Navegando entre lo gótico y lo extraño con maestría, se encuentra Tim Burton y su nombre es sello de garantía.
Originalidad y creatividad son dos cualidades que muchos directores de cine desean tener, pero, lamentablemente, no todos lo logran. Sin embargo, existe uno cuyo estilo es altamente reconocible justamente por esos dos factores. Navegando entre lo gótico y lo extraño con maestría, se encuentra Tim Burton y su nombre es sello de garantía.
Director, productor, escritor, artista con todas las letras, Burton es el responsable de algunas de las películas más originales, preciosas y queridas por sus fans. Su estilo, único e inconfundible, lo hace merecedor de un especial en Spoiler Time y ¿qué mejor que hacerlo cuando Halloween, una celebración que siempre lo trae a nuestras pantallas, está tan cerca?
Nacido un 25 de agosto de 1958 en Burbank, California, Timothy “Tim” Walter Burton, hijo de Jean y WilliamBurton, se interesó, como muchos otros directores famosos, en el cine desde muy temprana edad. Ya incluso antes de ser un adolescente, Tim Burton experimentaba con la cámara 8 mm y videos donde utilizaba la técnica de animación llamada stop motion.
De esas épocas, uno de los cortos que ese joven Burton realizó se trató de una adaptación de la famosa obra literaria de H. G. Wells, La isla del Doctor Moreau. El corto de Burton, que lo realizó cuando tenía unos meros 13 años, se llamó The Island of Doctor Agor, en el cual el Doctor Agor era interpretado por él mismo.
Cuando Burton se graduó de la escuela (en la que no era un estudiante modelo ni mucho menos), pasó al Instituto de Artes de California, con la idea de estudiar animación de personajes. Fue allí donde dio a luz a muchos cortos, entre los que se encontraba Stalk of the Celery Monster, que finalmente llamó la atención de Walt Disney Productions y le permitió ganarse una pasantía en el estudio para convertirse en animador.
Durante su estadía en Walt Disney, Tim Burton trabajó como animador, diseñador gráfico, director de arte, artista conceptual y más. Se vio involucrado en filmes como The Fox and the Hound, Tron y más. Fue también durante este periodo que formó una amistad con Rick Heinrichs, con quien continuaría colaborando durante toda su carrera. Fue él quien produjo su primer corto dentro de Walt Disney, titulado Vincent y basado en un poema que el mismo Tim Burton escribió.
Luego de Vincent, que era una obra animada en stop motion, Tim Burton rápidamente pegó el salto a las películas live action. Su primer trabajo como director en este género fue el especial para televisión de Hansel y Gretel, que vio la luz en 1983 durante la celebración de Halloween.
Esta versión de Hansel y Gretel era, como todo lo que hizo Burton después, sumamente original: se trataba de una adaptación con tintes japoneses de la obra de los Hermanos Grimm que hasta incluía una pelea de kung fu entre los niños y la bruja.
Tras Hansel and Gretel, Burton lanzó un nuevo cortometraje, titulado Frankenweenie, protagonizado por Barret Oliver, Shelley Duvall y Daniel Stern. A medio camino entre homenaje y parodia a Frankenstein, Frankenweenie le costó a Burton su trabajo en Walt Disney Productions, ya que allí consideraron que era demasiado oscuro y tétrico como para ser presentado ante niños. La opinión resultaría evidentemente equivocada con el tiempo: en el 2012, Burton, bajo el sello de Disney, lanzó el largometraje animado basado en este mismo cortometraje y hasta fue nominado a los premios de la Academia.
Sin embargo, tras Frankenweenie no todo fueron pálidas: el cortometraje también lo puso en la mira de Paul Reubens, quien le encargó convertirse en el director de la película de su preciado personaje, Pee-wee Herman. El filme se tituló Pee-wee’s Big Adventure y se estrenó en 1985. Esta película, además, significó un punto de inflexión en la carrera de Burton: fue allí que comenzó su larga y fructífera relación con Danny Elfman, quien se convertiría en el creador de los scores de la mayoría de las películas del director.
Luego de un pequeño paso por la televisión, con episodios en las antologías Alfred Hitchcock Presents y Faerie Tale Theatre, Burton se dedicó a lo que sería, quizás, su primer gran éxito: Beetlejuice. Protagonizada por una jovencísima Winona Ryder y Michael Keaton, Beetlejuice fue realizada con un muy bajo presupuesto y, así y todo, logró conquistar a las masas: no solo fue un éxito de taquilla, sino que hasta se coló en los premios de la Academia, ganando uno en la categoría de maquillaje. Beetlejuice fue tan exitosa que terminó convertida en serie animada de televisión, de la mano de ABC.
