El futbol (el verdadero, no el de Estados Unidos) siempre ha sido el deporte más popular del mundo, pero el boxeo podríamos decir que es el segundo: tiene una magia especial, algo único e inigualable, que siempre logra fanatizar a las audiencias. Y, como no podía ser de otra manera, el cine y la televisión se ha aprovechado de esto. Con Creed 3 en el horizonte, investigamos la historia del boxeo en las pantallas.
Para encontrar la primera película de boxeo de la que se tiene registro nos tenemos que ir a 1897 para hallar The Corbett-Fitzsimmons Fight, una cinta muda dirigida por Enoch J. Rector. La historia muestra la pelea entre James J. Corbett y Bob Fitzsimmons, dos famosos boxeadores de la época.
En esa época, el cine era una novedad y las películas eran muy cortas, generalmente de uno o dos minutos de duración, pero esta fue una de las primeras en usar la técnica de múltiples cámaras para filmar la acción desde diferentes ángulos, lo que permitió a los espectadores sentir que estaban en el ring con los boxeadores.
Aunque esta película fue un éxito en su época, más bien la podríamos considerar un documental de boxeo, ya que no se trata de una historia de ficción. La primera película de boxeo que se considera un largometraje de ficción fue The Square Ring de 1953, dirigida por Basil Dearden.
Por el lado de la televisión, la primera serie de ficción de boxeo se emitió un par de años antes, en 1949: The Contender. El show presentaba historias dramáticas de boxeadores y sus vidas fuera del ring. Fue creada por Jerome Weidman y producida por Fred Coe para NBC. La serie contó con actores famosos de la época, como Ralph Bellamy y Lee J. Cobb, y se convirtió en un éxito de audiencia, ayudando a popularizar el boxeo en la televisión.
Pero a decir verdad, más allá de que estas producciones iniciaron el camino del boxeo en la industria audiovisual, la película que dio vuelta todo fue Rocky, la mejor película basada en un deporte que terminó creando a uno de los mejores personajes ficticios de la historia y que es la razón por la que Stallone pudo triunfar en Hollywood.
El éxito de 1976 prácticamente sirvió como una guía para otros estudios de cine y cadenas de televisión. Rocky les dijo “miren, así se hace una historia ficticia de boxeo de la mejor manera” y luego la siguió con una secuela aún mejor. Y como si fuese poco, años más tardes lanzó Rocky IV, la cual puede considerarse como la mejor entrega de la franquicia.
Desde el 76 hasta 1990, Rocky lanzó cinco películas y lograron recaudar respectivamente:
- $225,000,000
- $200,182,160
- $125,053,490
- $300,373,716
- $119,946,358
Pero por supuesto estas no fueron las únicas películas de boxeo de la época, en esa época también se estrenaron The Contender (1980) y Hard Knocks (1987) en televisión y Raging Bull (1980) en el cine.
Mientras tanto, en los años después de Rocky se estrenaron Million Dollar Baby (2004), The Fighter (2010) y Grudge Match (2013) en el cine, Lights Out (2011), The Bronx Bull (2016), Monzón (2019) y El Repatriado (2023) en la televisión. Pero, ¿por qué las historias de boxeo son tan atractivas?
Hay un par de características fundamentales en las historias que rodean al deporte:
- Emoción: El boxeo es un deporte lleno de tensión, y las producciones pueden recrear esta sensación en la pantalla.
- Drama: Tanto alrededor de los personajes principales como en los combates en el ring.
- Inspiración: Los protagonistas a menudo luchan por superar dificultades de distinto tipo, económicas, sociales o de adicción.
- Identificación: El boxeo es uno de los pocos deportes que puede ser practicado por personas de cualquier origen y condición social, lo que puede hacer que la audiencia se identifique con los personajes y las historias de las películas mucho más.
- Acción: A todo esto también debemos sumarle las peleas que terminan siendo el climax de la historia.
Por último, y dejé este punto para el final porque es el más interesante, las producciones de boxeo siempre tienen esta aura de tragedia alrededor de los protagonistas que las hacen emocionalmente impactantes. Esto se debe a que el boxeo es un deporte que a menudo se asocia con la violencia y la lucha por la supervivencia.
Además, muchas películas de boxeo se centran en la lucha de un boxeador contra adversidades personales y profesionales, lo que puede generar tensiones y drama. Esto lo sacan de historias reales, ya que muchos boxeadores han enfrentado dificultades y tragedias en sus vidas, tanto adentro como afuera del ring, y muchas producciones utilizan elementos dramáticos para representar los altibajos emocionales y los desafíos de los boxeadores.
Por supuesto que lo que hace la ficción es exagerar todo lo que pasa en la realidad, pero todos estos condimentos que conforman a las historias de boxeo en el cine y la tv han ayudado a consolidar al deporte como un tema muy popular en la industria cinematográfica.