Todo género tiene su película bisagra, aquella que revoluciona todo y cambia por completo el escenario del cine. Podemos nombrar a Alien, Star Wars, Iron Man y Nightmare on Elm Street como ejemplos, pero en el género pornográfico debemos hablar de Deep Throat.
Comencemos con su presentación. Deep Throat se lanzó en 1972, está protagonizada por Linda Lovelace y dirigida por Gerard Damiano (un ex peluquero). Fue producida con un presupuesto limitado (25 mil dólares) y filmada en seis días principalmente en Miami, Florida. A pesar de esto, el largometraje marcó un hito en la carrera y en la historia del cine erótico.
En cuanto a la trama, la historia sigue a Linda, una mujer que se enfrenta a un problema inusual: no puede experimentar placer sexual a menos que su compañero alcance la estimulación oral profunda. Con la ayuda de un médico (Harry Reems), ella y su amiga Helen (Dolly Sharp) intentan resolver esto a través de una serie de situaciones cómicas y eróticas. El clítoris de Linda, perdido hace mucho tiempo, es encontrado por el doctor enterrado en su esófago, lo que provocó escenas largas y surrealistas de felación con una serie de hombres.
Deep Throat fue una de las primeras películas pornográficas en alcanzar una amplia notoriedad y trascendió más allá de la industria del cine para adultos debido a su impacto cultural, influyendo en la forma en que se concebía y producía el cine pornográfico, logrando un gran éxito comercial para las cintas de este estilo (recaudó $600 millones) y demostrando que había un mercado para este tipo de historias. Esto llevó a un aumento en la producción y distribución de películas para adultos, el surgimiento de compañías y estudios especializados en este género.
Quizás hablar de algo así desde 2023 para casi inofensivo, pero en el momento de su estreno la película abordó temas tabú y controversiales, lo que la convirtió en un reflejo de los cambios y desafíos en la percepción de la sexualidad en la sociedad, abriendo debates sobre la liberación sexual, los roles de género y las actitudes hacia el sexo en general.
La película desafió las normas convencionales de la cinematografía y la sexualidad en la pantalla. Introdujo en la cultura popular conceptos y términos que no se utilizaban con cotidianeidad y tuvo un impacto en cómo se discutían y se trataban temas de la intimidad y el placer, pero también estuvo llena de polémicas.
Deep Throat no solo generó debates sobre la censura y la ética a la hora de producir este tipo de contenido, las circunstancias en las que fue producida fueron noticia porque existieron alegaciones de explotación de su protagonista. De hecho, su director fue arrestado y la película fue prohibida, cancelada y reprohibida durante juicios por obscenidad que aseguraron que más personas estuvieran ansiosas por verla, mientras que su estrella afirmó que la obligaron violentamente a hacerla.
En 1986, al testificar ante el Congreso sobre los peligros de la pornografía, Linda dijo que “prácticamente cada vez que alguien ve esa película, está viendo cómo me violan”. Sin embargo, poco antes de su muerte en un accidente automovilístico en 2002, a la edad de 53 años, Lovelace parecía estar haciendo las paces con la película, o al menos aceptándola como una forma de llegar a fin de mes. Firmó souvenirs de Deep Throat para los fanáticos y participó en una sesión de lencería para la revista Leg Show que hacía referencia a la cinta. “No hay nada de malo en lucir sexy siempre y cuando se haga con gusto”, dijo en ese momento.
Una investigación de 1975 realizada por el New York Times descubrió que la mafia ayudó a financiar películas pornográficas como Garganta profunda y obtuvo enormes ganancias de su distribución. Lo que provocó que el director luego fuera procesado y arrestado. Mientras Deep Throat fue procesada bajo las leyes de obscenidad en los estados conservadores, Damiano se vio arrastrado a los tribunales en Memphis, Tennessee y Covington, Kentucky, para defenderse a sí mismo y a su trabajo.
La película fue objeto de numerosos juicios, algunos de los cuales llegaron a la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que llevó a debates sobre los límites de la expresión artística y la regulación del contenido. Estos casos sentaron precedentes en relación con la forma en que se abordan las cuestiones de contenido controvertido en los medios audiovisuales.
Tampoco podemos dejar de mencionar el nombre de Richard Nixon aquí, quien libró la guerra contra la pornografía e impulsó el arresto de Damiano. Incluso cuando los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein encontraron a un informante secreto del FBI para su investigación del allanamiento y encubrimiento de Watergate, un editor del Washington Post le dio a la fuente un alias: “Deep Throat”.
Además, sus críticos también argumentaron que la película perpetuaba estereotipos y era una muestra más de la injusta representación de la mujer en la industria del entretenimiento para adultos, teniendo a la protagonista como una víctima de explotación y abuso, alimentando la proliferación masiva de la pornografía y la cosificación.
Más allá de las polémicas, su impacto en la industria fue mucho mayor al esperado, su título se convirtió en una fuente de inspiración para parodias y referencias en la cultura popular. Desde programas de televisión hasta películas y música. Por otro lado, antes de Deep Throat las películas eróticas solían ser producciones marginales y clandestinas, luego de ella tuvieron un aumento significativo en la producción.
A lo largo de los años, se han producido documentales y películas sobre Deep Throat y los dos mejores que podemos recomendarles es Lovelace, la historia de Linda dentro de la industria porno protagonizada por Amanda Seyfried; y luego está Inside Deep Throat, el documental estrenado en 2005 que examina varios aspectos del proyecto, desde la creación de la película hasta su impacto cultural.
También vale mencionar que Christar y su hermano, Gerard Damiano Jr, los hijos del director de Deep Throat, están trabajando en un documental sobre su difunto padre. Eran niños de seis y siete años cuando acompañaron a su padre a Miami y recuerdan haber interactuado con el elenco y el equipo.
Deep Throat logró trascender su naturaleza de película pornográfica y se convirtió en un ícono cultural que influyó en diversos aspectos de la sociedad, desde la política y la ley hasta la percepción de la sexualidad. Mortificó a los conservadores, dividió al debate feminista y cambió la pornografía para siempre. Sin embargo, el sumamente turbio contexto de su producción se debe tener en cuenta a la hora de hablar de su legado.
