The Nightmare Before Christmas, o El Extraño Mundo de Jack para nosotros, puede que no sea la película más taquillera de Tim Burton, pero ciertamente es una de las más destacadas de su filmografía, al punto de que asociamos a este estilo de animación con el director, entre otras cosas.
Hoy 29 de octubre se cumplen 30 años desde el lanzamiento de El Extraño Mundo de Jack y lo que haremos aquí será explorar un poco más sobre esta película, la relevancia que tuvo en el cine y por qué su legado es tan significativo tanto en la animación como en el género de terror.
Lo primero que debemos marcar es que esta película comenzó como un poema escrito por Tim Burton que esperaba convertirlo en un especial de televisión de 30 minutos, pero a medida que este proyecto fue avanzando, el director le fue agregando cada vez más cosas y la cinta se demoró muchísimo más de lo esperado. De hecho, Burton presionó para que la historia se hiciera en diversas formas durante más de diez años.
El resultado final requeriría una colaboración entre Burton, el director Henry Selick, el compositor Danny Elfman, y los escritores Michael McDowell y Caroline Thompson. Aunque el nombre de Burton se usa a menudo en el título, y muchos fanáticos ven la película como predominantemente suya, Selick fue elegido para supervisar la dirección debido al compromiso simultáneo que Tim tenía con Batman Returns. Pero aquí no vamos a hablar del Caballero de la Noche.
En el momento de la producción, el stop motion apenas se utilizaba, debido a la gran cantidad de tiempo que lleva filmar una película de este estilo. Para que se den una idea, la adaptación de Pinocho de Guillermo del Toro que se estrenó el año pasado, tardó más de dos años en realizarse, y eso teniendo en cuenta todos los avances tecnológicos que hubo desde el estreno de The Nightmare Before Christmas hasta la actualidad. Durante el proceso de producción de la cinta de Burton se utilizaron aproximadamente 20 escenarios de sonido, 227 títeres y más de 400 cabezas con diferentes expresiones faciales para que Jack representara su variedad de emociones.
Disney alguna vez consideró esta historia como demasiado extraña y aterradora para los niños, pero contra todos los pronósticos, la película felizmente ha quedado en la historia como uno de los largometrajes animados más particulares. Las fuentes coinciden hoy en día en que debido al tema de la película y su configuración más oscura, Disney originalmente no quería que se estrenara bajo su nombre. Inicialmente se publicó bajo Touchstone Pictures, un sello de The Walt Disney Company.
A pesar de esta suposición, la película se volvió tremendamente popular y un clásico de culto entre niños y adultos décadas después. Y debido a esta popularidad, Disney volvió a ponerle su nombre, y desde entonces se ha celebrado como una de sus creaciones más icónicas. Gran parte de su popularidad se debe a que siempre es recordado durante dos festividades anuales: Halloween y Navidad. Dejaremos el debate sobre si debe considerarse una película de Halloween o navideña para otro momento, pero el simple hecho de que exista esa polémica hace que la cinta salga beneficiada.
Es necesario destacar también el mundo de la historia, el cual es extremadamente inmersivo y atrae elementos fantásticos que nos fascinan. Uno de los muchos placeres de la película es que no hay un solo paisaje reconocible en ella, todo parece extraño e inquietante, es una atmósfera única y alejada de la realidad que conocemos, consolidando su sentido de fantasía.
Desde la perspectiva de los personajes, también nos presentó figuras que podrían ser vistas como inadaptados o héroes al mismo tiempo. Este no es el típico cuento peculiar de inspiración gótica. Tiene personajes entrañables y con los que se puede identificarse, y lo que es más importante, tiene corazón. Sus valientes protagonistas, escenarios inmersivos y partituras fascinantes parecen llevarte a través de la pantalla hacia atmósferas únicas.
Primero tenemos a Jack, quien es adorado por sus compañeros del pueblo, pero no puede negar la sensación persistente de querer algo más. Mientras reflexiona sobre esto y tiene una crisis de identidad, se topa con la puerta de Christmas Town, así como con otras para varios días festivos. Este descubrimiento lo catapulta, literalmente, a otro mundo donde se cuestiona todo lo que ha conocido.
Su crisis resulta en varias catástrofes debido a sus acciones descuidadas, pero ninguna de ellas tiene maldad y este es el arco de un personaje con el que muchos pueden sentirse identificarnos. Al final y cabo, todos y todas en algún momento de nuestras vidas nos encontramos cuestionando el significado de todo lo que sucede alrededor nuestro. Puede que Jack esté muerto, puede que sea una caricatura, pero exhibe emociones humanas, muy reales y crudas durante su búsqueda para encontrarse a sí mismo.
Por otro lado, también tenemos a Sally, la creación de un muñeco de trapo y prisionera del Dr. Finkelstein. Ella también anhela algo más y tiene una inquebrantable lealtad hacia Jack, cree en él y en sus habilidades más que nadie, incluido más él mismo. Jack, al final del día, reconoce su apoyo interminable y que están destinados a ser juntos, convirtiéndose así en una de las parejas más excéntricas del cine por excelencia.
Tampoco se puede subestimar la inmensa popularidad de las canciones y la partitura de Elfman. Temas como This Is Halloween y Sally’s Song son éxitos eternos y han sido versionados por innumerables bandas de múltiples géneros. La obvia yuxtaposición visual cuando los personajes saltan entre mundos se captura en gran medida a través de las canciones de la película. La música siempre es una parte importante del éxito de las películas, no hay un sol largometraje popular que tenga canciones olvidables y El Extraño Mundo de Jack no es la excepción.
El legado de la película es algo que no se puede negar en la cultura popular, más allá de su recaudación y la historia de sus personajes, la cinta se ha multiplicado a través de varias áreas de entretenimiento, se han generado juegos de cartas, videojuegos y una serie de cómics exitosos publicados por Dynamite Comics, así como un manga que cuenta la historia de un joven Jack y Oogie Boogie, el villano central de la película.
Esta no es una película más en la historia del cine, es una de esas pocas obras que tienen una base de fans ferviente que puede cantar cada palabra de cada canción y citar los diálogos de principio a fin. Los largometrajes individuales que logran eso son realmente muy pocos, este suele ser un fenómeno reservado para franquicias históricas como Star Wars o El señor de los anillos.
El legado de Nightmare hoy radica en su influencia en la cultura pop. Ya sea Halloween, Navidad o cualquier otra época del año, muchas tiendas ofrecen productos con sus personajes y una sensación espeluznantemente creativa durante todo el año. Los fanáticos han esperado ansiosamente una secuela durante años, lo que demuestra lo querida que sigue siendo la historia hoy en día.
