Ciudad Gótica es mucho más que Batman y la serie Gotham lo demostró

No caben dudas de que Batman, el héroe que este 16 de septiembre celebra su día, es uno de los más grandes y queridos de la historia. Sus 80 años de vigencia, su complejidad como personaje y sus actos de valentía a la hora de enfrentar el mal consiguen que sea admirado por generaciones tras generaciones.

Sin embargo, Batman es mucho más que Batman. Batman es el universo que se ha desarrollado en torno a él: la ciudad que protege, los villanos contra los que pelea sin cesar y aquellos que lo acompañan en su camino. En el 2015 se estrenó una serie que lo demostró. Se trató de Gotham, que corría del eje protagonista al Caballero Oscuro para mostrarnos lo que había antes de que él se pusiera la capa: una ciudad oscura, quebrada y peligrosa que es la madre perfecta para un vigilante como él.

Cuando en el 2013 comenzaron a correr rumores acerca de una serie sobre el mundo de Batman pero sin Batman sonaba, vamos a ser honestos, como una verdadera locura. ¿Por qué, teniendo la historia del mejor superhéroe del mundo (apreciación personal, claro), ibas a dejar de contarla para irte por las ramas con cualquier otra cosa? No parecía tener ningún sentido. Y sin embargo, cuando en el 2015 llegó Gotham a nuestras pantallas, me di cuenta de que Bruno Heller, el creador de Gotham, sí sabía lo que estaba haciendo.

Como el título de la serie lo anticipa, la verdadera protagonista de Gotham es, claro, Gotham. En la serie vamos a conocer a la ciudad antes de que Batman exista: la historia se centra en los primeros días de James “Jim” Gordon, como detective dentro de la GCPD, la policía de Gotham y en cómo este se encuentra con una ciudad completamente devastada por la corrupción y la delincuencia.

En Gotham, el “héroe” por así decirlo es Gordon, que intentará desde su lugar ordenar un poco el caos de esta ciudad que no se deja amansar y que siempre necesitará alguien más poderoso que la vigile e invierta su tiempo en intentar salvarla. Aunque más no sea ese niño que, cuando empieza la serie, ve cómo sus padres son asesinados en un callejón luego de una noche en familia.

Gotham, como serie, funciona por varios motivos: además de introducirnos en un mundo que demuestra que necesita una figura poderosa como Batman para ordenarlo, nos zambulle en el territorio de las historias de origen: la del Caballero Oscuro, sí, pero también la de su colorida e interesante galería de villanos.

En Gotham no solo vamos a ver al niño traumatizado convertirse en el joven que luego será Batman, sino que también lo veremos tener sus primeros encuentros con sus villanos, aunque, claro, no lo hará peleando, como cuando crezca, sino como un mero espectador y a veces víctima de ellos.

La serie de Bruno Heller, en cambio, pone al frente de la batalla a la policía de Gotham, con un fresco Jim Gordon maravillosamente interpretado por Ben Mackenzie, que sabe darle el toque de rabia contenida y desilusión que luego veremos en el personaje (esa rabia y esa desilusión que lo llevan a confiar en alguien fuera de la ley como Batman a medida que pasan los años), contra unos villanos incipientes: un joven Pingüino, un joven Riddler, la mafia de los Falcone, etc.

La serie de Bruno Heller no solo responde la pregunta de cómo el niño que vio morir a sus padres asesinados se convierte en un héroe enmascarado, sino que también nos cuenta cómo la ciudad que lo traumatizó se fue construyendo y cómo esos villanos que deberá enfrentar una y otra vez se convirtieron en lo que son.

Lo más interesante de Gotham es, sin duda, esto último: la serie se mete de lleno, por ejemplo, con la historia de estos dos personajes que mencionaba anteriormente, el Pingüino y el Acertijo. De la mano de actuaciones también sobresalientes de Robin Lord Taylor y Cory Michael Smith respectivamente, Gotham nos muestra sus primeros pasitos, sus avances hacia la perversión que los convertirá luego en los villanos de la historia de Batman.

Pero no es lo único: obviamente, una serie sobre Ciudad Gótica también habla de su héroe, aunque este todavía no exista. David Mazouz fue el encargado de darle la vida a un Bruce Wayne que abandona de golpe la niñez para convertirse en un adolescente enfurecido, asustado, frágil pero, finalmente, resiliente. Es muy interesante ver el recorrido que el personaje de Mazouz realiza a lo largo de las cinco temporadas de la serie porque es ese mismísimo recorrido el que lo llevará a ponerse la capa. ¿Cómo se transforma a un niño huérfano en el mejor detective del mundo? ¿Cómo aprende a ocultarse detrás de sus millones ese mismo niño para esconder su doble vida de héroe enmascarado? ¿Quién le enseña a dar sus primeros golpes? ¿Por qué elige esta vida partida? Todas esas respuestas (e incluso algunas otras) se van respondiendo en esta precuela pensada por Bruno Heller.

A pesar de que quizás no es la versión más fiel a las historias del cómic ni tampoco la más popular, Gotham, con sus locuras, con su foco puesto en un tiempo tan lejano a las batallas heroicas de Batman, fue bastante exitosa. No solo consiguió desarrollarse durante cinco temporadas (y el final realmente está a la altura de las circunstancias), sino que actualmente cuenta con un 77% de aprobación en Rotten Tomatoes y una calificación de 7.8 en IMDB. Además, la serie tuvo su propio spin-off (que no está nada mal tampoco), que se enfoca en la historia del hombre que terminó criando a Bruce Wayne: Alfred Pennyworth. Pennyworth, por su parte, se mantuvo durante tres temporadas, siendo finalmente cancelada en febrero de 2023.

El éxito de Gotham es entendible porque un héroe es mucho más que un héroe: es el camino que ha recorrido para convertirse en él, es la gente que lo acompañó en ese camino y confió en él, los eventos que lo marcaron y, sin duda, sobre todo en el caso de Batman, la ciudad que eligió proteger.