Live-actions de Disney: ¿Vale la pena cambiar las historias originales a favor de la corrección política? - Spoiler Time
Forma parte del Especial Live Action

Live-actions de Disney: ¿Vale la pena cambiar las historias originales a favor de la corrección política?

Imagen principal de la nota
Corrección política vs. falta de historias originales.

La agenda política y social mundial termina afectando de alguna forma a los contenidos audiovisuales que consumimos diariamente. Esto está ceñido ya que las producciones están atravesadas por las épocas en las que se producen y, sobre todo, los valores que las sociedades pregonan en cada momento. Es obvio que las películas de la Edad de Oro de Hollywood se abordaban de una forma que poco tiene que ver con lo que se produce hoy en 2023. Pero, ¿qué pasa si algo del pasado vuelve a ser interpretado desde nuestro presente, y más precisamente en las versiones live-action de clásicos animados de Disney? Esto reabre el eterno debate sobre si la corrección política es aceptable o no.

Disney viene realizando live-actions de sus clásicos desde 1994, comenzando con El Libro de la Selva: La Aventura Continúa, luego con 101 Dálmatas (1996) y su continuación con una hermosa e inolvidable actuación de Glenn Close como Cruella (muchos años antes que fuese elegida Emma Stone). Entonces no es un fenómeno moderno lo que está sucediendo. Lo que sucede en particular es la incidencia de las redes sociales en comentar cada nueva noticia que sale al respecto, sobre todo con los cambios que tienen que ver con los tópicos que marcan las agendas actuales, principalmente el ser más inclusivos.

Es real que muchas veces queda de manifiesto cuando algo es forzado, como por ejemplo la escena y canción de Jazmín en el live-action de Aladdin (2019), distanciándose de algo orgánico que permite incluir las nuevas formas de ver el mundo pero sin lograr desmerecer toda la obra como sucede, por ejemplo, con el live-action de La Bella y la Bestia (2017). Pero no siempre es así.

La discordia se generó fuertemente frente a los últimos estrenos, marcando algunas modificaciones en relación a las películas animadas, mismas que han hecho que las redes exploten. El ejemplo más reciente fue la decisión por hacer que la actriz que interprete Ariel en el live-action de The Little Mermaid (2023) sea de raza negra. Muchos pusieron el grito en el cielo sin ni siquiera haber visto las capacidades actorales de la joven, y eso que Halle Bailey realmente logra una versión de Ariel magnífica. Su voz es inolvidable.

Video
https://www.youtube.com/watch?v=mw5VIEIvuMI

Entonces, ¿vale la pena cambiar las historias originales a favor de la corrección política? Y la respuesta no es ni un rotundo no ni un rotundo sí, porque tal como vengo comentando hemos tenido grandes éxitos y grandes fracasos con ambas opciones. ¿Ejemplos? Cenicienta (2015) se corre por completo de la versión musical y con ratones costureros e igualmente tuvo éxito, siendo considerada por muchos como el mejor live-action de La Casa del Ratón. Del otro lado tenemos la versión de Mulan (2020), la cual se corrió por completo de la historia animada y trajo una película que rompía todo lo que significaba ese personaje (además de quitarnos a Mushu, uno de los mejores personajes de la historia de la animación de Disney).

También tenemos casos especiales como el de Alicia en el País de las Maravillas (2010) y su secuela, mismas que quedaron por fuera de las críticas hacia los live-action de Disney por su impronta cuasi psicodélica y oscura, logrando que ganen su propia identidad. Sin embargo, otro live-action de las mismas características pero que no corrió la misma suerte fue el de Dumbo (2019).

Podemos seguir citando ejemplos, pero si hay algo que queda en claro es que Disney intenta apelar tanto a la nostalgia como al nuevo público por igual, y ahí es donde empiezan los conflictos: al final de cuentas el problema no es la corrección política sino el hecho de que no se traigan historias originales y sigamos viendo lo mismo pero con algunos condimentos.

Video
https://www.youtube.com/watch?v=b34EPP2SmA8

Más allá de la corrección política, el hastío viene más porque vemos (y no solo en Disney) un constante reflotar viejas historias donde en la mayoría de casos realizan algunos cambios para cumplir con la agenda, pero poco trabajan la historia para que sea todo mucho más orgánico.

El problema no termina siendo la corrección política sino la falta de historias originales.

Más sobre Live Action

Más en Spoiler Time

Últimos estrenos
JustWatch
Serie - 6 episodios
Knuckles
Amazon Prime Video, Paramount Plus
Serie - 8 episodios
Los detectives difuntos
Netflix
Serie - 6 ep. de 55 min.
El caso Asunta
Netflix
Película - 1:28 horas
Sayen: La cazadora
Amazon Prime Video
Película - 1:20 horas
Hack Your Health: The Secrets of Your Gut
Netflix
Serie - 8 episodios
Sueltos en Los Cabos
Amazon Prime Video