La historia de las precuelas del cine y las series es más rica de lo que crees

Esta semana llega a los cines de todo el mundo The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes, marcando el regreso de la icónica saga que supo protagonizar Jennifer Lawrence, basada en la obra de Suzanne Collins. La nueva película es una precuela de la historia que vimos entre los años 2012 y 2015 y estará protagonizada por Rachel Zegler.

The Ballad of Songbirds and Snakes representará la ampliación del universo de The Hunger Games, algo que tanto en cine y televisión se ha hecho muchísimas veces. Las precuelas son una forma de agregar historia a un mundo rico, que ya fue exitoso y que se espera que todavía lo sea más.

Definimos precuela como una obra (que, en este caso que nos compete es audiovisual, pero que también puede ser literaria) que se crea con posterioridad a la obra original pero que narra eventos que ocurrieron con anterioridad a esa primera entrega. En las secuelas, si nuestro punto de origen es la obra original, nos vamos a mover hacia atrás, a veces mostrando años anteriores de personajes que conocemos y otras, simplemente, emplazándonos en el mismo universo pero viendo personajes completamente nuevos.

Si bien las precuelas son hoy en día moneda corriente tanto en el cine como en la televisión, no son un invento de esta época. Se cree que la primera precuela en ver la luz data de 1920 y se relaciona con los primeros pasos del cine alemán en el género del terror. En 1915 Paul Wegener y Henrik Galeen estrenaron un filme mudo titulado Der Golem, en el que se narraba la historia de un vendedor de antigüedades que encontraba entre los restos derrumbados de una sinagoga un gólem. En la mitología judía, un gólem es una criatura creada a partir de barro y/ o arcilla que cobra vida para defender a su pueblo. En el filme, este gólem encontrado cobra vida una vez más solo para ser usado como un sirviente hasta que se enamora de la hija de este vendedor de antigüedades y, al ser rechazado, se lanza en una ola de asesinatos para vengar su corazón roto.

El filme de 1915 fue bastante exitoso, siendo quizás uno de los primeros, junto con Nosferatu y El Gabinete del Doctor Caligari, en adentrarse en el género del terror. En 1927, Der Golem tuvo una secuela, titulada The Golem and the Dancing Girl pero, en vez de tratarse de una obra exclusivamente de terror, se trató de lo que se llama “horror spoof”, una suerte de parodia del género que mezcla el horror con la comedia.

Esta segunda entrega no fue tan exitosa como la primera y se cree que Wegener no estaba contento con el tono del filme, por lo que se propuso realizar una tercera obra que devolviera al gólem a lo que había sido en 1915. De allí nació The Golem: How He Came Into The World, una precuela que nos lleva a Praga en la época medieval, donde el gólem será traído a la vida por primera vez.

De los tres filmes, The Golem: How He Came Into The World es el único que ha sobrevivido al implacable tiempo, mientras que los dos primeros se han perdido. Sin embargo, se cree que este último es una de las primeras precuelas que se han podido ver en la pantalla grande.

El Gólem habrá sido el primero pero definitivamente no fue el único. Quizás, las precuelas más famosas en la historia del cine y la televisión sean las de Star Wars. La saga de George Lucas que estrenó el primer filme de su primera trilogía en 1977 utilizó el recurso de las precuelas cuando decidió regresar a la pantalla grande a fines de la década de los 90 con su segunda trilogía, que nos mostró la historia de origen del villano de la historia, Darth Vader.

A partir de allí, Star Wars continuó utilizando las precuelas para ampliar su universo, ya sea a través de filmes como Rogue One o la olvidable Solo, o, incluso, a través de series de televisión como la reciente Andor, que nos lleva incluso más atrás que Rogue One.

En televisión, las precuelas también son moneda corriente. En los últimos años, además del ejemplo de Andor, hubo otras que también merecen una mención, como por ejemplo Better Call Saul, la obra de Vince Gilligan y Peter Gould que cuenta los orígenes de Saul Goodman, el inescrupuloso abogado que formaba parte del universo de Breaking Bad. Para muchos, Better Call Saul ha logrado incluso superar en calidad a su predecesora, lo cual es decir muchísimo, sobre todo cuando hablamos de una serie del calibre de Breaking Bad, favorita de muchos seriéfilos de esta época.

Otro ejemplo destacable puede ser Fear The Walking Dead, el primer spin-off que se desprendió de The Walking Dead, la serie basada en los cómics de Robert Kirkman que se sostuvo durante 11 temporadas. Este primer spin-off, Fear The Walking Dead, fue una precuela que contaba los primeros días del apocalipsis zombies en el que ya veíamos sumidos a los personajes de la serie original y contó con nuevos personajes que, con el avanzar de las temporadas, también terminaron cruzando sus caminos con algunos de los que ya habíamos visto en The Walking Dead.

La proliferación de precuelas, tanto en televisión como en cine, como por ejemplo The Hunger Games: The Ballad of Songbirds and Snakes, es solo la prueba de algo que hoy en día es bastante obvio: la industria audiovisual le tiene miedo al riesgo. Adentrarse a universos ya conocidos, ya exitosos (sea Star Wars, The Hunger Games o Harry Potter) asegura la convocatoria de fanáticos que, aunque luego pueden criticar los productos realizados, al menos cumplirán en recuperar los gastos de producción con la taquilla.

Esto no quiere decir que todas las precuelas sean malas. A veces, el imaginario de un universo merece ser explorado y se pueden realizar producciones realmente excelentes, que saben brillar por mérito propio. Habrá que ver esta semana si The Ballad of Songbirds and Snakes lo logra o queda en el montón de filmes y series que intentaron colgarse del éxito de algo pasado sin estar a la altura.