Thelma & Louise: la película queer de Ridley Scott

La primera vez que escuché hablar de la película Thelma & Louise, del director Ridley Scott, fue en Supernatural. Digo, qué cosa no referenciaba esa serie con su longeva carrera de 15 temporadas. Dean Winchester (Jensen Ackles) se compara a él y Castiel (Misha Collins) con las chicas protagonistas. Y lo que me llamó la atención fue descubrir que los fans de la serie comentaban que la película de Scott era queer. Que Thelma y Louise eran lesbianas. Y si había un beso entre las ellas, era más que obvio, ¿no? Así que por un largo tiempo me quedé con esa idea. Hasta que descubrí que, sorprendentemente, no era queer, pero tenía una lectura queer.

Thelma & Louise sigue la historia de dos amigas que deciden pasar juntas un fin de semana en una casa en la montaña, alejadas de sus respectivas parejas. Sin embargo, cuando paran a distraerse en un bar, un hombre intenta abusar sexualmente de Thelma y Louise llega a impedirlo. El hombre se burla de la situación y Louise le dispara en el pecho, matándolo. Louise sabe que la policía no les creerá, por lo que deciden huir a México.

Hasta ahí creo que cualquiera podría pensar que se trata de otra buddy movie. Ya saben, una película que se centra en la amistad de los protagonistas, que generalmente son como dos polos opuestos. Sin embargo, como mujer queer, entiendo por qué la historia de Thelma y Louise podría tomarse como una alegoría queer.

En primer lugar, Thelma tiene una apariencia muy femenina y Louise una muy masculina. Creo ambas podrían entrar en las categorías de lesbiana femme y lesbiana butch. De hecho, conforme avanza la película, la vestimenta de ellas cambia radicalmente. Sobre todo la de Thelma. Al principio lleva puesto un vestido blanco. Se nota más inocente y femenina. Pero tras empezar a huir de la justicia, cambia su ropa a pantalones de mezclilla y playeras sin mangas. Mostrando una apariencia más ruda y más segura.

Además, a lo largo de la película, Louise es muy protectora con Thelma. Incluso siento que hay momentos donde se pone celosa de que su amiga quiera divertirse con otros hombres. Pero eso no es todo. Ambas se la pasan quejándose de sus respectivas parejas. Y es obvio que están más felices cuando están juntas. Thelma saca a relucir su verdadera personalidad cuando está con Louise. No tiene que reprimirse como cuando está con su marido. Un hombre machista e infantil que no la respeta.

Por su parte, Louise parece que sólo está con su pareja por comphet (en español, heterosexualidad obligatoria). Es decir, porque la sociedad heteronormativa le hace pensar que eso es lo que quiere, que su única opción es estar con un hombre. Y aunque Louise dice que lo ama, es obvio, o al menos para mí, que no es del todo cierto. Ella rechaza casarse con él y lo ve como un inconveniente para su escape junto a Thelma.

Ambas mujeres se escogen a ellas antes que a sus respectivas parejas. Thelma decide que ya no puede volver atrás. No ahora que se ha descubierto a sí misma y es libre. Y es quién sugiere aventarse del acantilado (hasta que la muerte las separe) antes que entregarse a la justicia (volver al mundo heteronormativo). En sus momentos finales, Louise agarra a Thelma y la besa en la boca. Ambas lucen felices. Después, se toman de las manos y se dirigen hacia su muerte.

Lo más hermoso es que su muerte no es algo negativo. No se siente como una derrota, sino como una batalla ganada. Las lesbianas no mueren por ser lesbianas, sino que encuentran la manera de escapar de sus vidas heteronormadas y estar juntas.

Pero creo que la lectura queer de la película no sólo se reduce a las personalidades y el posible romance entre las protagonistas, sino también a sus roles de género. Y es que se espera que Thelma y Louise, como mujeres, sean sumisas ante los hombres y que se comporten de cierta manera. Por eso, cuando la película se estrenó en los 90, llegaron las críticas negativas. Porque la gente no podía concebir que dos mujeres fueran “violentas”, que respondieran con violencia al machismo y se salieran con la suya. Y aunado a eso, Thelma explora su sexualidad abiertamente con el personaje de Brad Pitt. Algo que aún es muy criticado por la sociedad patriarcal. Como Louise lo menciona, por fin tuvo y disfrutó del sexo correctamente porque era obvio que su esposo no se preocupaba por su placer. Así que además de ser queer, es una película muy feminista.

En resumen, si bien Thelma & Louise nunca estuvo pensada como una película queer (el beso entre las protagonistas fue improvisado por la actriz de Louise, Susan Sarandon), creo que por su historia y todos sus elementos, se puede leer como tal. Como mujer queer, me encanta esta lectura, que Thelma y Louise escaparon de la heteronormatividad para vivir una vida libre, lejos de los hombres y el patriarcado y aceptando su homosexualidad. Y completamente entiendo por qué esta es una de las mejores películas de Scott, quien siempre ha mostrado el empoderamiento femenino con sus protagonistas, como el caso de Alien, The Last Duel y House of Gucci, por nombrar algunas.