Corría el año 1991 y de la mano de uno de los canales del momento, Nickelodeon, llegaba The Ren & Stimpy Show, animación controversial desde sus orígenes. Fue creada por John Kricfalusi considerado el padre de lo irreverente, muy elogiado en su momento, pero como sucedió con gran parte de la industria, el estallido del movimiento #MeToo hizo tambalearlo.
Dos mujeres acusaron a Kricfalusi de abusos cuando eran menores, pero luego de la denuncia muchas más voces hablaron de situaciones problemáticas con él. ¿Por qué menciono esto? Porque actualmente estamos ante una revisión de muchas producciones haciendo que se debatan sobre si corresponden o no con los valores actuales. Esto afectó a The Ren & Stimpy Show, no solo por los comportamientos de su creador, porque: ¿nadie se dio cuenta que la animación era cancelable más allá de la vida de su creador?
Desde sus primeras emisiones hubo controversias con respecto al contenido de la animación ya que, además de irreverente. Su sátira a los vicios de Estados Unidos se alejaba muchísimo del contenido infantil de la época, sobre todo teniendo en cuenta las animaciones que también se emitieron en Nickelodeon como Rugrats. A su vez, era bastante escatológica, siendo para gran parte del segmento de padres hasta asqueroso. Recordemos por ejemplo uno de sus personajes Olorín, un gas de Stimpy que comenzaba a tener vida propia.
Sin embargo, el punto más álgido de su cuestionamiento general fue la cantidad de violencia que emitía. Y la cadena lo notó: los gerentes de Nickelodeon pedían que sea un poco más familiar, algo que a los creadores no les interesaba ya que su serie no estaba apuntada a todo el público.
En 1993, John Kricfalusi fue despedido de Nickelodeon y en 1996 cancelaron por completo la serie. Recién en 2003 comenzó su spin off, Ren & Stimpy Adult Party Cartoon, el cual se emitía por una señal más adulta, pero a solo un mes del estreno fue cancelada.
Mucha crítica actual ve al pasado sin entender los contextos sociales, económicos, políticos, etc. de cuando fueron creados, información que siempre termina atravesando las producciones culturales. Muchas veces el debate de la cancelación vuelve cuando se baraja la posibilidad de realizar reboots de esos contenidos. Se viene mencionando uno de The Ren & Stimpy Show desde aproximadamente 2020, y cada vez que sale una noticia al respecto comienza nuevamente el debate si es cancelable o no. Es simple: esta animación es cancelable desde cuando se empezó a emitir, entendiendo que querer cancelarla en la actualidad no es novedad, sino que siempre fue el riesgo que tomó el propio show.
