Todos conocemos a las Tortugas Ninja por la serie de finales de los 80 y principios de los 90. Y algo que llama particularmente la atención de estos personajes no es sólo su caracterización antropomorfa, sino también por los nombres de cada uno: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel y Donatello. ¿Pero cómo es que Kevin Eastman y Peter Laird, sus creadores, se decidieron por esos nombres para sus personajes?
Resulta que al principio, esos no iban a ser sus nombres. Sino que Eastman y Laird pensaron en darles nombres japoneses a sus tortugas para que sonara más apropiado con la temática del cómic. Aunque esa idea no llegó muy lejos, pues fallaron en encontrar los nombres apropiados. De hecho, gracias a un arte conceptual del año 1984 de Eastman, se sabe que la tortuga Leonardo se iba a llamar Ken, posiblemente por al actor japonés Ken Takakura.
Sería entonces que Eastman y Laird se decidirían por nombres de sus artistas renacentistas favoritos. Para ello, agarraron una copia de la Historia del Arte de Janson que tenía Laird. “Me pareció lo bastante extravagante como para encajar en el concepto”, expresó Laird al respecto (vía).
Sin embargo, hay otra razón por la que escogieron esos nombres: sonaban bien juntos (al menos en inglés). Eastman quería nombrar a una de las tortugas Bernini, pero Laird lo convenció de que Donatello sonaba mejor porque sería otro nombre que terminaba en “o”.
Así fue que la tortuga Leonardo recibió su nombre por Leonardo da Vinci (1452–1519), un pintor, inventor, escultor, arquitecto, ingeniero, astrónomo florentino que “desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo”, incluyendo el paracaídas, el helicóptero y el tanque. Aunque, es más conocido por sus obras como pintor como La Gioconda (aka la Mona Lisa), que se encuentra en el museo del Louvre de París.
La tortuga Leonardo lleva una cinta azul sobre sus ojos y es el líder del grupo. Tiene una personalidad encantadora y es inteligente. Su arma distintiva son dos Ninjatos (o Katanas como se les suela confundir).
Después tenemos a Rafael, nombrado así por Rafael Sanzio (1483- 1520), pintor y arquitecto italiano del Renacimiento considerado como “uno de los más grandes artistas del alto renacimiento en Italia”. Sin embargo, murió muy joven, a los 37 años, en el mismo día en que nació. Rafael fue un niño prodigio y llegó a trabajar para los papas Julio II y León X. Entre sus trabajos más conocidos se encuentra las estancias de Rafael, que son cuatro salas en el vaticano decoradas por el mismo.
La tortuga Rafael lleva una cinta roja sobre sus ojos y es el más corpulento de sus hermanos. Su arma preferida son unos sai gemelos. En cuanto a su personalidad, es leal, pero también impulsivo, burlón, gruñón, amargado y, a veces, hostil.
La siguiente tortuga, Donatello, fue nombrada así por Donato di Niccolò di Betto Bardi (1386- 1466), un artista, pintor y escultor italiano cuya obra “destaca por su asombrosa profundidad en un mínimo plano” (vía). Su obra más conocida es El David, que se encuentra actualmente en el museo nacional de Bargello.
La tortuga Donatello lleva una cinta púrpura sobre sus ojos. Su arma principal son bastones de bō efectivos. Es más alto y delgado que sus hermanos. Además, se caracteriza por ser el cerebro del grupo.
La última tortuga, Miguel Ángel, lleva el nombre de Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), quien fue arquitecto, pintor y poeta considerado “uno de los más grandes artistas de la historia del arte universal” (vía). Entre sus obras más sobresalientes se encuentran el David, Piedad del Vaticano, la Capilla Sixtina, Tumba de Julio II, entre otras.
La tortuga Miguel Ángel lleva una cinta naranja sobre sus ojos. Es el más pequeño de los hermanos y, por ende, el más inmaduro y bromista. Es amante de la cultura pop y muy ingenuo. Sus armas preferidas son dos nunchakus, aunque también se le ha visto con un gancho de agarre, manriki-gusari, tonfa y un bastón de tres secciones.
