Doctor Who, la más longeva serie de la historia, ha capturado la imaginación del público durante décadas gracias a su gran trabajo con la ciencia ficción. Un elemento central del éxito del programa son los villanos icónicos conocidos como los Daleks. Contrariamente a lo que cree el público, el cerebro detrás de estos antagonistas extraterrestres no era un comediante sino un escritor de televisión de gran talento llamado Terry Nation.
Terry Nation nació el 8 de agosto de 1930 en Cardiff, Gales. Llegó al mundo de la televisión como guionista y pronto se hizo un lugar: sus habilidades para contar historias se sintieron excepcionales desde el vamos. Nation ya se había establecido como un prolífico escritor de varios programas de televisión, mostrando una gama versátil en su narración. Y entonces llegó su momento con Doctor Who y lo que nos compete en este artículo: aterrorizar a todo el Reino Unido.
En 1963, Doctor Who todavía estaba encontrando su lugar en el vasto panorama de la televisión de ciencia ficción. Necesitaba un golpe de suerte, cosa que no existió ya que más que golpe fue un estallido y más que suerte fue genialidad. Nation mostró su brillantez creativa al concebir a los Daleks, una raza de criaturas mutadas encerradas en caparazones robóticos, equipadas con una voz escalofriantemente metálica y un deseo implacable de “¡Exterminar!”.
El impacto de los Daleks en Doctor Who fue inmediato y profundo. Dentro de la primera temporada, la historia titulada The Daleks se emitió en durante 7 episodios semanales entre el 21 de diciembre de 1963 y el 1 de febrero de 1964. La presencia de los Daleks fue más allá de los fans de Doctor Who: desde ese momento, toda Gran Bretaña ha sido tocada por estos peculiares enemigos; su presencia se extendió más allá del ámbito de la televisión hacia la cultura popular, el merchandising e incluso influyendo en la percepción de Doctor Who como un fenómeno cultural.
Cómo iconos culturales, los Daleks son quizás los villanos más reconocibles y duraderos de la historia de la televisión británica. Su apariencia única, con sus cuerpos robóticos en forma de pimentero y sus voces distintivas, se han convertido en una parte integral de la cultura popular británica. El eslogan icónico “¡Exterminar!” es reconocible instantáneamente para las personas, incluso para aquellos que no son ávidos espectadores de Doctor Who.
Ciertamente, la introducción de los Daleks ayudó en los ratings televisivos de Doctor Who. Las historias de los Daleks atrajeron a un gran público y contribuyeron a la popularidad del programa durante sus primeros años. Doctor Who se convirtió en un programa imprescindible, asegurando su lugar en los corazones de los espectadores de todo el país. Desde ese momento, los Daleks han sido una mina de oro en materia de comercialización. Su popularidad dio lugar a una amplia gama de productos, incluidos juguetes, figuras de acción, ropa y otros productos. Viendo esta situación, ni lentos ni perezoso, los creadores del programa han encontrado formas de reinventar y reimaginar a los Daleks, asegurándose de que sigan siendo relevantes para las nuevas generaciones de espectadores.
La comunidad de fans de los Daleks se ha cultivado de manera dedicada en Gran Bretaña desde el primer momento que estos peculiares personajes dijeron presente. Es más, Doctor Who obtuvo mayores cifras de audiencia que The Beatles, así que por un breve momento, los Daleks y la Dalekmania fueron más grandes que The Beatles y Beatlemania.
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Si bien Terry Nation es muy conocido por su creación de los Daleks, sus contribuciones al mundo de la ciencia ficción se extienden más allá de Doctor Who. Clásicos como The Champions, The Avengers y Survivors son claros ejemplos que su pluma nunca se detuvo y que estuvo siempre a la altura.
Los Daleks se han convertido en sinónimo de Doctor Who y son reconocidos mundialmente como uno de los villanos más emblemáticos de la ciencia ficción. Su apariencia distintiva, su eslogan y su incesante búsqueda del Doctor han solidificado su lugar en los corazones de los fanáticos de todo el mundo. La creatividad y la visión de Terry Nation han dejado una marca indeleble en la historia del programa y del mundo.
