En un artículo anterior hablamos cómo los próximos años serán muy importantes para saber si Pixar seguirá estrenando sus películas en el cine o si se mudará definitivamente al streaming, pero ese es solo uno de los inconvenientes que enfrenta el estudio actualmente.
Más allá de los números de la taquilla y la presión de Disney por llevar los largometrajes a su servicio de transmisión exclusivamente, los últimos años de Pixar han sido bastante tumultuosos, lo cual es lógico, puesto que la industria del entretenimiento en general se revolucionó, pero los trabajadores de contenido animado siempre han estado más vulnerables que el resto.
Hace aproximadamente 2 meses, antes del estreno de Elemental, Disney tomó una medida que, según voceros, era para ahorrar más de 5500 millones de dólares a la empresa: despidió una cantidad enorme de gente y una de las áreas más afectadas fue Pixar.
Reuters confirmó que Disney despidió a 75 personas dentro del organigrama de Pixar, y varios de ellos tenían puestos importantes e incluso habían estado en la empresa hace varios años. El nombre más destacado es el de Galyn Susman, la salvadora de Toy Story 2: por un error del equipo que trabajaba en la cinta se borró de 90% del trabajo de los servidores internos. Por suerte, la directora técnica tenía una copia del archivo en su casa porque había estado trabajando de forma remota. De esta manera, este gigantesco problema que ocurrió semanas antes del estreno de la película se convirtió solo en una anécdota.
Susman también estuvo involucrada en la primera película de Toy Story y fue productora de Lightyear, donde trabajó con Angus MacLane, otro de los llamativos despidos. Él trabajaba desde 1997 en la empresa, estuvo en Bichos, Buscando a Dory, Coco, Toy Story 4 y Wall·e.
La relación entre Disney y Pixar ha estado peor que nunca desde el comienzo de la pandemia y los despidos masivos solamente provocó una mayor grieta. El estudio ha estado muy enojado con The Walt Disney Company por relegar varias de sus cintas como Soul, Luca y Red a Disney+. Mientras tanto, Disney parece no darle prioridad al estudio en estos momentos.
Este tema relacionado con el contenido de streaming, las regalías que se merecen los trabajadores y demás, es uno de los grandes problemas de las huelgas de actores y escritores que se está llevando a cabo en 2023. Pixar, por supuesto, no le puede escapar a esto.
Obviamente, Pixar no es el único estudio animación que tiene estos problemas, pero es el mejor ejemplo para destacar la gravedad de los mismos, puesto que hace décadas es el estudio más exitoso y forma parte de una de las compañías más lucrativas del mundo en Disney. Si ellos tienen estos inconvenientes, ¿qué les espera a los demás?
Por otra parte, no podemos dejar de mencionar otro de los grandes problemas de las huelgas: la intervención de la Inteligencia Artificial en la creación de contenido. Pixar, justamente, usó AI en la animación de Elemental, pero lo hizo de una manera menos burda que Secret Invasion y su pésima introducción.
Pixar, junto a un equipo de investigación de Disney especializado en máquinas que trabajan con IA, usaron esta herramienta para hacer que las llamas de Ember, una de las protagonistas, tengan un movimiento realista con su propio estilo y personalidad únicos. Aunque los gastos generales de GPU eran extremos, la empresa también encontró una manera de virtualizar las GPU para reducir los tiempos de renderizado de cinco minutos por cuadro a solo un segundo por cuadro.
Este es uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar en la industria de cómo usar la inteligencia artificial para mejorar el contenido creado por humanos, más que nada teniendo en cuenta que los estudios quieren directamente reemplazar a los trabajadores con imágenes digitales.
Gran parte del futuro de Pixar dependerá de los arreglos que se puedan hacer en estas huelgas de actores y escritores, el uso de inteligencia artificial, los límites de la misma, las regalías respecto de los estrenos en streaming y el presupuesto dedicado a las producciones animadas.
Pixar está en su época más inestable, no solo en cuanto a la recaudación en taquilla, sino también teniendo en cuenta la poca importancia que Disney le está dando a sus películas. Esperemos que el estudio pueda seguir adelante con sus historias animadas, puesto que sus cintas moldearon nuestras infancias.
