Como muchos niños y niñas, mi acercamiento a la literatura fue a través de las historietas: nada mejor que acompañar a las negras letras con coloridos dibujos a su lado). Desde los cómics de Marvel hasta las novelas gráficas pasaron por mis manos y me abrieron las puertas al mundo más maravilloso e imaginativo de todos. Por eso, pude ver al fin Astérix et Obélix: L’Empire du Milieu (Astérix y Obélix: El Reino del Medio) en Netflix aplaudí de pie.
Pero, ¿vale la pena? ¿Refleja al 100% la emoción que tenía de niño al enfrentarme a uno de sus libros?
La cinta representa muy bien el absurdo de los cómics del personaje galo, las bromas están muy bien desarrolladas. Y no solo eso: se pueden distinguir todos los personajes de historietas. Guillaume Canet y Gilles Lellouche son dignos Astérix y Obélix. Además, el amor-odio entre Julio César (Vincent Cassel) y Cleopatra (Marion Cotillard) es muy interesante y mega jocoso. Lo que es el acierto total de esta cinta es que, con la cantidad de material como base, hayan elegido una historia original. Y lo extraño es que es efectiva como el material clásico, cosa que no sucede con otras producciones.
Sin embargo, hay fallas. El núcleo del conflicto entre Astérix y Obélix es que el pequeño se volvió vegetariano, cosa que es anecdótica hoy día. A su vez, la música moderna no me parece que sea apropiada siempre. Tal vez las bromas racistas no son cómodas en este mundo tan de cristal… ¿Una broma sobre los ojos rasgados que surge de la nada? Raro.
Entonces, ¿recomiendo Astérix et Obélix: L’Empire du Milieu (Astérix y Obélix: El Reino del Medio)? Mi respuesta es un rotundo SÍ. Capturar la esencia de los cómics en un formato original es muy complejo.
¡Fuerza, galos!
