Corría el año 1941 y Disney estrenaba la película que sería uno de los grandes éxitos de esa década: Dumbo. Los años fueron pasando y se convirtió en uno de los grandes clásicos del estudio. Imaginen lo que significó el éxito de Dumbo que se reestrenó en cines nuevamente en 1949, 1959, 1972 y 1976. Y no solo eso sino que además fue la primera película de Disney en llegar en formato de videotape allá por la década de 1980. Pero el tiempo sigue pasando, la sociedad va cambiando y con ella sus intereses y sus sensibilidades.
En 2017 las noticias anunciaban que Dumbo iba a tener su live-action trajeron una avalancha de comentarios. Obviamente, el más importante estuvo relacionado a quién había elegido Disney para que se encargara de esta adaptación. Tim Burton y La Casa del Ratón ya habían trabajado juntos, comenzando por El Extraño Mundo de Jack (1993) y luego siendo el encargado de traer de uno de los primeros live-actions de la empresa: Alicia en el País de las Maravillas (2010). La combinación Burton – Disney funcionó fenomenalmente para el mágico mundo de Alicia, principalmente porque la cinta, una continuación de la animación de 1951, retomó mucho más del material original escrito por Lewis Carroll, tanto para la primera parte ya citada y la segunda parte, A través del espejo (2016), también basada en el segundo libro de Carroll).
Con un cast adulto de primer nivel encabezado por Colin Farrel, Eva Green, Michael Keaton y Danny DeVito, Dumbo en formato live-action dijo presente en 2019 y el elefantito compartiría su protagonismo con estos humanos, algo que no sucedía en la versión animada.
Dumbo nace y, como en su versión animada, es tomado como un chiste, pero gracias a unos niños aprenderá a volar y el circo en el que nace se recuperará financieramente. Luego aparecerá V.A. Vandevere, interpretado por Michael Keaton, el villano, un cruel y enigmático empresario que adquiere el circo para explotar el elefante protagónico y…
La película que no tiene la típica estética que manejan las cintas de Burton pero maneja la paleta de colores en esos contrastes que hacen tan característico su cine. Más allá de esto, esta producción es elimina todo lo que se le marcó como negativo a la animación de 1941, principalmente la canción racista y también la explotación animal, realizando una crítica durísima. Pero lo más interesante que entrega Dumbo es la crítica solapada a las grandes empresas de entretenimiento representadas por el personaje de Michael Keaton frente a los pequeños emprendedores, rol que se le da al personaje de DeVito. Se ataca de forma irónica a las corporaciones que intentan ir contra las creaciones más independientes; las primeras intentando acaparar toda la industria. Y sí: es un palo en la rueda para el mismo el estudio detrás de la cinta, Disney, uno de los que poco a poco está monopolizando gran parte del contenido audiovisual. Dumbo nos permite suponer que Burton hace una reflexión sobre su trabajo para el estudio.
Más allá de esto, la versión de Burton se aleja también de la original al no ser un gran éxito monetario para Disney, mientras que la animación original fue un verdadero estallido de la taquilla. Dumbo recaudó un total de 353.3 millones de dólares, quedando por detrás de varios live-action como El libro de la selva (2016) con 967 millones de dólares, Cenicienta (2015) con 1,043 millones de dólares, y La Bella y la Bestia (2017) con 1,066 millones de dólares. Muchos aseguran que parte de este “fracaso” tuvo que ver con que la cinta intentó jugar el deporte de la nostalgia con una película que se estrenó más de 70 años antes y mucho del público objetivo, que por ejemplo se emociono con La Bella y la Bestia, no tiene un vínculo emotivo con Dumbo. Otros aseveran que tiene que ver con la elección del director y su marcado estilo, como también la poca y también extraña campaña publicitaria que se realizó al respecto.
Sea como fuere, Dumbo de Tim Burton tiene identidad propia. Si bien tiene guiños a la versión original, cambió la historia de base, cosa que se puede notar hasta en pequeños detalles como la música: se respetó la melodía de una de las canciones más hermosas pero tristes que tiene Disney como es Baby Mine ya que para el soundtrack del live-action la banda Arcade Fire ejecuta una versión IMPECABLE.
Sin dudas, Dumbo es un live-action que merece ser rescatado. Véanlo.