Fue el éxito de Beetlejuice lo que le abrió las puertas a películas más grandes a Tim Burton, llevándolo así a dirigir Batman. Sin embargo, el camino hasta el estreno del filme fue bastante problemático: Burton, un espíritu creativo sin duda alguna, chocaba constantemente con los productores de la película, así como también su decisión de elegir a Michael Keaton como el Caballero Oscuro fue bastante criticada. Por supuesto, como ya sabemos hoy en día, las decisiones tomadas por Burton volvieron a demostrarse acertadas: Batman no solo fue un éxito en su época, sino que es considerada por varios como una de las mejores películas del vigilante de Ciudad Gótica que se han hecho.
Con la llegada de la década de los 90, llegó también otro de los filmes más celebrados dentro de la prolífica carrera de Tim Burton: Edward Scissorhands. Basado en un dibujo del mismo Burton y un guion de Caroline Thompson, esta historia tiene bastante de autobiográfica para el mismo Burton, que se siente identificado con el personaje de Edward, incomprendido en su rareza. El filme fue protagonizado por Winona Ryder y por Johnny Depp, en uno de los roles que marcaron su carrera, ya que luego se convertiría en el actor fetiche del director.
Además, fue también por esta época que Burton realizó la secuela de su Batman, con el filme Batman Returns que presentaría a la ya icónica Catwoman de Michelle Pfeiffer y el Pingüino de Danny De Vito. Sin embargo, por problemas de agenda, Tim Burton no pudo regresar para terminar la trilogía, que se completó con él como productor y con Joel Schumacher como director.
Lo mismo le sucedió con otro clásico que siempre se asocia a él, The Nightmare Before Christmas: por cuestiones de tiempos, Burton no pudo dirigirla, aunque la historia original es de su autoría y también la produjo.
En los años que siguieron, Tim Burton dirigió filmes de pequeña escala (pero no menos exitosos) como Ed Wood, así como también produjo musicales como James and the Giant Peach (basado en la obra de uno de sus ídolos de la infancia, Roald Dahl) y hasta se metió con la ciencia ficción con la película Mars Attacks!
Para terminar la década, Burton dirigió Sleepy Hollow, otro filme inspirado en una obra literaria, esta vez el cuento de Washington Irving, que tuvo un elenco plagado de estrellas: no solo el ahora ya célebre Johnny Depp, sino también Christina Ricci, Christopher Walken y hasta Christopher Lee.
Los 2000 encontraron a Burton dirigiendo una nueva adaptación de Planet of the Apes que, a pesar de ser exitosa en términos de números, no convenció a la crítica. Sin embargo, Burton remontaría como nunca: en el 2003 estrenaría una de sus más celebradas películas de la época, Big Fish, basada en la novela de Daniel Wallace.
Luego vendría otro éxito, Charlie and the Chocolate Factory, nuevamente basado en una obra de Roald Dahl y también el primer filme completamente animado en stop motion, Corpse Bride. Además, en el 2007 también estrenó la adaptación del musical de Broadway, Sweeney Todd.
Como si esto fuera poco, Burton también encontraría tiempo para dirigir un videoclip de la banda de Las Vegas, The Killers, titulado Bones. En el 2012 repetiría la experiencia dirigiendo Here With Me, que, además, la tendría a Winona Ryder como protagonista.
En el 2010 llegó el momento de tocar otro clásico de la literatura infantil con su versión de Alice in Wonderland, que le valió dos premios de la Academia: uno a Mejor Dirección de Arte y otro a Mejor Diseño de Vestuario.
En los últimos tiempos, Burton realizó una remake de Dumbo, a la que tampoco le fue tan bien en términos de números y que, probablemente, sentenció para siempre su relación con Disney. Sin embargo, no todos son fracasos: Burton es también el responsable detrás de uno de los más grandes éxitos recientes de Netflix: Wednesday.
Además, se espera que en un futuro próximo una secuela de Beetlejuice vea la luz, con Michael Keaton y Winona Ryder retornando a sus roles, así como con la incorporación de Jenna Ortega (la protagonista de Wednesday, nada menos) y Justin Theroux.
Tim Burton es, sin dudas, un director único. Su estilo, su compromiso con lo gótico, lo oscuro y lo raro lo hacen destacarse entre otros. Y si bien muchas veces es ese mismo estilo el que lo margina de grandes tanques (pensemos en sus idas y vueltas con Disney), es también el que lo hace incomparable. Para muchos, ese estilo se ha convertido en referencia, en identidad, en un lugar en el que encontrarse. Por eso, con más de 40 años de carrera, Tim Burton sigue tan vigente.
