Polémica en puerta: el cine de superhéroes tuvo y tiene vínculos con la ideología fascista

Desde su nacimiento, los superhéroes han estado ligados a la política. Y sobre todo, al fascismo. Y es que solo basta indagar en las premisas de estos superhéroes (Superman y Batman, por nombrar algunos) para darnos cuenta que están a un paso de volverse los villanos de la historia.

Y es que el fascismo y los superhéroes comparten unas cuantas cosas como la protección de status quo, el nacionalismo, la exaltación de un líder, el hecho de que solo unas cuantas personas tomen elecciones por otros y el poder como derecho (vía).

Por supuesto, este es un tema que ya se ha tratado en el cine como lo fue el caso de Capitán América: Guerra Civil, donde vimos como los superhéroes se dividieron en dos bandos porque unos, encabezados por Steve Rogers, no deseaban ser controlados por el gobierno a pesar de que su más reciente misión había dejado a civiles muertos. Si bien Rogers tenía sus motivos, eso no quitaba el hecho de que hasta ese momento, los superhéroes por el simple hecho de tener poderes actuaban fuera de la ley, pensando, supuestamente, en el bienestar de los demás.

Sin embargo, ¿qué pasaría con estos superhéroes si no tuvieran moral? The Boys tiene la respuesta. Luego de ver muchos superhéroes salvadores en la pantalla chica y grande Prime Video nos presentó la otra cara de la moneda. Ahí los Supes no solo actúan fuera de la ley, están encima de ella y no hay nadie que pueda detenerlos. De hecho, son pocos los que cuestionan su poder sobre los demás. Y son muchos quienes los idolatran –pues los ven como dioses– y, con ello, les dan la autoridad para ejercer su voluntad, sea buena o no.

Homelander es el mayor ejemplo de un fascista que pueda haber, incluso lo pudimos ver en la segunda temporada de la serie enamorado de Stormfront, una Supe nazi, reforzando así la ideología que representa este personaje. Y es que toda su narrativa se centra en controlar a las masas con sus discursos de salvador y acabar con aquellos que no aceptan su régimen totalitario en el grupo de Los Siete y en la empresa Vought.

No por nada Eric Kripke, showrunner de The Boys, dijo que Homelander “siempre ha sido un análogo de Trump para mí” (vía) dada las semejanzas que ambos presentan.

En resumen, si bien es fácil encontrar autoritarismo y otros elementos del fascismo en el cine de superhéroes, es verdad que ya encontramos otras narrativas donde esto se crítica y se explora otro tipo de narrativas donde no se presentan como los salvadores únicamente por su poder y donde hay personajes más diversos, de otras nacionalidades, géneros, razas y orientaciones sexuales.