Más de 30 años de éxito: esta es la historia de las Tortugas Ninja

Como muchas otras joyas que disfrutamos hoy en día, en nuestra infancia, para aquellos que crecimos en los 90, había unos héroes de acción muy particulares que habían saltado de las viñetas a la pantalla chica. No me refiero ni a Spider-Man, ni a Batman ni a los X-Men, sino nada más y nada menos que a las Teenage Mutant Ninja Turtles, más conocidas por estos pagos latinoamericanos como las “Tortugas Ninja”.

De los cómics a la televisión, de la televisión al cine y del cine también a los videojuegos, las Tortugas Ninja marcaron a toda una generación y ahora están listas para hacerlo de nuevo con el estreno de su nuevo y anticipado filme, Mutant Mayhem.

Corría el año 1983 cuando Kevin Eastman y Peter Laird se conocieron en Massachusetts. Inmediatamente comenzaron a trabajar juntos en algunas ilustraciones y eso, finalmente, los llevó a irse a vivir juntos en Dover, New Hampshire para poder seguir desarrollando sus ideas 24/7. De a poco, la fusión de todo lo que venía triunfando en el mundo del cómic en ese momento, en especial los New Teen Titans, los X-Men y los cómics tradicionales de animales antropomórficos, los llevó a desarrollar la idea que luego se convertiría en las conocidas Teenage Mutant Ninja Turtles a partir de un dibujo de Eastman de una tortuga enmascarada equipada con un par de nunchakus.

La idea comenzó a crecer y la dupla Eastman – Laird la convirtió en un cómic. Al tratarse de tortugas ninja, en una primera instancia consideraron llamarlas a todas con nombres japoneses, pero intentando continuar en la línea de hacer este cómic algo sumamente particular, terminaron decidiéndose por adoptar nombres derivados de artistas del Renacimiento. Así, nacieron Leonardo, Donatello, Rafael y Miguel Ángel.

Otra de las grandes influencias que movió la creatividad de Eastman y de Laird fue Daredevil, que en ese momento también era un exitoso cómic. Fue de allí que los artistas tomaron la idea de los ninjas y también algunos elementos de la historia de origen de sus personajes, como el haber sido alterados por entrar en contacto con material radiactivo. Sin embargo, eso no era todo: incluso el maestro de las tortugas, la rata Splinter, está basado en el maestro de Matt Murdock, Stick.

Tan solo un año después de haberse mudado juntos, Eastman y Laird decidieron lanzar su historia al mundo, a través de su propia compañía de cómics llamada Mirage Studios, que funcionaba, cómo no, en su propio hogar. El lanzamiento fue un éxito: las primeras 3000 copias del primer número se vendieron en pocos días, éxito que continuó creciendo en los números siguientes.

Las Teenage Mutant Ninja Turtles se volvieron tan populares que pronto Eastman y Laird encontraron nuevas formas de hacer negocios. En 1987 le dieron licencia, por ejemplo, a Playmate Toys para que realizaran figuras de colección de las Tortugas Ninja y rápidamente se convirtieron en uno de los juguetes más vendidos de la época, tan solo por detrás de otros monstruos como GI Joe y Star Wars.

Fue allí donde Eastman y Laird se inspiraron en llevar su historia de los cómics un pasito más allá: como ya lo había hecho GI Joe (y también He-Man y Transformers), decidieron que las Tortugas Ninja estaban listas para pegar el salto a la pantalla chica y, así, con una serie animada, promocionar aún más los juguetes que ya se vendían como pan caliente. Para el año 1987 Playmates se unió al estudio Murakami-Wolf-Swenson y dieron a luz la primera serie animada de Teenage Mutant Ninja Turtles, que terminó estando al aire por más de diez años.

