La historia de la pornografía, el género prohibido que todos miramos alguna vez - Spoiler Time
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La historia de la pornografía, el género prohibido que todos miramos alguna vez

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La pornografía es una parte innegable de la industria audiovisual.

No, la pornografía no es un mal de esta época. Contrario a lo que muchos puedan pensar, antes de Internet, antes del cine y los videoclubs, antes de las revistas que se esconden debajo del colchón, ya existía pornografía. Tanto así que sus orígenes pueden remontarse a hace más de 35000 años atrás.

Se entiende como pornografía a todo aquel material de temática sexual (fotografías, textos y, claro, vídeos) que sea estimulantes sexualmente. La pornografía, entendida en estos términos, podemos decir que ha recorrido un largo camino: desde pinturas rupestres hasta la mismísima realidad virtual de hoy en día.

En lo audiovisual, la definición de pornografía incluye filmes que presentan contenido sexual explícito con el mismo objetivo de toda la pornografía, es decir, excitar, fascinar y satisfacer al espectador. Desnudez, escenas de sexo y fantasías de todo tipo desfilan por las imágenes de este tipo de películas.

Por supuesto, si pensamos que la pornografía como tal siempre ha estado entre nosotros, es obvio que los orígenes de esta industria audiovisual, la pornográfica, se remontan casi a los mismos orígenes del cine como tal. Los pioneros fueron dos franceses llamados Eugéne Pirou y Albert Kirchner, aunque este último se hacía llamar Léar y es de quien se conserva el filme pornográfico más antiguo: una obra de 7 minutos que data de 1896 y se titula Le Coucher de la Mariée. En este filme, Louise Willy, una artista de cabaret, realiza un striptease en un baño.

También en 1896 podemos encontrar otro cortometraje que se puede considerar pornográfico, o, al menos, erótico: se trata de Fatima´s Coochie-Coochie Dance, que se reprodujo en los nickelodeon, esos espacios que recién aparecían por esa época y se dedicaban a proyectar películas, con un quinetoscopio.

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https://www.youtube.com/watch?v=3-g13hJ8NdI

Por supuesto, de la mano de la aparición de la pornografía también surgió algo que estaría ligadísimo a su historia: la censura. Ya desde 1896, con Fatima´s Coochie-Coochie Dance, comenzó a padecer este mal. ¿Qué mostraba este cortometraje? Una bailarina llamada Fátima realizando la danza del vientre.

Por muy inocente que suene hoy en día, eso causó revuelo, como también los primeros besos en pantalla y las ropas sugerentes de mujeres, como se pueden ver en filmes como The May Irwin Kiss o The Birth of the Pearl, todos estrenados por esos años y considerados pornográficos y censurables.

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https://www.youtube.com/watch?v=5TqBvXidBcE

Claro que, con la aparición de la censura, empezaron a aparecer nuevas oportunidades. En Austria, por ejemplo, se organizaron noches específicas en los cines exclusivas para hombres donde se presentaban películas pornográficas que mostraban desnudos femeninos.

También fue la censura lo que llevó a mover las fronteras de la industria pornográfica: mientras en Europa (y en especial en Francia, donde no solo surgió el cine en sí, sino también esta industria) los artistas involucrados eran perseguidos, en América encontraban el espacio para desarrollarse. Así, Argentina y más específicamente su capital, Buenos Aires, se convirtieron en el centro de crecimiento de la pornografía.

Sin embargo, estos filmes no eran pensados para la distribución local. Es decir, el público esperado no era el latinoamericano, sino el europeo, a quien llegaban luego de ser transportados en barco y comprados por personas de la clase alta.

De esta época es El Satario, también conocida como El Sartorio, quizás uno de los filmes pornográficos más antiguos que se conservan hoy en día. Filmado en Argentina (quizás a orillas del río Quilmes, o en Rosario), muestra a seis mujeres desnudas, ninfas, que son sorprendidas mientras se bañan en el río por un sátiro. Todas huyen menos una, que es obligada por este sátiro a tener relaciones sexuales con él.

El filme se destaca no solo por su antigüedad, que data aproximadamente de 1907, sino también por ser el primero en realizar primeros planos de los genitales de los actores. Esta práctica recién se volvería a ver en filmes cubanos en 1930.

Entre los años 20 y los 40, la industria, perseguida por la censura, creció en el underground. El riesgo por hacer, vender o poseer películas pornográficas (también conocidas como “stag films” o “blue filmes”) era la cárcel, pero en los 50, con el avance de la tecnología y la llegada de los formatos de 8 mm y súper 8, la industria progresó: hacer películas era mucho más fácil y más rápido.

Sería finalmente en la década de los 60 cuando la censura comenzara a retroceder. Con la llegada del color y de algunas producciones mainstream que ya incluían desnudos y escenas de sexo simulado, la actitud frente a las películas pornográficas empezó a cambiar. En 1969, por ejemplo, Dinamarca se convirtió en el primer país en eliminar todas las leyes de censura, permitiendo todo tipo de pornografía. En Estados Unidos, en ese mismo año, los productores de pornografía fundaron la Adult Film Association of America, para defenderse de la censura y la persecución legal.

A partir de allí, todo fue en crecimiento. Fue también en el 69 cuando Andy Warhol estrenó Blue Movie, la primera película erótica que mostraba escenas de sexo explícito que llegó a cines en todos los rincones de Estados Unidos. Protagonizada por Viva y Louis Waldon, Blue Movie se considera el puntapié incial de la Era Dorada del Porno.

La Era Dorada del Porno es un periodo de 15 años entre 1969 y 1984 en el que el sexo explícito en el cine mainstream era moneda corriente. Es de esta época también el estreno de Deep Throat, el clásico de Gerard Damino que marcó para siempre a la industria audiovisual pornográfica, ya que se la considera una de las primeras películas de este estilo en realmente tener una trama argumental.

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Con la llegada del VHS, la industria continuó creciendo: las posibilidades de filmar y ver películas pornográficas era ahora cada vez más económica y privada. Los espectadores podían rentar o comprar sus películas favoritas o incluso las compilaciones de sus escenas favoritas y verlas en la comodidad de su casa. Si bien la calidad de imagen del videocassette no era la misma, su alcance fue lo que sedujo a quienes producían los filmes, así como también la posibilidad de reducir los presupuestos de producción.

El resto ya lo conocemos: la llegada del DVD, con mejor calidad de imagen, y de Internet, que permitió a la industria proliferar hasta casi mostrar cada uno de los fetiches posibles para cada una de las personas que habitan este enorme y vasto mundo.

A lo largo de todos estos años, desde los orígenes del cine hasta la expansión incontrolable de la mano de Internet, la industria audiovisual pornográfica combatió contra los tabúes y la censura, moviendo más y más los límites de sus producciones, todo esto gracias a haber probado ser una industria multimillonaria, con unos ingresos estimados de más de 100 billones.

Por supuesto, más allá de sus ingresos, sigue habiendo cuestionamientos a esta industria: desde problemáticas relacionadas con la salud debido al no uso de condones, hasta qué tipo de fetiches se muestran en sus filmes, que a veces alientan crímenes como la violación o el abuso de menores. Sin embargo, aún con todos estos cuestionamientos a cuestas, la pornografía es una parte innegable de la industria audiovisual.

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