Cuando hablamos del género de terror no podemos dejar de mencionar la increíble influencia que tuvo Oriente en las producciones que vemos en la actualidad. En este artículo nos metemos a investigar eso en profundidad.
Obviamente que todos los países de Oriente tienen diferentes historias y épocas donde nació el género de terror, pero si tenemos que marcar un punto de inicio debemos viajar a principios del siglo XX, cuando Japón produjo algunas de las primeras películas mudas de terror, las cuales establecieron las bases del género en el país y también influyeron en las culturas aledañas.
El nacimiento del cine de terror en Japón, Corea del Sur, Tailandia y otros lugares de Asia está relacionado con una combinación de factores culturales, históricos y cinematográficos, pero en todos ellos podemos ver una clara inspiración de la literatura que incorpora elementos de horror y sobrenaturales relacionadas las leyendas de cada país, mitos y cuentos de fantasmas han estado arraigados en el pueblo durante siglos.
Japón es el principal lugar donde el terror se desarrolló. Más allá del terror mudo, podemos decir que la década del 1950 fue la época dorada para ellos con películas como Gojira (1954). Aunque es un kaiju y hoy sus cintas están consideradas dentro del género de ciencia ficción, Godzilla nació como un personaje de terror y estableció un precedente muy importante para explotar lo sobrenatural en el cine japonés. Directores como Akira Kurosawa profundizaron estos temas oscuros en cintas clásicas como Rashomon (1950) y Kwaidan (1964).
Por otro lado, a partir de la década de 1990, el J-Horror ganó popularidad internacional con películas como Ringu y Ju-On. La combinación de mitología japonesa y narrativas inquietantes atrajo a audiencias de todo el mundo. Este subgénero se caracteriza por su énfasis en el suspenso y el horror sobrenatural. A las películas de fantasmas y espíritus, también se le sumaron historias de terror corporal, como Rinne y Gozu, que se centran en la transformación física y la violencia gráfica. El éxito de estos largometrajes en Occidente llevó a la creación de remakes estadounidenses, lo que amplió aún más la influencia del J-Horror en la escena internacional.
La década del 90 fue la época clave para el terror en Oriente. Japón no fue el único país donde sucedió el boom, la industria cinematográfica surcoreana también experimentó un renacimiento a fines de esta década y principios de los 2000, lo que permitió la producción de películas del género y nuevos enfoques narrativos. El K-Horror se destacó por narrativas complejas, un componente psicológico muy presente y giros inesperados con películas como The Sixth Sense, Oldboy, A Tale of Two Sisters y I Saw the Devil llevaron el género a nuevas alturas.
Otras películas surcoreanas de terror como The Wailing y Train to Busan han sido aclamadas por su originalidad y capacidad para mezclar el terror con otros géneros, como el thriller y el drama. En las producciones del K-Horror también es muy común ver cómo los creadores abordan temas sociales y políticos, agregando capas de profundidad a sus tramas, esto hace que la industria se diferencie del resto de Asia.
Tailandia también se hizo conocido durante lo 90/00 por sus películas de terror. Sus historias incorporan su rica mitología y folclore. Por ejemplo, Nang Nak, uno de los éxitos de esta época, se basa en una leyenda tailandesa sobre un espíritu femenino vengativo. Shutter, de 2004, es el otro largometraje que podemos mencionar como uno de los clásicos tailandeses de terror. El éxito internacional de estas cintas y cómo influyeron en la producción de nuevas historias de terror ayudó a consolidar la reputación del país en el género.
En cuanto a China, ha producido películas de terror icónicas como The Ghouls y The Devotion of Suspect X, aunque tuvo menos impacto internacional que el japonés o el surcoreano. La industria china es más bien conocida por su cine de acción, pero su crecimiento en cinematográfico en general le permitió incursionar en diferentes géneros, entre ellos el cine de terror, explorando temas de maldiciones, fenómenos paranormales e incluso en algunas podemos encontrar conexiones entre la tecnología moderna y lo sobrenatural. China también ha enfrentado desafíos relacionados con la censura gubernamental en la representación de temas del horror, lo que forzó a los creadores a cambiar la narración para sortear las restricciones.
Si bien China, Tailandia, Corea del Sur y Japón son los cuatro pilares fundamentales del cine de terror en Oriente, también es necesario mencionar que otras zonas y/o países han contribuido con películas estelares al género como Hong Kong, Filipinas e Indonesia, aunque no son tan conocidas como las producciones de Japón o Corea del Sur, no podemos negar que han sido una parte distintiva de la industria cinematográfica de la región.
A continuación haremos un resumen del cine de terror en estos países también, pero vale mencionar que todas estas industrias se conectan a través de la inspiración en su propia historia y mitología. Es muy difícil ver una película de terror oriental basada en criaturas o espíritus de Occidente.
Hong Kong:
- Rigor Mortis, The Eye y Dumplings son las películas más destacadas
- Incorporan elementos de la cultura y la mitología como fantasmas vengativos, espíritus y criaturas sobrenaturales
- Mezclan elementos de otros géneros, como la comedia o el thriller, lo que agrega complejidad a sus tramas.
- Tienen un estilo visual distintivo con efectos especiales creativos y escenas impactantes
Indonesia:
- Rumah Dara y Satan’s Slaves las películas destacadas
- Cómo el resto de los países, incluye elementos relacionados a las leyendas locales
- Ha experimentado un auge significativo en la última década
- Exploran varios subgéneros, desde el terror sobrenatural y el thriller psicológico hasta el terror extremo
Filipinas:
- El 2010 fue la década del boom del cine de terror
- Criaturas y espíritus locales protagonizan sus historias como el aswang (un tipo de vampiro) y kapre (un espíritu gigante)
- Eerie, Block Z y la saga de Shake, Rattle & Roll son sus producciones más exitosas.
Lo que hizo el cine de terror en esta parte del mundo no es menor. Al estar tan acostumbrados a ver historias de otra cultura (Estados Unidos, sobre todo) a veces es complicado incluir elementos de la cultura propia en películas nacionales, pero Oriente revolucionó el cine de terror basándose en su propia historia al punto de que ahora es Estados Unidos quien crea historias inspiradas en mitologías como la japonesa, la china o la tailandesa.
El cine de terror en Oriente es conocido por su capacidad para crear atmósferas inquietantes, explorar temas culturales y ofrecer giros sorprendentes en el género. Influyó enormemente en la narrativa del terror a nivel mundial y sigue siendo una parte importante de la cinematografía contemporánea.