Marvel ha demostrado en los últimos años ser capaz de dominar la pantalla chica con sus productos. Desde Agents Of Shield en adelante, nos ha acostumbrado a que sus series basadas en personajes de cómics sean de buena calidad. The Gifted no fue la excepción. Sin embargo, su final de temporada me dejo cierto sabor agridulce.
Uno de los puntos fuertes de esta nueva serie de mutantes era que no se basaba en cursilerías ni melodramas, como sí lo hacen muchas otras series de superhéroes (The Flash, te estoy mirando a vos). La historia de la familia Strucker y, en particular, de los hermanos Lauren y Andy resultaba novedosa y refrescante. Por una vez, los romances (que los hay), no ocupan el protagonico.
Este detalle tan valorado fue completamente dejado de lado en el season finale. Lorna, tentada por las hermanas Frost, traiciona a los mutantes subterráneos y decide actuar sola contra el Dr. Campbell. Da rienda suelta a sus supuestos genes de Magnetto y con esta decisión, más que entusiasmarnos por las multiples alusiones al villano de los X-Men, dejó a la vista dos cosas poco gratas: en primer lugar, un diálogo recicladísimo entre ella y Marcos, en el que él le pide por amor a su hijo y a la familia y a todas las cosas buenas que no se entregue al lado oscuro y, en segundo lugar, las escasas o casi nulas dotes de actuación de Emma Dummont. Fue realmente doloroso verla representar a un personaje supuestamente en conflicto. El diálogo anteriormente mencionado, aunque ya era malo desde la idea de origen, termina de fracasar en su cara. Fue incómodo de ver y absolutamente dañino para uno de los momentos que debía ser el clímax del episodio.
Ya he dicho que me gustaba que The Gifted de basara en la hermandad de los Strucker. Lauren y Andy brindaban un equilibrio maravilloso a la serie. No eran perfectos, cometían errores, aprendían, pero se balanceaban el uno con el otro. Cada uno con su propia identidad, pero, al fin y al cabo, capaces de complementarse como cuando dan rienda suelta a su poder mutante.
En el último episodio de la temporada, tiraron a Andy por la borda. Lo transformaron en un caprichoso, maleducado, estúpido y manipulable adolescente. A pesar de todo lo que venía aprendiendo y viviendo junto a su familia, los abandona. Sin culpa, sin demasiadas explicaciones. Se enoja porque no lo dejan ser un Dios destructivo y se va.
De nuevo, además, el actor no acompaña. Percy Hynes White carece de las dotes necesarias para demostrarnos que su personaje ha sufrido un cambio fundamental en su personalidad. Esta transformación parece más un capricho adolescente que un crecimiento del personaje. El equilibrio entre él y Lauren se hace añicos. Lauren es una mutante que intenta ayudar y aprender y Andy es un mocoso egoísta.
El tercer punto negativo de este final de temporada atraviesa de cierta forma los dos anteriores: las hermanas Frost. Sorpresivas, sugerentes y emocionantes en sus primeras apariciones, terminaron convirtiéndose en un recurso recalcitrante que estuvo más cerca de las Mean Girls que de unas mutantes despiadadas. Mucho taconeo y levantada de ceja y poca ferocidad real, lo cual nos hace dudar cómo lograron convencer a Lorna y a Andy. Yo no me dejaría guiar por una poser de Regina George, ¿la hija de Magnetto sí?
Al fin de cuentas, lo más emocionante de The Gifted fueron los humanos.
Por un lado, Reed y Caitlin, poniéndose al hombro la evacuación de la guarida de los mutantes subterráneos, luchando codo a codo con ellos, asumiendo sus fallas pasadas y protegiendo a cada portador del gen X.
Por el otro, Jace Turner, que capítulo tras capítulo se fue convirtiendo en un personaje más y más interesante. Termina de consagrarse en el season finale al renunciar a su cargo en Sentinel Services al descubrir los tejes y manejes que son capaces de hacer los poderosos.
Esto no quiere decir que vaya a estar a favor de los mutantes ni mucho menos, pero como antagonista ha desarrollado facetas que serán muy interesantes de ver en la próxima temporada.
A pesar de las fallas, creo que The Gifted ha sido un buen hallazgo y que tiene en sus manos la posibilidad de contar una historia sobre la tolerancia en un tiempo que la necesita desesperadamente. Espero que en su segunda temporada vuelva sobre este tema y que sus actores ya se sientan más a gusto con sus personajes.