Aunque la serie de televisión fue un verdadero éxito y tenía algunas de las cualidades más distintivas de las Tortugas Ninja (como sus máscaras coloridas, su amor por la pizza y sus personalidades únicas), lo cierto es que en el traspaso de la página a la pantalla, en un afán de convertir a la historia en algo más “apto para todo público”, se debió bajarle un poco el tono: la violencia explícita y la oscuridad que reinaba en sus páginas fue dejada de lado, dando como resultado un dibujo animado que todos vimos mientras merendábamos tranquilamente.

La conversión fue un paso acertado: dos años después, las Tortugas también se adaptaban a un nuevo formato, el de los videojuegos para Nintendo Entertainment System, que también se convirtieron en un éxito e iniciaron una larga lista de esta franquicia a este formato. Sin embargo, para sus creadores, con el diario del lunes en la mano, varias veces expresaron que les hubiera gustado conservar en las adaptaciones algo del tono original de su cómic.

Con la llegada de los años 90, las Tortugas Ninja se encontraban en la cresta de la ola. Cómic, serie y videojuegos, todo era un éxito, por eso el traspaso a un largometraje era solo cuestión de tiempo. Así, de la mano del director Steve Barron, el 30 de marzo de 1990 se estrenó Teenage Mutant Ninja Turtles que si bien recibió críticas no tan buenas, se convirtió en un éxito de taquilla que reunió 202 millones de dólares (sobre un presupuesto de 13.5).

La película, que no fue animada, tuvo dos secuelas: Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Secret of the Ooze, que se estrenó en 1991, y Teenage Mutant Ninja Turtles III, que se estrenó en 1993, en las que el éxito de la primera entrega fue decayendo, siendo la última de la trilogía la peor criticada, ya que se alejaba mucho de la fuente original, es decir, el cómic de Eastman y Laird.

La década del 2000 fue el momento en el que Eastman y Laird decidieron separar sus caminos, vendiendo el primero su parte de la franquicia en la que se convirtieron las Teenage Mutant Ninja Turtles al segundo. Al poco tiempo, Laird, junto a 4Kids TV, desarrolló la que sería la segunda serie animada de las TMNT, que se estrenó en el 2003 y terminó en el 2009 luego de 7 temporadas.

Esta nueva serie, a diferencia de aquella con la que crecimos los millennials, tiene un tono más parecido al de los cómics, con más acción y más centrada en la historia de la familia elegida de las tortugas, convirtiéndose quizás en un producto más pensado para audiencias más maduras que para niños.

Luego de esta aventura, Laird, que también ya se encontraba agotado de trabajar eternamente en las TMNT, le vendió la franquicia a Viacom, que en el 2012 a través de Nickelodeon lanzó la tercera serie animada de las Tortugas Ninja. Mientras tanto, Eastman se embarcaría en una nueva aventura gráfica de la mano de IDW Publishing.

En el 2014, Viacom también lanzó una nueva película live-action de las TMNT, producida por Michael Bay y dirigida por Jonathan Liebesman. Las críticas no fueron nada favorables con el filme, pero a la gente eso no le importó: esta película, llamada Teenage Mutant Ninja Turtles a secas, se convirtió en la más taquillera de la franquicia. Dos años después llegaría su secuela, Teenage Mutant Ninja Turtles: Out of the Shadows, esta vez dirigida por Dave Green. La secuela, aunque mejor recibida por los críticos, no triunfó en taquilla lo que significó la cancelación de una tercera entrega.

En los últimos años, antes de llegar al estreno de esta nueva película de las TMNT, vio la luz una cuarta serie animada llamada Rise of the Teenage Mutant Ninja Turtles de tan solo dos temporadas a través de Nickelodeon, que también tuvo una película secuela que se estrenó directamente en Netflix.

Así, finalmente, nos encontramos con Mutant Mayhem, la nueva entrega de las TMNT, que llega a los cines de todo el mundo esta semana. Con animación computarizada y co-escrita entre Seth Rogen, Evan Goldberg, Dan Hernandez y Benji Samit se trata de un reboot de la historia. Más de treinta años después de su nacimiento, estas tortugas eternamente adolescentes todavía tienen mucho que contar.