¿Se han dado cuenta de que la mayoría de las opciones que tenemos para ver en streaming son predominantemente secuelas, precuelas, spin-offs, remakes, adaptaciones live-action o reboots? Hay una falta de producciones originales que alarma y aquí hablaremos un poco más de eso.
¿Los servicios de transmisión están confiando demasiado en el factor nostalgia? Si bien esta es una tendencia que tiene ya entre 5 y 8 años, aumentó considerablemente luego de la pandemia de 2020 cuando los cines se vieron obligados a presentar reestrenos de películas exitosas para que el público regrese a las salas. Pero como ese movimiento fue fructuoso, se volvió una costumbre en otras áreas del mundo audiovisual.
Cada vez es más raro que las películas o series originales se conviertan en éxitos, especialmente cuando se muestran junto con otros títulos que son secuelas o se basan en material querido de otras franquicias. Es difícil competir con universos que, para algunos, han tardado años en realizarse y tienen un público que los pide a gritos.
Dado que parece haber una tendencia a llenar el catálogo con títulos ya usados, remakes, spin-offs o similares, el público también podría comenzar a ver una tendencia a la baja en creadores nuevos y originales, ya que los estudios no quieren correr el riesgo.
¿Por qué lo harían cuando saben que simplemente hacer una secuela de algo que ya generó dinero es casi seguro que volverá a generar dinero? En realidad, son los estudios más nuevos, como A24, donde los espectadores verán películas mucho más originales como Moonlight, Hereditary y Everything Everywhere All At Once.
Dicho todo esto, los títulos de franquicias y nostalgia sí tienen un lugar importante en el mundo audiovisual, atraen audiencias a cada servicio de transmisión. El problema es que luego los altos mandos terminan apoyándose demasiado en eso. Durante la pandemia, fueron las franquicias más importantes en las que los cines tuvieron que confiar para mantenerse a flote, pero estos son otros tiempos.
Otra razón fundamental por la que los estudios y especialmente el streaming se apoya tanto en la nostalgia es porque claramente los números funcionan. Ellos ven cuántas personas ven Friends, Dr. House, Breaking Bad, Iron Man, Harry Potter, Star Wars o El Cadáver de la novia, y su respuesta es crear contenido relacionado con estas obras.
Hay algo mágico en este tipo de producciones, nos pasa a todos, al momento en el que le damos play a Friends, por ejemplo, nos olvidamos de todo. Puede ser un día terrible, estresante o incluso podemos estar enfermos, pero a los pocos segundos del primer episodio recordamos cuando vimos la serie por primera vez y éramos felices.
Hay películas o incluso series completas donde recordamos todos los diálogos de verlas cientos de veces. Antes, cuando solo estaba la televisión por cable, era más difícil, pero ahora tenemos nuestros títulos favoritos al alcance de un click y está claro que el streaming se aprovecha de esa nostalgia que sentimos al ver obras del pasado.
Al fin y al cabo somos criaturas de hábitos cuando se trata de entretenimiento: nos acostumbramos a ver series o películas en tal momento y sabiendo que van a estar siempre en Netflix o en Prime, nunca nos vamos a cansar de verlas. Jamás vamos a dejar de reconsumir series o películas que amamos y si hay algo nuevo relacionado con estos universos, probablemente vayamos a verlo.
En definitiva, la nostalgia es un anhelo sentimental por el pasado. Es una emoción que sentimos cuando pensamos en recuerdos significativos que pueden ser o no de nuestra infancia, y que a menudo presentan a personas que nos importan. Ese sentimiento agridulce puede emocionarte muchísimo y los servicios de transmisión saben muy bien esto.
Sentir nostalgia es básicamente automático cuando experimentas cosas en tu vida cotidiana que te recuerdan el pasado en el buen sentido. Es posible que veas cosas que te recuerdan a un momento específico, pero a veces simplemente te transportan a un período general de tiempo que amabas y ese es un poder muy fuerte del cual el mundo audiovisual sabe aprovecharse.
La nostalgia une a las personas de manera literal. Los reinicios de franquicias o las adaptaciones live-action nos brindan una manera de conectarnos sobre algo de nuestro pasado colectivo. Esos recuerdos culturales te hacen sentir más conectado con las personas cuando los compartes con otros.
La nostalgia también es algo contagiosa, escuchar a alguien hablar sobre una serie o película del pasado puede hacerte pensar en eso y querer compartir tus recuerdos también. Escuchar las historias nostálgicas de otra persona nos hace sentir nostálgicos.
A veces, añorar el pasado significa literalmente querer volver a un tiempo que parece mejor que el aquí y el ahora. Y es fácil romantizar el pasado hasta el punto de sentirte mal por el momento presente. Es probablemente allí cuando vamos y vemos alguna serie o película vieja para transportarnos por un par de horas a otro tiempo.
El streaming ha perfeccionado la manera de romantizar la nostalgia de tal manera que le ayude a sumar suscriptores y es una práctica que difícilmente desaparezca, dado el fuerte arraigo que tenemos nosotros con ciertos universos audiovisuales.
