronics, CGI y motion capture… La galaxia ha visto pasar casi todos los efectos y las más recientes entregas han encontrado el modo de fusionar los más innovadores con los más tradicionales de un modo orgánico que invariablemente le concede un toque especial en un cine cada vez más digital.

A esto sumemos la infinidad de opciones con las que cuenta para seguir creciendo. Con todo y su amplísima galería de personajes, Marvel y DC siempre estarán limitadas a un número finito de héroes y villanos, ni que decir de Harry Potter que ha batallado por encontrar la fórmula tras el niño que vivió o de Rápidos y furiosos con una familia más bien reducida. No es el caso de Star Wars. Es literalmente una galaxia de posibilidades y aunque los nostálgicos dudan que haya vida tras la Saga Skywalker, Lucasfilm no sea cansado de demostrar que es posible. Lo hizo en el pasado con títulos como Ewoks o expansiones  temáticas como Star Tours, y más recientemente de un modo mucho más evidente con títulos como Rogue One, The Mandalorian, The Book of Boba Fett y Obi-Wan Kenobi. Lo mejor es que esto apenas empieza y el futuro luce prometedor.

Disney lo sabe y lo ha aprovechado más allá del cine. En su aún joven plataforma donde ha crecido de un modo exponencial que va del cine a las series y de la acción real a la animación. También en sus parques temáticos con Galaxy Edge y el hotel Galactic Starcruiser, tan cotizado que tiene un costo de $3,000 USD la noche. Nadie dijo que viajar por la galaxia fuera fácil… ni económico.

Y finalmente los debates que inspira. Mucho se ha especulado sobre si la saga ha caído en un posible desgaste, cuando los alegatos no son sino una muestra del interés y la pasión que sigue generando en la audiencia. El día que no se hable de Star Wars es el día que la saga habrá llegado a su fin.

Star Wars es más que una franquicia. Algunos lo ven como una mitología, otros como una afición, algunos más como una religión. Star Wars es a fin de cuentas una forma de vida.