Coordinadores de intimidad, la respuesta de Hollywood en tiempos de crisis

La profesión de coordinador de intimidad en la industria del cine y la televisión es relativamente nueva, pero muy necesaria. Si bien ya tenía décadas de existencia en el mundo del teatro, no fue hasta el 2017, que se le dio relevancia en los sets de grabación. Y es que fue precisamente en ese año que varias mujeres, incluyendo la actriz Ashley Judd, acusaron al productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein de acoso sexual. De ahí surgiría el movimiento #MeToo, que cambiaría la industria para siempre.

De acuerdo con THR, HBO sería el primer canal en la industria televisiva en contratar un coordinador de intimidad para la segunda temporada de The Deuce, una serie que aborda el “crecimiento de la industria pornográfica en la Nueva York de los años 70”. Esta se grabó en 2018. Por su parte, en 2019, Netflix lanzó su primer espectáculo donde se acreditó a un coordinador de intimidad, Sex Education. Protagonizada por Gillian Anderson y Asa Butterfield, esta serie sigue a un adolescente que junto a su amiga, abre “una clínica de terapia sexual en la escuela”. A HBO y Netflix, le seguirían Hulu, Starz y Prime. Fue así que en los Premios Emmy de 2020, hubo 23 programas guionizados nominados que tenían en sus créditos a coordinadores de intimidad, incluyendo Euphoria, Watchmen y Succession.

Hasta aquí, todo fenomenal, pero ¿qué es un coordinador de intimidad?

acuerdo con el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión, un coordinador de intimidad es “un asesor, un enlace entre los actores y la producción, y un entrenador de movimiento y/o coreógrafo en lo que respecta a la desnudez y el sexo simulado y otras escenas íntimas e hiperexpuestas” (vía).

¿De qué se encarga un coordinador de intimidad?

• “Garantiza que los actores y el resto del personal de producción respeten los protocolos de seguridad adecuados”.
• “Sirve de recurso para hacer realidad la visión del director”.
• “Se esfuerza por crear un entorno en el que los actores comprendan lo que se espera de ellos en las escenas hiperexpuestas y den su consentimiento informado y continuado”, entre otras cosas.

Ita O’Brien, quien ha trabajado como coordinadora de intimidad en Normal People, The Great, Watchmen, Sex Education e I May Destroy You, y es pionera de esta profesión, explicó para Empire cómo es el proceso de coreografiar una escena con los actores: “Lo importante en una escena es cuáles serán las posiciones. Una vez que conocemos la forma, nos ponemos de acuerdo sobre el tacto. ¿Dónde podemos tocar? ¿Dónde está el sí? Y lo más importante, ¿dónde está el no? ¿Qué no está en juego? Una vez que sepas qué partes del cuerpo están en juego, recorremos la escena, obteniendo el acuerdo y el consentimiento sobre las posiciones y dónde tocar”.

Todo eso se ensaya antes de la grabación y la noche anterior, se vuelve a poner en contacto con el director y los actores, así como con el vestuario, para evaluar cualquier preocupación. Ya en el rodaje, vuelve a acordar el consentimiento.

O’Brien agregó que “también se trata de asegurarse de que los detalles son correctos”. Por ejemplo, cuando se trata de sexo anal, pues “si esos detalles están mal, la comunidad queer lo sabrá. Tenemos que asegurarnos de que estamos honrando esos detalles y haciéndolos bien”.

Esta profesión, por supuesto, ha ayudado a que los actores se sientan seguros durante las escenas íntimas, y esto también se ve reflejado en su interpretación. Yorgos Lanthimos, director de Poor Things, habló precisamente de cómo tener a un a coordinada de intimidad, facilitó las escenas de sexo y desnudez con su protagonista, Emma Stone: “Tengo que reconocer el mérito de Elle McAlpine, nuestra coordinadora de intimidad. Al principio, esta profesión parecía un poco amenazadora para la mayoría de los cineastas, pero creo que es como todo: si estás con una buena persona, es genial y te das cuenta de que en realidad la necesitas. Ella lo hizo todo mucho más fácil para todos” (vía).

Matthew López, director de la comedia romántica queer Rojo, Blanco y Sangre Azul, dijo a Windy City Times que trabajar con su coordinador de intimidad Robbie Taylor Hunt fue esencial para que sus actores se sintieran y estuvieran seguros: “Era esencial. Creo que si a alguien no le gusta trabajar con coordinadores de intimidad, entonces no está entendiendo nada. Robbie fue un socio importante en la creación de esto. En esencia, era una forma de proteger a los actores y hacer que no sólo se sintieran, sino que estuvieran seguros. No es diferente de trabajar con mi director de fotografía o mi diseñador de vestuario. Usamos coordinadores de dobles con los dobles, así que, del mismo modo, quería usar un coordinador de intimidad”.

Recordemos el caso de la actriz Maria Schneider, quien en Last Tango in Paris (1972) se sintió “humillada y “un poco violada”, según sus propias palabras, por su coprotagonista Brando Marlon y el director Bernardo Bertolucci durante una escena de violación de la cual no fue informada con anterioridad (vía).

En resumen, la profesión de coordinador de intimidad nació como una respuesta a los años de abusos de poder, acoso sexual e incluso violaciones en la industria del cine y la televisión que experimentaron varios actores sin poder hacer nada al respecto. Ahora, esta profesión, permite crear espacios seguros para ellos, los orienta y ayuda a establecer consentimiento entre los involucrados. Además, permite comunicar de una mejor manera la visión de los directores y hacer que las escenas de sexo sean más realistas.