Esta semana volvió uno de los clásicos stop-motion más recordados del Siglo XX y lo hizo a través de los Aardman Animations, el estudio británico creado por Peter Lord. Aquí hablamos de esta particular productora y de nuestra tan querida Pollitos en Fuga (en inglés, Chicken Run).
Chicken Run fue la primera película que lanzó Aardman Animations en el año 2000 y a partir de allí se hizo conocido por el empleo avanzado de las técnicas de claymation y stop motion en sus producciones, además, tuvo colaboración con otras empresas mientras produjo sus películas, DreamWorks, Lionsgate, Columbia Pictures y, más recientemente, Netflix.
Aardman fue fundado en 1972 como un proyecto de bajo presupuesto por Peter Lord y David Sproxton y comenzó proporcionando secuencias animadas para la serie de la BBC para niños sordos Vision On, pero el proceso de utilizar animación con arcilla para producir un segmento llamado Gleebees en 1975 se convirtió en la inspiración para crear Morph, un personaje de arcilla simple. Esto fue un punto de inflexión para el proyecto.
Aardman también creó la secuencia del título de The Great Egg Race y fue responsable de la animación para el vídeo musical Sledgehammer de Peter Gabriel, y en la década del 80 crearon el personaje de “Douglas” en un comercial de televisión de mantequilla Lurpak.
En los siguientes años continuaron creando cortometrajes y contratando más animadores hasta que en 1990, Creature Comforts se convirtió en la primera producción de Aardman en ganar un Premio de la Academia. Y luego llegaron más premios por las aventuras de Wallace y Gromit: The Wrong Trousers (1993) y A Close Shave (1995).
Si bien Wallace y Gromit fue el salto a la fama que el estudio necesitaba, y el apoyo que le dio la Academia fue vital para su éxito, el reconocimiento masivo llegó con el estreno de Pollitos en Fuga en el año 2000, esta podríamos decir que es su película más exitosa y popular.
Chicken Run batió récords de taquilla en animación stop-motion y también dejó un legado duradero como una de las películas más originales de su época. El creador de la película, Nick Park, había crecido con gallinas en su jardín y una vez dibujó una sacándola de su gallinero, eso le hizo darse cuenta de lo similares que son los gallineros a películas como The Great Escape. Allí nació la idea de la cinta.
Park y Lord se sentaron con los productores de DreamWorks, Jake Eberts y Michael Rose en un restaurante de pollo, y allí también estuvo Steven Spielberg, cofundador del estudio. Al presentarles la idea de Chicken Run, Spielberg les dijo que The Great Escape era su película favorita y que tenía 300 pollos en su granja, así que los convencieron muy rápido.
Aardman nunca había hecho una película de más de media hora, y Chicken Run terminaría durando casi el triple. Los recursos y la paciencia de Dreamworks resultaron esenciales para terminar la cinta, el estilo es laborioso y visualmente complejo.
Por ejemplo, los propios pollos, que medían alrededor de un pie de altura, debían estar hechos principalmente de silicona porque la plastilina sería más vulnerable bajo las luces calientes y demasiado pesada para sus delgadas patas. Sus partes más expresivas (la cabeza y los brazos) podían estar hechas de plastilina, y un departamento de armadura proporcionaba a cada pollo un delicado esqueleto de metal.
Durante la producción también debieron cortar muñecos de pollos más pequeños con láser y construir muchos otros a mano. Los estudios de Aardman solían ser un almacén de bananas junto a los muelles de Bristol. Pero para Chicken Run, necesitaron algo mucho más grande.
Encontraron un vasto espacio en las afueras de Bristol y construyeron aproximadamente 30 sets, supervisando a un equipo de alrededor de 250 personas. Todas las noches, las imágenes que el equipo había capturado se llevaban a Heathrow (el laboratorio más cercano a Bristol), donde la película se procesaba durante la noche y se regresaba a la mañana siguiente.
Los modelos, que antes sólo se veían en pantallas de televisión pequeñas, debían verse bien en pantallas de cine gigantes y ese fue uno de los desafíos más grandes. Hay más de 120 mil fotogramas en la película y el equipo filmó aproximadamente 11 segundos por día durante 18 meses.
Chicken Run sigue siendo la película stop-motion de mayor éxito de todos los tiempos. Su comparación más cercana, Pesadilla antes de Navidad, recaudó 88 millones de dólares en comparación con de Chicken Run los 224 millones de dólares. A partir de allí, el estudio también fue responsable de Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit (2005), Flushed Away (2006), Arthur Christmas (2011), The Pirates! In an Adventure with Scientists! (2012), Shaun the Sheep Movie (2015), Early Man (2018), A Shaun the Sheep Movie: Farmageddon (2019) y por último Chicken Run: Dawn of the Nugget (2023).
Además, el estudio de Peter Lord también está a cargo de las siguientes franquicias: Morph, Creature Comforts, Angry Kid y Rex the Runt. Como si esto fuera poco, Aardman también colaboró en varios videojuegos inspirados en sus historias para PlayStation, XBox, Switch, Game Boy y para teléfonos móviles.
Aardman no es el único estudio de animación stop-motion que existe, pero sí es el más exitoso, aunque también debemos marcar que es una industria bastante corta. Su competencia más destacada es Laika, el estudio de Estados Unidos que fue responsable de producir películas como Coraline, ParaNorman y Kubo and the Two Strings. Laika, al igual que Aardman, tampoco se enfocó en una sola arista del mundo audiovisual, también cuentan con división dedicada a producciones publicitarias y proyectos especiales, y han sido responsables de varios proyectos en esta área en los últimos años. Los otros estudios stop-motion que podemos destacar son Studiocanal (La tortuga roja); Mackinnon & Saunders, especializado en la creación de personajes stop-motion y marionetas para producciones cinematográficas y televisivas; y Loving Vincent Studios (Loving Vincent), aunque no trabaja exclusivamente con stop-motion.
Chicken Run fue un antes y un después para las películas stop-motion. La cinta llegó en el momento perfecto para todas las partes: Aardman estaba lleno de jóvenes que buscaban demostrar su valía, este estilo dela animación seguía siendo una novedad para el público y Dreamworks seguía financiando la animación tradicional. Por suerte para todos, luego de 23 años ya tenemos una secuela.
