Pinocchio de Guillermo del Toro, el filme que llevó a la animación stop motion a lo más alto

La primera vez que vi Pinocchio de Guillermo del Toro quedé fascinada por lo real que se veía todo. Por momentos, olvida que estaba viendo una historia protagonizada por marionetas. Es más, llegué a leer que algunos la confundieron con animación digital. ¿Pero cómo es que el director mexicano y su equipo lograron esta hazaña? ¡Utilizando viejas y nuevas técnicas de stop-motion!

En el pasado, para poder mostrar las expresiones de las marionetas se utilizaba el método de sustitución, que consistía en remplazar la cara de la marioneta por otra con una expresión diferente. Pero los artistas y técnicos del estudio británico Mackinnon and Saunders impulsaron un nuevo método de animación stop-motion para Corpse Bride (2005). Se trata del método mecánico, un sistema de “pequeños engranajes situados justo debajo de la superficie de su piel de silicona” con los que se pueden controlar las expresiones faciales sin necesidad de sustituir la cara como en el antiguo método (vía).

Este método permite más control por parte del animador, pues es él quien elige qué expresión del rostro se necesita para x o y escena. Además de que no se necesita mucha manipulación de la marioneta, por lo que hay menos margen de error al momento de reiniciar la toma (por ejemplo, que la marioneta se haya colocado en una posición diferente y se tenga que reiniciar toda la secuencia).

Pero Del Toro y su equipo utilizaron ambos métodos para dar vida a Pinocchio. Si bien para la mayoría de las marionetas utilizaron el método mecánico de engranaje, para el personaje titular optaron por el método de sustitución. Lo cual simplemente es brillante, pues resalta la naturaleza de Pinocchio, él es un muñeco de madera en un mundo de humanos. Con él utilizaron más de 3000 caras de repuesto. Sus ojos y nariz eran removibles, como la escena lo requiriera.

Además, Pinocchio fue la primera marioneta metálica impresa en 3D. Debido a la forma de su cuerpo, se necesitaba un material duradero y que no se rompiera fácilmente al manejarlo, y hacerlo de metal fue la solución. Esta innovadora técnica les permitió tener varias marionetas del personaje idénticas y trabajar con ellas sin preocuparse si eran distintas (lo que podría ocurrir si era hecho a mano).

El diseñador de marionetas Richard Pickersgil y su equipo de ingenieros elevaron el método de remplazo al darle a Pinocchio un diseño con extremidades delgadas y articulaciones, haciendo que pareciera que realmente fueron talladas a mano por Geppetto.

Curiosamente, Pinocchio no fue la única marioneta con el método de sustitución de la película. En el caso de Sebastián J. Cricket y Spazzatura se mezclaron ambas técnicas, la mecánica y la de sustitución. La boca de Sebastián era mecánica y sus ojos removibles. Mientras que los ojos y las cejas de Spazzatura eran mecánicos y su boca removible. En ambos casos tenía sentido esta mezcla, pues los ojos de Sebastián eran bulbosos y expresivos y Spazzatura sólo hacía sonidos con la boca.

El esmero y amor puestos en estas marionetas también se puede notar en los materiales de fabricación. Pues el equipo no tuvo miedo en utilizar tela (un material que es difícil de animar) con cables en ella para darle movimiento a la capa del villano el Conde Volpe.

Por otro lado, el realismo en Pinocchio también se puede ver en el diseño de producción de los sets. Detrás hubo mucha investigación para recrear todos los escenarios, desde el pueblito italiano en la Segunda Guerra Mundial hasta la feria donde trabaja el Conde Volpe.

Y si se siente como una película de acción real es porque fue tratada como una. Los sets se podían separar para que los animadores tuvieran un mejor control de la escena y se utilizaban cámaras de control de movimiento y equipos especiales para crear tomas más cinemáticas. Por ejemplo, cuando la cámara sigue a Carlos, el hijo de Geppeto, mientras este se columpia en un árbol.

En resumen, Pinocchio de Guillermo del Toro llevó a la animación stop-motion a lo más alto gracias al avance en la técnica mecánica de las marionetas y de impresión 3D. Además de que el director trató a los animadores como actores, logrando que hubiera una conexión mayor entre ellos y las marionetas. Por eso, se nota tan real en todo momento.